Fue justo antes de las 15,30 horas cuando, según testigos, se oyeron «lo que parecían disparos» y gritos que se calmaron con la llegada de la Policía
Calma tensa la que se lleva viviendo desde el pasado 21 de agosto en la zona sur de la ciudad de Ávil y este sábado esa relativa calma se rompió por alteraciones del orden público que obligaron a reforzar la vigilancia policial a primera hora de la tarde. Según algunos testigos que viven en la zona, en torno a las 15.25 horas se oyeron “en varias ocasiones” lo que “podrían ser disparos y también gritos”. También, algún testigo que circulaba por la avenida de los Derechos Humanos a esa hora observó a un grupo de unas diez o doce personas alrededor de un vehículo, con un joven encaramado sobre el techo y otros mostrando una actitud amenazante, con empujones y agarrones.
Poco tiempo después, los testigos escucharon sirenas de la policía que silenciaron los gritos y que dieron paso de nuevo aparentemente a la calma. “Apenas duraría media hora”, explicaba un testigo, según publica Diario de Ávila. En ese tiempo, aseguraba, «lo que sí vimos fue presencia policial en el entorno del río como si estuvieran buscando algo o a alguien»: “Pero no sabemos más”. Lo que es un hecho es que la presencia de patrullas policiales, tanto local como nacional, fue ‘in crescendo’ en esos primeros momentos de lo que parece ser un altercado. De “alteración de la seguridad ciudadana” se calificaba el suceso.
Enseguida, los mensajes de preocupación y tensión empezaron a aumentar en las redes sociales locales, aunque hasta el momento ni Policía Nacional ni Subdelegación del Gobierno ha facilitado datos sobre la situación que se ha vivido en esta barriada.
En paralelo, en la calle Maestro Piquero, a la hora de los incidentes, se observaba la presencia de varias personas reunidas en torno a las viviendas en un ambiente aparentemente tranquilo.
Cabe recordar que esta situación se ha producido en la capital abulense apenas un mes y una semana después de aquel fatídico 21 de agosto cuando una disputa entre clanes se saldó con el fallecimiento de un varón de etnia gitana y otros tres más heridos. Desde entonces hasta ahora, esos tres heridos -por arma blanca y arma de fuego- que estuvieron ingresados en diferentes hospitales de Ávila y Valladolid y que tuvieron la condición de investigados en el suceso han ingresado en prisión en diferentes fechas y según fueron recibiendo el alta hospitalaria.
Mientras tanto la barriada de la zona sur en la que ocurrieron los hechos ha contado con la vigilancia de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado que este sábado ha tenido que reforzarse tras lo que parece “una alteración del orden”. Una situación que, a falta de confirmación oficial, por suerte no tuvo mayores consecuencias





