Entrevista con Abraham Boba, vocalista de León Benavente
‘Nueva sinfonía sobre el caos’ es el último proyecto de la banda, que destaca del Palencia Sonora la «coherencia» de la programación
León Benavente, la banda formada en 2012 por Abraham Boba (voz y teclados), Eduardo Baos (bajo y sintetizadores), Luis Rodríguez (guitarra) y César Verdú (batería), regresa al Palencia Sonora para presentar “Nueva sinfonía sobre el caos”, un trabajo corto y directo en el que conviven canciones clásicas en estructura, pero valientes y arriesgadas en la forma, poderosas y bailables, hedonistas y, a la vez, reflexivas.
Un conjunto de voces e instrumentos, ritmos y texturas que representan para León Benavente la sinfonía de un nuevo tiempo en el que parece que vivir rápido es la única solución a una constante incógnita.
Desde 2012, cuando os inspiró aquella carretera hacia León y Benavente que cruza Palencia, habláis de un camino de aprendizaje y transformación que culmina en “Nueva sinfonía sobre el caos”. ¿Cómo resumiríais esta década de trayectoria y qué hitos o cambios han sido clave en vuestra evolución musical y personal hacia esta transformación actual?
Lo que siempre nos ha movido es probar cosas nuevas, probarnos como músicos y creadores. La personalidad de la banda estaba bastante marcada desde el principio, pero somos curiosos, intentamos evolucionar en nuestro sonido y en todo lo que se relaciona con la puesta en escena de las canciones.
Hemos aprendido mucho en esta década larga que llevamos como banda, también a cómo relacionarnos como seres humanos que comparten experiencias tan fuertes juntos, y siempre creemos que lo mejor está por venir.
Hemos alcanzado un sonido y un concepto de disco que veníamos buscando en otros trabajos
Un disco que está cosechando buenas críticas y dos nominaciones a los Premios de la Academia de la Música de España. ¿Qué alegrías y aprendizajes os está dando “Nueva sinfonía sobre el caos”?
Es un disco al que hemos llegado tras muchas pruebas, tras muchos formatos de canciones previos. Digamos que hemos alcanzado un sonido y un concepto de disco que veníamos buscando en otros trabajos.
Nos encantó hacerlo por primera vez con un productor, también, la mano de Martí se nota en este disco tanto como las aportaciones de los cuatro.
¿Y qué tal está funcionando sobre los escenarios? ¿Qué veremos en el próximo Palencia Sonora?
Estamos haciendo los mejores conciertos de nuestra existencia como banda, de eso estamos seguros.
Describís el álbum como la sinfonía de un tiempo en el que vivir rápido parece la única salida ante una constante incógnita. ¿Creéis que los músicos de hoy son víctimas de esa vorágine?
Crear, lanzar temas, colaboraciones, festivales… Y vuelta a empezar.
¿Desearíais parar?
Somos víctimas no solo los músicos, sino todas las personas. Es como se ha organizado y estructurado el mundo, una rueda que no para a la que nosotros mismos seguimos dando vueltas.
La música, como cualquier otra industria, está metida en esa vorágine, por muy puro y trascendente que pueda ser el acto creativo en sí, al final es imposible luchar contra los elementos y la coyuntura del tiempo que te ha tocado vivir.
En ese proceso creativo, habláis a veces de “la obsesión Benavente”… La necesidad de Abraham de trabajar en profundidad las maquetas y escucharlas una y otra vez hasta que se quedan muy dentro. ¿Por qué es importante?
Es un método. Cualquiera es válido, solo tienes que encontrar el tuyo para, más tarde, intentar cambiarlo.
Volvéis a un festival donde se os quiere y sois uno de los principales grupos de la edición 2025, que ha hecho ‘sold out’ con meses de antelación. ¿Qué opináis de este festival en Palencia y qué tiene de especial frente a otros eventos similares?
Es un festi de los que nos gusta. Cercano, con un público fiel que sabe a lo que va, a escuchar música, con una programación que se mantiene coherente a lo largo de las ediciones. Recordaremos siempre la primera vez que fuimos, hace unos años, con el Columpio. Este año será también inolvidable.







