El festival palentino de cine de terror vivió una gran acogida en su primera sesión de cortos, con numerosos espectadores en la sala principal y ocho proyectos nacionales en pantalla
Tras la proyección de los dos largometrajes programados —El día de la bestia, clásico de Álex de la Iglesia, y la japonesa Exit 8— y con la exposición del X Concurso de Fotografía de Terror abierta desde el 27 de octubre en el Lecrác, el festival Terroríficamente Cortos, en su 14ª edición, entró este jueves en el corazón de su programación: los cortometrajes. La primera jornada de competición reunió a un público numeroso en los Cines Ortega, donde cerca de tres cuartas partes de la sala principal se llenaron para disfrutar de ocho producciones españolas.
Previamente a la sesión se proyectó un mensaje en vídeo del director Roberto Montalbo, ganador de la pasada edición con Fin de tramo, que destacó el papel del certamen como impulso para su carrera y la de otros directores como el ganador en 2023 Cristian Beteta.
Seguidamente, la noche no pudo arrancar mejor; lo hizo con Tinieblas, de Raúl Cerezo y Carlos Moriana, uno de los títulos más redondos e impactantes de la noche por su atmósfera angustiosa, su montaje y su guion medido (entre los asistentes en la sala se encontraba Bea Delgado, su directora de fotografía y David, el guionista, que gran trabajo realizaron). Sin duda una de las sensaciones. Le siguieron The Saint Antoine, con una historia de ciencia ficción, de mezcla entre terror espacial de Alien y The Walking Dead; después llegó Toma tierra, un corto breve impactante por… todo él. Su forma, estilo y breve duración, su tono más cómico, que fue un impasse en la noche; y le siguió El fantasma de la Quinta, la única pieza de animación de la jornada, centrada en Goya y con la grandiosa voz de Maribel Verdú. Atmósfera muy lograda, así como su gran animación y la música envolvente.
La sesión continuó con Emi, una historia juvenil con toques sobrenaturales; La última unidad, un potente thriller policiaco con giros de guion logrados y una trama atrapante; Vacío, otro de los más destacados por su mensaje sobre la soledad infantil y el miedo a la oscuridad; y Buitres, que cerró la noche con una historia de tensión social en torno al derecho a la vivienda. Una sesión variada y de gran nivel, que volvió a demostrar el peso del corto español dentro del género.
Las proyecciones continuarán hoy viernes 31 y mañana sábado 1 de noviembre, a las 22:15 horas en la Sala 1 de los Cines Ortega, con nuevos títulos a competición (siete españoles y una colaboración hispano-francesa): La pérdida, Depredador, El revisor, Lixivious, Ginoide, Agonía y Ángulo muerto.
Asimismo, la exposición fotográfica del X Concurso de Fotografía de Terror puede visitarse hasta el 9 de noviembre en el Centro Cultural Lecrác.
 
								 
											


