Ya se ha instalado parte del mirador que, desde La Morterona, dominará la Vega de Saldaña
Imagínese a Íñigo López de Mendoza (1438-1500), I Conde de Saldaña, subiendo a lo alto de sus dominios saldañeses y, con voz de Constantino Romero, como Mufasa a Simba, decirle a su hijo, Diego Hurtado de Mendoza y Luna: “Toda la tierra que toca la luz, es nuestro reino”. En este caso “nuestro condado”. Aunque los López de Mendoza, como duques del Infantado que eran, tenían territorios bajo sus dominios para extender mucho la luz.
Con el Carrión a sus pies. Con una vista de vértigo sobre el valle.
Alrededor de la escultura y del mirador se establecerá una plataforma en la que se ubicarán “diversos paneles explicativos del yacimiento, dando a conocer así su importancia arqueológica. Con ello se pretende la divulgación de este importante asentamiento que va desde la Edad del Hierro hasta nuestros días. Estará enfocado a todos aquellos visitantes que se acerquen a este espacio cultural, pero de manera especial a grupos de estudiantes de colegios de toda la provincia”.
Esta plataforma que es de madera sobre tierra de nivelación y sin cimentación para no afectar al subsuelo, servirá así mismo de base para la instalación de un pequeño mobiliario urbano consistente en unos bancos de madera integrados con el mismo material del suelo de la plataforma y una barandilla de protección frente a caídas al cortado del montículo donde se asienta el yacimiento.
Lo cierto es que, ya sólo la vista del borde del páramo coronado por este monumento ya es llamativa.









