La ilustradora ejerció de pregonera literaria en estos sanantolines con un discurso sobre la comunicación a través del dibujo en el que también recordó a los pueblos afectados por los incendios
La ilustradora palentina Noemí Villamuza fue la encargada de pronunciar este jueves el Pregón Literario de San Antolín 2025 en el Teatro Principal. La ceremonia arrancó con la entrada solemne de la alcaldesa Miriam Andrés, la pregonera y el concejal de Cultura, Turismo y Fiestas, Francisco Fernández, acompañados por los maceros y el toque de clarín con las primera notas del himno a Palencia.
Fue el concejal quien presentó a Villamuza, repasando su trayectoria: desde sus inicios en Palencia y su formación en Bellas Artes en Salamanca, hasta la publicación de más de cincuenta títulos en diferentes editoriales, además de los premios que enmarcan su carrera, como el Junceda al Mejor Libro Ilustrado para adultos; también en el 2010 la Organización Española para el Libro Infantil y el Ministerio de Cultura premiaron su propuesta de cartel para publicitar el Día Internacional del Libro Infantil.
“Casi todo fue primero un dibujo”
Villamuza abrió su intervención recordando que “casi todo fue primero un dibujo” y agradeciendo a su entorno y a las autoridades. Asimismo, la ilustradora quiso dedicar unas palabras a los pueblos afectados recientemente por los incendios: “Ojalá estar todos unidos para hacer fuerza y cuidar mejor el tesoro que es nuestra naturaleza. Que no se nos olvide, que lo que tenemos, lo que nos nutre y lo que nos conforma viene del campo”, señaló.
A lo largo de su intervención, compartió una vivencia con familias sirias en una escuela infantil, donde los trazos sobre un papel se convirtieron en un puente de entendimiento: “Las dos parejas llegaron al aula con una interprete, así pudimos cambiar cuatro frases con ellos. Pero éramos mucha gente, muchos niños nerviosos, los pequeños sirios se aferraron a sus madres al verlas llegar y volvieron a llorar, así que algunos niños se contagiaron del llanto (…) A punto de echarme llorar yo también, me tiré al suelo e instintivamente agarré unas ceras de colores de esas bandejas que siempre están a mano en infantil, encontrémoslas folios, y me puse a garabatear, a la desesperada… mi hijo se acercó hasta mí, con el llegaron tres más… dibujábamos los cuatro… De repente uno de los padres sirios, reparo en nosotros y con un sencillo gesto nos pidió permiso para unirse. En cuestión de pocos minutos de su papel salió un águila majestuosa, y después un olivo. Los niños observaban fascinados, el hombre se puso una mano en el corazón y otra en los dibujos. ¿Qué más necesitábamos para entenderlo?”.
Villamuza también habló de las luces y sombras de su oficio: las largas horas de trabajo, la precariedad del mundo editorial o las crisis creativas, pero también la satisfacción de reencontrarse con lectores, el entusiasmo en las aulas y la emoción de ver sus libros reeditados. “Aquí, donde alimenté mi infancia y mi adolescencia con ingredientes que guardados en mi despensa de recuerdos forman parte de mis ilustraciones sin que yo haya podido evitarlo”, afirmó antes de cerrar con un cálido “¡Viva San Antolín!”.
La alcaldesa y el concejal subieron de nuevo al escenario para hacer entrega a la pregonera de un obsequio conmemorativo: una miniatura en homenaje a la mujer palentina y de un Cristo del Otero con una ilustración de Villamuza entre sus manos.
Justo antes Miriam Andrés tomó la palabra para clausurar el acto, que fue cerrado por Banda Municipal de Música interpretando el Himno a Palencia, con todo el Teatro Principal en pie. El acto concluyó con la foto de familia y la posterior firma de ejemplares por parte de Noemí Villamuza.





































