La Dirección Provincial de Educación aprovechará la obra del tejado del centro de Osorno, por valor de casi 900.000 euros, para sustituir las planchas de fibrocemento, demoler parte del antiguo comedor y remodelar el espacio de juegos
Los alumnos del colegio de Osorno, al que acuden los de la propia localidad y algunos de otros municipios cercanos, llevan todo el curso en barracones. La granizada que este pasado mes de julio bombardeó la localidad afectando a vehículos, naves y edificios, se cebó como el CEIP Nuestra Señora de Ronte (construido en 1970 y ampliado en 1982), al que dejó prácticamente sin cubierta. Por ello, se sacaron las clases a un espacio tras el mismo, acomodando a los niños en casetas de obra.
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Porque a una techumbre agujereada se le unió que esa cubierta estaba compuesta por planchas de Uranita con presencia de fibrocemento. La única solución pasaba por retirarla toda y dotar al centro de un nuevo tejado, que en estos meses ha dejado pasar agua al interior del edificio, afectando a algunos falsos techos.

En ello está la Consejería de Educación, a través de la Dirección Provincial de Educación, que acaba de lanzar el proyecto para la renovación del tejado de este centro educativo. De paneles de fibrocemento a cubierta de panel sándwich.
Para ello, se desmontarán las placas de «fibrocemento con amianto», que serán paletizadas y embaladas . Se cambiarán las cerchas metálicas y los tabiques palomeros y se demolerá el alero del volumen de encuentro entre los dos bloques de aulas, así como del pavimento ligero en sala final de pasillo en planta 1ª, inutilizado como consecuencia de la acumulación de aguas.

La pendiente para el tejado se dará con nuevas cerchas metálicas, dado que las anteriores adolecen de una mala situación y la creación de esa nueva techumbre por medio de paneles sandwich. Aprovechando la sustitución de la cubierta se proyecta una línea de vida con una escala de acceso a cubiertas,para asegurar un buen mantenimiento de las mismas.
Con los desperfectos que ha podido generar el agua en estos meses, la actuación conlleva también «la reparación de todos los desperfectos que ha ocasionado y sigue ocasionando» como la reparación de techos, pintura, suelos, instalación de suelos laminados sobre terrazo actual, etc., así como la posible sustitución puntual de elementos de iluminación.
Hasta aquí lo que podría considerarse obras para dar respuestas a la emergencia educativa, pero hay zonas que sin ser docentes también necesitan una profunda remodelación. Por la granizada, pero también por su estado general.
Así se acometerá la «demolición parcial del actual comedor». Esta parte del centro educativo es «sin duda la más comprometida. No tiene recorrido el refuerzo y tratamiento de la actual estructura metálica, por lo que se decide eliminarla». Es más, se señala que su estado «hace inservible la estancia. Además de las carencias que presenta la cubierta, se han encontrado otra serie de problemas que indican que el grado de intervención sea alto. En este espacio, el suelo será sustituido también».

Por otro lado, «la superficie actual del comedor, es muy superior a la demandada en la actualidad, por lo que, aprovechando parte de los muros de carga actuales, se define un nuevo comedor, de menor dimensión», explica el proyecto, valorado en su conjunto en 889.498,01 euros.
Con la reducción del espacio destinado al comedor, en el patio frontal permitirá la instalación de una zona de juegos infantil en el patio frontal, que también será objeto de renovación
«La actuación en el exterior del edificio se centra principalmente en la renovación del pavimento del patio, con nuevo vallado y aperturas de zanjas para nuevos saneamientos. Una vez renovadas las canalizaciones, hormigón en masa de 15 cm. de espesor y tratamiento superficial de pavimento de cuarzo corindón
También se extenderá pavimento continuo absorbedor de impactos, para una altura máxima de caída de 1,5 m, en áreas de juegos infantiles con la instalación de dos juegos infantiles nuevos y traslado de dos juegos infantiles existentes, así como el repintado de las pistas de baloncesto, fútbol y tenis.
Todo ello, en un plazo de cinco meses desde la firma del contrato, por lo que, dándose bien las cosas, solo el curso 2025-2026 será el que pasen los alumnos del Nuestra Señora de Ronte en barracones.
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