Piedad Isla y la fotografía de la vida

Piedad Isla sonriente en una exposición de su trabajo fotográfico
Piedad Isla, en la inauguración de una de sus exposiciones. / Eduardo Margareto (ICAL)

Por Fernando Caballero

Un magnífico documental, que se ha preestrenado en el Teatro Ortega, reivindica la figura humana y la obra de la popular cerverana

La producción del documental ‘Isla Indómita’ ofrece varias aristas, cada cual más interesantes, entre ellas un repaso a la vida de la fotógrafa Piedad Isla, una exposición de muchas sus imágenes –incluidas grabaciones audiovisuales–, una revisión de su obra por parte un selecto grupo de especialistas, un homenaje a la Montaña Palentina y, la que es más importante, una reivindicación de su figura profesional y humana como uno de los grandes fotógrafos –sin especificar género– del siglo XX en España.

‘Isla Indómita’ se proyectó por primera vez el jueves 6 de noviembre en un preestreno celebrado en el Teatro Ortega, coincidiendo con la entrega del XVI Premio Nacional Piedad Isla al fotógrafo zamorano Claudio de la Cal, galardón que le entregó la presidenta de la Diputación, Ángeles Armisén.

Claudio de la Cal recibe su Piedad Isla por una fotografía “que hace preguntas”

El dúo formado por el director del documental Pablo García Sanz y el productor Miguel Sánchez González –promotores de Visual Creative, que junto a Plan Secreto son las productoras responsables– ha ensamblado con precisión técnica y buen criterio entrevistas televisivas a ella misma, a los especialistas y allegados, magníficas fotografías de Piedad Isla, testimonios de familiares –muy simpáticos–, de vecinos de la Montaña Palentina con nombre y apellidos que ella retrató y preciosas imágenes, cómo no, del norte de la provincia.

Asistentes en el preestreno del documental sobre Piedad Isla en el Teatro Ortega
El Teatro Ortega acogió el preestreno del documental ‘Isla Indómita’.

Piedad Isla (Cervera de Pisuerga, 6 de septiembre de 1926-Madrid, 6 de noviembre de 2009) aparece en el documental en su vertiente profesional y humana. De todos los testimonios que se reproducen, se concluye que la fotógrafa fue una mujer comprometida, valiente, decidida, intuitiva y adelantada a su tiempo, un tiempo en el que una mujer fotógrafa en una comarca tan compleja –montaña, pueblos dispersos, inicio de la despoblación, nieves copiosas…– no era habitual.

Huérfana de padre a los 15 años, no quiso estudiar y se marchó a Oviedo para que un fotógrafo, Foto Arrieta, le enseñara el oficio y al que compró su primera cámara, una Kodak Retina de segunda mano, con la que abrió su propio estudio en Cervera de Pisuerga, ‘Isla’, en 1953 –lo mantuvo abierto hasta su jubilación en 1992–, y con la que comenzó a cultivar la profesión por toda la Montaña Palentina subida a una moto Vespa. Precisamente, el documental se estructura en sucesivas imágenes con la recreación de una mujer con casco blanco y una bandolera cruzada donde guardaba la cámara recorriendo las carreteras y los caminos montañosos –una conocida foto de ella subida a su Vespa en la calle de un pueblo de la Montaña data de 1962–.

Era una mujer que empatizaba con las gentes a las que retrató, hasta el punto de que, ella misma lo dice, su llegada a los pueblos se convertía en una fiesta y la recibían al ritmo de campanas. Porque ella concebía la fotografía como un medio para captar la vida en la Montaña Palentina, la vida de sus habitantes, hombres, mujeres, niños, mayores, monjas, trabajadores… El principal testimonio que ha dejado esta fotógrafa es el alma del norte palentino, sus gentes, sus tradiciones, su paisaje, sus fiestas, sus actos sociales, religiosos y deportivos, sus oficios ya desaparecidos, entre otros muchos aspectos. Su legado está formado por más de 100.000 instantáneas que constituyen la memoria gráfica y humana de la Montaña Palentina.

Pareja de ancianos en una cocina tradicional de la Montaña Palentina
Retrato de una mujer mayor con un niño en la Montaña Palentina
Hombre caminando con esquís en una calle nevada
Grupo de personas en la Montaña Palentina en una fotografía histórica.

Sobrasas, aunque no desconocidas, son las anécdotas que se narran en el documental. Ella misma recuerda que en un viaje en moto para cubrir un acto religioso, la falda se le enredó entre los radios de una rueda de la moto, estropicio textil que le abocó a vestir desde entonces pantalón, siendo la primera mujer de la comarca en lucir la entonces prensa exclusivamente masculina. Esta anécdota también la transmiten sus primas, una de las cuales desarrolló con simpatía otra de las cualidades de Piedad Isla: lo mandona que era. “Nosotras íbamos siempre donde ella decía. Era mandona, pero sabía mandar”, dice con humildad y gracia hacia su pariente.

Fotógrafa sencilla pero comprometida fue una de las definiciones que se escucharon en el documental. Este es uno de los méritos que los especialistas que intervienen han destacado, entre los que se encuentran Publio López Mondéjar, una autoridad indiscutible en la historia de la fotografía en España; la conocida directora de cine Isabel Coixet, que domina muy bien la obra de Piedad Isla; el fotógrafo José Manuel Navia, que habla con pasión de su colega, y la antropóloga Yayo Herrero, que valoró la contribución de Isla a la conservación y difusión de la cultura popular de la Montaña Palentina con la creación, en su casa, del Museo Etnográfico, que continúa abierto.

Rodaje del documental Isla Indómita sobre Piedad Isla. Visual Crea
Rodaje del documental Isla Indómita sobre Piedad Isla. Isabel Coixet. Visual Crea

No han faltado los testimonios del presidente de la Fundación Piedad Isla y Juan Torres, Esteban Sainz Vidal, y del vicepresidente, Maximiliano Barrios, que son los responsables de custodiar el legado que se conserva en el museo. Es muy interesante el encuentro de dos grandes figuras de la Montaña Palentina –y de la provincia de Palencia–, ella y el arquitecto y promotor de la Fundación Santa María la Real de Aguilar de Campoo, José María Pérez ‘Peridis’, que aparecen en una simpática y reveladora conversación entre ellos silla contra silla.

Testimonial, pero muy oportuna y también original, es la presencia de dos importantes personajes de los medios de comunicación de Castilla y León que han sido los pioneros en reivindicar la obra fotográfica de Piedad Isla. El periodista Francisco Alcántara, que fue director en Palencia en los años ochenta del pasado siglo de la emisora pública que hoy se denomina Radio Nacional de España, y el fotógrafo y cineasta Eduardo Margareto fueron los primeros en reconocer las fortalezas creativas y profesionales de la obra de Piedad Isla y promovieron una exposición de sus trabajos en ‘Explorafoto’ (2006) y el Museo Patio Herreriano de Valladolid (2021). Alcántara y Margareto viajan en el documental en coche a Cervera –conduce el segundo– recordando su relación con Piedad Isla, a la que dedican un simpático brindis en un bar del pueblo, como dos amigos que se conocen de toda la vida.

El trabajo de Pablo García Sanz no descuida detalles, como colocar un fondo blanco para grabar los testimonios de los vecinos, emulando el sistema que ella utilizaba para los retratos. Tampoco se olvida de la dimensión comprometida con el territorio de la Montaña al participar activamente en las movilizaciones en contra del pantano de Vidrieros para preservar la riqueza natural del Valle de Pineda. Recuerda también su relación con la prensa, como corresponsal de El Norte de Castilla y de la Agencia EFE, aunque ella cuenta en unas de sus apariciones en el documental que dejó este medio público a raíz de un accidente en la mina en la que fallecieron varios trabajadores. No soportó retratar el dolor de la tragedia ni de las familias de las víctimas.

Rodaje del documental Isla Indómita sobre Piedad Isla
Rodaje del documental Isla Indómita sobre Piedad Isla. Visual Crea

El documental incide en la vertiente profesional de Piedad Isla, pero también en la humana, en su bondad, en su sensibilidad, en su empatía –ella también señala en sus testimonios que cuando se jubiló como fotógrafa le encantaba recibir y enseñar el Museo a los visitantes–. Esta película contribuirá sin duda a impulsar la dimensión de Piedad Isla más allá de Palencia y de Castilla y León y a situarla en el lugar que se merece en la historia de la fotografía de España, como los especialistas que aparecen en él reconocen que debe estar. No obstante, el alcalde cerverano, Jorge Ibáñez, que también interviene como historiador, reivindica algún más para lograr el reconocimiento que merece, como una gran exposición –en el mismo Museo Nacional Reina Sofía, sugiero yo– y una monografía que fije la vida y la obra de esta fotógrafa sencilla, valiente y adelantada a su tiempo, indómita en definitiva.

Piedad Isla en una exposición de su obra fotográfica
Piedad Isla, reconocida fotógrafa, en una exposición de su trabajo  en 2007 / Margareto (ICAL).

La Diputación de Palencia recuerda a Piedad Isla con el Premio Nacional que lleva su nombre, dotado con 6.000 euros, que han recibido Cristina García Rodero –la primera en 2010, al año siguiente de la muerte de la cerverana–, Ramón Masats, Ouka Leele, Isabel Steva Hernández ‘Colita’, Chema Madoz, Marisa Florez, Juan Manuel Castro Prieto, Tino Soriano, Juan Manuel Díaz Burgos, José María Ribas, José Manuel Navia, Pilar Pequeño, Javier Balauz,  Benito Román y Claudio de la Cal Este es el primer fotógrafo de Castilla y León en merecer un galardón que recogió el 6 de noviembre en un acto conducido con elegancia por Cristina Fontaneda.

El Centro Cultural Provincial de la Diputación acogió en el verano de 2009 la exposición de algunas de sus mejores fotografías, ‘Entre latidos y silencios’, que ella misma inauguró. Falleció en noviembre de ese año.

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