Marta Huerta de Aza, árbitra internacional, destaca en su pregón el orgullo por Palencia con el que viaja por todo el mundo para arbitrar
Si Marta Huerta de Aza, pregonera de los Sanantolines 2025, en vez de estar en lo alto del balcón del Ayuntamiento hubiera estado hoy abajo, en la Plaza Mayor, como en un campo de fútbol (en uno de esos grandes estadios en los que dirige partidos de relevancia internacional), no hubiera extrañado que, en un momento de duda, hubiera llevado sus dos brazos hacia adelante, señalando, en vez de un balón, un cachi, una charanga o una peña y hubiera pronunciado un “disfruten, disfruten” sustituido al tan manido “jueguen-jueguen”.

Porque ese fue el deseo principal, como no podía ser de otra forma, de la pregonera popular de la fiestas de los Sanantolines 2025 de Palencia. “¡Vamos a disfrutarlo! Que la música de las charangas no pare, que las risas se escuchen hasta el amanecer y que San Antolín nos bendiga con unos días llenos de felicidad”, fue casi el epílogo de su intervención desde el balcón central del Ayuntamiento.
Antes, la pregonera popular (incluso siendo árbitro se puede ser popular) hizo una somera presentación de su trayectoria para ir encauzando el orgullo que sale a relucir en la fiestas. Una trayectoria que le ha llevado a “estadios como Wembley, Old Traford, el teatro de los sueños, San Mamés, El Santiago Bernabéu…. y recorrer medio mundo en campeonatos internacionales, Australia, Colombia, Costa Rica, Islandia, Noruega…”. Pero nada puede compararse, dijo, con lo ocurrido hace 20 años junto al Carrión. “Ese 17 de diciembre de 2005 donde por primera vez me puse la equipación de árbitro y salté al campo del Isla Dos Aguas para dirigir mi primer prebenjamín”.
Porque todo vuelve a Palencia. Sí, grandes estadios, grandes citas recorriendo medio mundo, pero Palencia… “He tenido el privilegio de estar en dos Eurocopas, un mundial absoluto y dos mundiales sub 20. No podéis ni imaginaros la cantidad de ciudades, monumentos y calles por las que he paseado y conocido. Es por ello que hablo con conocimiento de causa cuando digo que Palencia no tiene nada que envidiar a ninguno de esos lugares”.
Que pronunciaba el mar, contraponía el río; que se acordaba de Times Square, Huerta de Aza reflexionaba que seguro que allí no se pueden cambiar cromos como en la plaza Mayor de Palencia… por no hablar de la gastronomía, porque “aunque no hay estrellas Michelín”, para qué son necesarias: “que si la menestra, que si el lechazo, que si hoy nos vamos a por unas bravas a la Meji…No conozco a un palentino que no sea bueno de boca. No he visto a uno que rechace una tapa en el vermut y eso es porque somos unos afortunados de la gran gastronomía que tenemos”.
Y llegando a los minutos previos a saltar al campo, a poner las escarapelas a los peñistas, la árbitro y pregonera de estos Sanantolines, fue trabajándose a los ‘jugadores capitanes’. “Tampoco tenemos la Ópera como puede tener Viena… pero quién lo necesita cuando tenemos las mejores charangas del mundo amenizando y alegrando los días como lo hacen”.
Y ahí comenzó la rutina arbitral aunque más que colegiada, Marta Huerta de Aza parecía una entrenadora en una arenga. “No tenemos nada que envidiar al resto del mundo. Somos únicos y tenemos que estar orgullosos de nuestras raíces, de nuestra tierra, de nuestros antepasados, de ser de Palencia con P”. Algo que hizo en primera persona acordándose de su pueblo, Población de Campos (“ha venido todo el pueblo”, afirmó); de su Peña, La Lopartía de Población, de “la sensación de pertenencia, de crear una familia, aunque no sea de sangre, pero cuyo corazón late al mismo ritmo”, al pertenecer a una agrupación festiva, a las que, congregadas en la Plaza Mayor pidió que botaran como una afición en la grada.
Pero Huerta de Aza no se quedó solo en esa parte de palentinos que viven la fiesta de una manera más intensa y también se dirigió al resto de vecinos: “Vosotros sois la esencia de estas fiestas. Vuestra pasión, vuestra entrega y vuestro amor por esta tierra hacen que San Antolín sea mucho más que una celebración: es un canto a nuestra historia, a nuestra identidad y a nuestra unión”.
Una afirmación que acabó con el ya referido: “¡Vamos a disfrutarlo! Que la música de las charangas no pare, que las risas se escuchen hasta el amanecer y que San Antolín nos bendiga con unos días llenos de felicidad. ¡Viva Palencia! ¡Viva San Antolín! ¡Y vivan nuestras fiestas!” ¡Que dé comienzo la fiesta!”.
Pitido inicial (sin chupinazo) y disfruten, disfruten.
Resto de pregón.
Como agradecimiento, desde el Ayuntamiento de Palencia se le hizo entrega a Marta Huerta de la miniatura de la historia de la Banda de Oro de la Mujer Palentina y de un Cristo con un silbato de Oro.
El acto del pregón popular de San Antolín en la Plaza Mayor se completó además con na intervención de la alcaldesa, Miriam Andrés, quien deseó a los palentinos que disfrutaran de las fiestas y explicó la razón de que no hubiera ni chupinazo ni fuegos artificiales. Solidaridad con los pueblos de Palencia, “nuestros vecinos” por los incendios ocurridos en las últimas semanas.
También intervino Luis Robles, presidente del Consejo de Peñas de Palencia, justo antes de la entrega de las escarapelas a las 10 peñas palentinas.
Tras el mismo, estaba programada la actuación y concierto de Balkan Paradise Orchesta en la propia Plaza Mayor.





























































