La clínica dental fundada en 1989 por el doctor Pérez Vicario inicia una nueva etapa en la rotonda de San Lázaro dirigida ahora por su hijo el doctor Esteban Pérez y la doctora Laura Arroyo, manteniendo su esencia familiar y de confianza a la vez que incorporan la última tecnología digital y especialización
La Policlínica Dental Pérez & Arroyo da comienzo a un nuevo capítulo dentro de su larga historia al servicio de la salud bucodental de los palentinos.
Fue en 1989 cuando el médico estomatólogo palentino, el doctor Jesús Ramón Pérez Vicario, abrió una “clínica familiar, cercana y acogedora”, y es hoy cuando esta empresa familiar inicia una ambiciosa etapa. Son ahora, Esteban Pérez, hijo del fundador, y su pareja Laura Arroyo quienes han tomado el relevo tras la jubilación del doctor Pérez Vicario, trasladando la clínica a unas modernas instalaciones a la rotonda de San Lázaro, en la avenida Casado del Alisal 49.
El objetivo, tal y como explican los doctores, es evolucionar y avanzar sin perder la filosofía de trato cercano y de confianza que siempre les ha caracterizado. “El objetivo al final sigue siendo el mismo que mi padre tenía hace más de 35 años, promover la salud bucodental y ofrecer una asistencia de calidad”, afirma Esteban. Para ello, suman a la tradición “un plus de innovación y un equipo multidisciplinar más especializado”.

Actualmente, el equipo lo forman cuatro dentistas, cada uno especializado en una rama concreta de la odontología, un cambio respecto al modelo tradicional de un único dentista que lo hacía todo. “Para dar el mejor servicio, lo mejor es que cada uno controle su área y se especialice en ella”, explican.
Cómo mantener la esencia en un espacio mayor
La clave para mantener el trato personal en unas instalaciones más grandes y con más profesionales reside, según Laura, en la continuidad del equipo. “El paciente siente que está viendo las mismas caras de siempre. Le abre la puerta la misma persona que se la lleva abriendo desde hace muchos años, le contesta el teléfono la misma persona… No tenemos rotación de personal”. Este enfoque contrasta, según indican, con las clínicas corporativistas donde el paciente “no sabe quién le va a tratar en cada visita”.

Su filosofía se basa en “mimar hasta el último detalle” para que el paciente se sienta “como en casa”. “Que esté a gusto dentro del gabinete y que vea a las mismas personas cada vez que venga. Los importantes no somos nosotros, los importante son nuestros pacientes”, subrayan.
Un salto tecnológico al flujo digital
La nueva etapa viene acompañada de una importante apuesta por la tecnología más avanzada. Han incorporado un escáner intraoral para eliminar las incómodas impresiones tradicionales con pasta. Todo un equipo completo de radiología, con TAC en tres dimensiones y telerradiografía lateral de cráneo, se integra en un “flujo digital” completo, con ordenadores y pantallas en todos los gabinetes.
Estas herramientas permiten un diagnóstico más preciso y acortar los tiempos de tratamiento gracias a una conexión online con el laboratorio, que también utiliza impresoras 3D. “Ahorramos tiempos de tratamiento, ahorramos incomodidades y al final mejoramos nuestra asistencia al paciente”, destacan.
Entre los servicios que ofrecen gracias a estas tecnologías, y como novedad, incorporan tratamientos de armonización orofacial con ácido hialurónico, que realiza Laura. “No somos un centro estético, somos un centro médico”, aclaran, “pero cuando se da el caso de que con los años el paciente pierde cierto soporte en las zonas blandas, labios o mejillas, intentamos reconstruir eso desde un punto de vista médico, para recuperar lo que se va perdiendo con la edad”.
La universidad, clave para la constante formación
Tanto Esteban como Laura compaginan su labor clínica con la docencia universitaria -en la Universidad Europea Miguel de Cervantes-, una faceta que consideran fundamental. “El dentista que se queda solo en la clínica, encerrado, quizá se está quedando atrás sin darse cuenta. Estar en la universidad te obliga a estar en constante formación”, afirma Esteban, quien además es docente en la Universidad de Salamanca y dirige un máster de implantes y periodoncia.
Para ellos, la odontología “es una ciencia en constante evolución” y la universidad es el lugar donde “nace todo lo nuevo”. “El estar allí nos obliga y nos ayuda a estar a la última para dar lo mejor a nuestros pacientes. Es vocacional y nos gratifica personalmente”, añade Laura.
Un diseño pensado para transmitir calma
En cuando al diseño de la nueva clínica, éste ha sido cuidadosamente planificado. “Hemos querido un entorno abierto, diáfano, con muchos círculos que quiten las líneas rectas abruptas que suele haber en los centros médicos y que pueden generar más miedo”, explica Laura. La madera, los sofás y sillones elegidos con detalle y las vistas a la rotonda de San Lázaro buscan crear un espacio acogedor que transmita calma y único en Palencia.
Un mensaje de agradecimiento y futuro
Su mensaje para los pacientes de toda la vida es de agradecimiento. “Gracias por la confianza depositada tanto en mi padre como en nosotros. Nuestro objetivo es no defraudarles y mantener ese nivel de exigencia”.
Esteban y Laura invitan a los nuevos pacientes a que les conozcan. “Estamos abiertos a que vengan sin compromiso a conocer nuestra forma de trabajar. Esta clínica es para todos los palentinos y está hecha para ellos. Seguiremos haciéndoles sonreír, que es nuestro objetivo”.
Avenida Casado del Alisal, 49
979 742 513 – 722 113 271







