La oferta de UTE de estas empresas riojana y madrileña logró la mejor nota en la parte técnica y la segunda mejor en la económica, con 9.316.995 euros para actualizar el Parador de Cervera
Pocos establecimientos tienen en la Montaña Palentina tanta prestancia, disposición, servicios, poso y tiempo en activo que el Parador de Cervera de Pisuerga. Y puede que esos 50 años de experiencia sean también un hándicap para la joya de la corona de la hostería de la Montaña Palentina. Porque mantenía el mismo aspecto que cuando los tontos eran unos postres de menú.
Tontos, como hace 50 años, para celebrar el Aniversario del Parador de Cervera
A esas reminiscencias de hace 50 años, especialmente en las instalaciones de este edificio, se pretende dar un nuevo aire tras rehabilitaciones parciales. Ahora toca pasar la importante. La millonaria. Y de eso se encargará la UTE Proviser-Ortiz, empresas con raíces riojanas y madrileñas respectivamente.
Proviser es la empresa que levantó hace años los vestuarios del Campo de Fútbol de Sergio Asenjo (Campos Góticos) y más recientemente el Parque de Bomberos de Saldaña.
Su oferta para acometer la ambiciosa remodelación ha sido la elegida por las empresa pública Paradores, imponiéndose a las otras siete empresa o uniones de empresas que prendían hacerse con un contrato por valor de 10,5 millones de euros, IVA incluido. Siendo, por un lado, la mejor (empatada con otras firmas) en el apartado técnico, y planteando la segunda factura más baja. Porque el precio por el que se han adjudicado los trabajos para traer al siglo actual al Parador de Cervera será de 9.316.995,38 euros (IVA incluido).
Lo que se hará.
Las obras empezarán más tarde de lo esperado, porque la intención como manifestó la Presidenta de Paradores y ex ministra de Transportes, Raquel Sánchez, durante su visita el pasado verano al Parador de Cervera, era que arrancaran en el mes de octubre.
Tendrá que ser ya a finales de este 2025 o comienzos de 2026 cuando las obras den comienzo y se prolongarán durante año y medio, aunque durante las obras el establecimiento seguirá prestando servicio.
Tiempo empleado para cambiar los revestimientos de las diferentes habitaciones, sí, pero lo importante es lo que se cambiará y se adaptará tras los muros. Por ejemplo, se le dotará al Parador de un elemento sin el que, a día de hoy, no se plantea la construcción de un edificio hotelero y casi ningún edificio público: aire acondicionado. Cierto que se puede esperar que a más de 1.000 metros de altura, rodeado de bosques, tampoco sea necesario demasiados días, sin embargo, el sistema de climatización que se instalará permitirá también la producción y distribución de calor por las habitaciones, más allá de la existente calefacción de pellets que servirá para reforzar en los días más fríos.
Este sistema servirá para crear también un circuito de renovación de aire en todas las zonas del edificio. También será objeto de renovación la red de distribución de agua y agua caliente por todas las habitaciones y plantas del Parador de Cervera, aunque por ahora, perderá una. Un detalle con el que iremos más adelante.
Incendios y accesibilidad.
El proyecto recuerda que en el año 2000, ya se actualizó el Parador, adaptándolo a medidas de incendios, accesibilidad y a la normativa turística de aquel momento a hotel de 4 estrellas. Pero esas normativas se han hecho más restrictivas, y el de Cervera se había quedado atrás.
Una de las reformas que menos se verán, pero que más se echarían de menos en caso de incendio en el Parador, será la instalación en todo el edificio de un sistema de rociadores de agua con el fin de atacar cualquier fuego desde su inicio. Es la única medida de seguridad de la que carece el edificio en la actualidad, y por ello es una de las mejoras que se acometerá para adaptarse a la normativa vigente.
Para ello también será necesario crear una zona para el grupo de impulsión y se utilizarán los aljibes existentes para mantener el sistema funcionando durante al menos una hora.
La accesibilidad será otro de los aspectos en los que el Parador de Cervera se acercará al siglo XXI. Para ello, se llevará a cabo la eliminación de barreras arquitectónicas, incluso adaptando los ascensores actuales para personas de movilidad reducida.
Las habitaciones para personas con movilidad reducida se ubicarán en la primera planta, donde además, se creará una zona de refugio para ellas en la salida de la planta, en la escalera, para casos de incendio. Pero aunque las habitaciones para personas con movilidad reducida estén ubicadas y agrupadas en la primera planta (donde también estarán las destinadas a personal), todo el edificio será completamente accesible, tanto en los itinerarios a las habitaciones como a los servicios como cafetería o restauración.
Nuevas cocinas.
La reforma, con un precio máximo de 9.316.000 millones de euros (aunque se reserva un montante de hasta 1,3 millones para posibles modificaciones), conlleva también la reforma del tejado y los aleros del edificio, así como la adecuación de acabados, carpintería interior y exterior en planta baja, y mejoras en los servicios de restauración del Parador de Cervera.
En este sentido, se actualizará la cocina actual, manteniendo los equipos que estén en uso y eliminando todos aquellos que están obsoletos y se dotará a la cafetería de una nueva barra de bar y actualizarán todos los equipos del oficio que le da servicio.
Una planta menos.
Además de en la planta baja y en el sótano, donde se crearán algunos espacios técnicos, la reforma toca a todo el edificio, con seis plantas más (5, más bajo cubierta) de las que actualmente cinco de ellas tienen habitaciones.
Esa quinta planta quedará desnuda tras la reforma. «Esta planta no se reforma, se deja pendiente para una futura fase. Sí se la dotará de rociadores, se eliminan puertas, armarios y cualquier elemento que pueda arder y se deja únicamente una puerta de acceso para mantenimiento. Además, se aísla el suelo de toda la planta».
De esta forma, tal y como explica el proyecto, «el parador pasa de 80 a 64 habitaciones». Si bien, se indica que la pérdida no es significativa porque 64 «es el número de habitaciones que se ocupan en la actualidad».




