El artista presenta ‘Réversible’, una muestra organizada por el Ayuntamiento de la capital francesa
Por Fernando Caballero
‘Réversible’ es el título de la nueva exposición de Alberto Reguera, pintor nacido en Segovia pero vinculado estrechamente a Palencia, donde pasó su infancia, adolescencia y juventud. Esta muestra supone el regreso del artista a la capital de Francia, en un proyecto organizado por el Ayuntamiento de Paris Distrito 8, a través de Jean-Pascal Hesse, adjunto de Cultura de la institución. Asimismo, cuenta con el apoyo del servicio de Cultura de la Embajada de España en Francia. Inaugurada el 26 de mayo, permanecerá abierta hasta el 12 de junio.
La exposición mantiene la línea artística iniciada por Reguera a principios de este siglo. “Utilizando el suelo como soporte, e independizándose así del soporte tradicional, la pared, agrupa algunas de estas pinturas tridimensionales en pequeñas familias de pinturas, componiendo una instalación pictórica. Su reto es adaptarse al espacio, creando una sensación de armonía y equilibrio. Estas instalaciones pictóricas son efímeras, o temporales. Sin embargo, cada pieza tiene vida propia y su propia personalidad”, según explica él mismo el contenido de ‘Réversible’.
Son “objetos pintados por todos sus lados y que también pueden rodearse físicamente”. “Quien así lo haga experimentará, sobrevolándolas con su mirada, diferentes perspectivas, creando así su particular campo de visión”, agrega. Reguera también se refiere a sus nuevas obras como un planteamiento interactivo con el visitante, que “se nutrirá gracias a la noción del espacio como hilo conductor para crear un paisaje de pinturas dentro de la sala”.
El visitante podrá observar la parte frontal y la trasera de cada obra. “El objetivo de esta exposición es explorar más allá del anverso y del reverso del cuadro. Que la mirada del espectador hacia estas obras no sea irreversible. Que se amplíe, para que su imaginación construya su propio campo de visón, a través de su propia percepción. Una interacción que no solamente sea visual, también física. El visitante podrá rodear y deambular a través de la instalación pictórica compuesta por estas obras posadas en el suelo”, explica.
Entre los títulos de las obras, destaca uno de los últimos años, titulado ‘Delia’, en recuerdo de Delia Marante, amiga del pintor fallecida hace dos meses que tenía una “vena artística y espiritual muy fuerte”, según la define.
Todas estas obras están realizadas con técnica mixta sobre lienzo. “Están pintadas por todos los lados, cada uno de ellos conserva su propia autonomía. Sin embargo, su luz se refleja en la siguiente obra instalada, estableciendo un diálogo donde se entrelazan colores y sensaciones que se proyectan más allá del cuadro que se ha independizado del muro”, agrega Alberto Reguera. Además, presenta algunas de sus pinturas en expansión, de pequeño y gran formato, sobre soporte de lienzo, haciendo desbordar la materia que brota de estos paisajes tridimensionales.
El artista comenzó a trabajar en la pintura expansiva en el año 2007. Su objetivo era “expulsar la pintura fuera del lienzo pero desde el lienzo”, reconoce. Posteriormente, inició el trabajo con las performances pictóricas, unidas a la pintura expandida, como las que realizó en el Museo Thyssen de Madrid y en El Cairo, ambas en 2021.
París ha sido una ciudad vinculada artísticamente a Reguera, ya que allí expone desde el comienzo de su carrera, hace cuarenta años. “Ya realicé exposiciones de este tipo de vertiente de mi trabajo, la instalación pictórica, pero nunca en un espacio de estas grandes dimensiones. Concretamente en 2021, expuse unos ‘assemblages’ de obras en La Place du Louvre. También he expuesto estas instalaciones pictóricas en Singapore, en su Sculpure Square en 2007, así como en el City Hall de Hong Kong, proyecto Beyond Form (2010) y en el UMAG Museum de Hong Kong, en su primera retrospectiva en 2015, titulada ‘Blue Expansiva Landscape’.
Este tipo de pintura también ha estado presente en Palencia, en el Centro Cultural Provincial de la Diputación en 2019. La muestra se tituló ‘El horizonte desbordado’. En aquella ocasión se mostraron algunas de las obras que van posadas en el suelo y pintadas por todos sus lados.
