Este restaurante fundado en 1974 por Luciano Amor e Irene Santos en Palencia, celebra 51 años de tradición. Dirigido por su hijo Raúl, destaca por su cocina regional y productos frescos, manteniendo la esencia mientras se renueva
En 1974, Luciano Amor y su esposa Irene Santos decidieron dejar Madrid y volver a sus raíces palentinas. Lo que comenzó como un sueño en la antigua Mesa de la Forja (en Ponce de León de Palencia) se trasladó poco después a la localidad de Monzón de Campos, donde nació La Casa de Piedra, un restaurante que este año celebra 51 años de historia. Desde 2002, su hijo Raúl Amor lleva el timón con la misma filosofía: apostar por la calidad y por la gastronomía regional.
Luciano, novillero de profesión, e Irene buscaban un futuro más tranquilo lejos del bullicio madrileño. “Mi padre era taurino, novillero de profesión, y hasta construyó una plaza de tientas aquí mismo”, recuerda Raúl.

Aromas con sabor a tradición
Y si hablamos de la verdadera especialidad del restaurante, la cocina, Raúl destaca de la carta del restaurante las carnes de vacuno, con especialidades como el lechazo IGP, los pescados del Cantábrico, o los platos emblemáticos como la sopa castellana, menestra o pistos elaborados con productos de la huerta propia.
“Tenemos una huerta que, si no nos abastece del todo, se acerca bastante. Trabajamos con productos frescos, de temporada y hechos como antaño”. Incluso se conserva y se continúa utilizando a día de hoy el horno de leña con el que arrancó el restaurante hace 51 años.
Reformas para seguir creciendo.

Aunque la esencia permanece, el restaurante se ha ido renovando. “En estos momentos estamos mejorando las instalaciones y poco a poco iremos continuando con esa mejora en los sucesivos años”, explica Raúl, para quien el secreto del éxito del negocio se basa en “mantener la tradición a la vez que se mejora en el día a día”. Hoy, La Casa de Piedra es un referente gastronómico en la provincia, frecuentado tanto por palentinos como por viajeros que buscan calidad.
El cartel expuesto en la puerta, ‘Casa fundada en 1974’, no es solo un dato, es un compromiso.







