Los palentinos que ganaban al Alicante al descanso de 10 puntos perdieron de 20 tras una segunda parte en la que el error en los tiros (sólo uno de 14 en triples) volvió a lastrar el resto de juego
El Súper Agropal Palencia cosechó su segunda derrota de la temporada y no por poco, precisamente: por 20 puntos de diferencia en una segunda parte nefasta de nuevo en ataque (18 puntos en 20 minutos), con un acierto que ya comienza a tocar la moral de los jugadores y con una defensa que no logró parar a un Alicante que ya no necesitó intimidar con Larsen. Tenía a Walker.
La competición volvía a la Caldera de Castilla después de la derrota de los morados allende los mares en el continente africano del domingo. Lo hacía en un partido en la jornada de Halloween. Y miedo daba el encuentro y miedo daba el pívot del HLA Alicante, el exmorado (hace mucho tiempo y aplaudido por la grada en la presentación), Larsen. Por desgracia, lo que prometía el Halloween lo cumplió. Tocaba sobreponerse a ese miedo y enlazar una nueva victoria en cancha propia, algo que parecía fácil, pero, sin acierto y sin plan B…
Para comenzar, señalar que el Súper Agropal Palencia parece que sigue sin recibir de Hummel la indumentaria de este año, jugando aún, mes y medio después del inicio de la competición, con el modelo de la pasada temporada. ¿Importante? La importancia que se le quieran dar a las formas.
Saltó al parqué el equipo dirigido por primera vez en casa por Natxo Lezkano en esta liga, con Jakovics, Oroz, Borg, Vrankic y Ugochukwu.
Arrancó el Súper Agropal Palencia robando la primera bola del Alicante y machacando Ugochukwu sobre la bocina. La segunda de los alicantinos también se la birló el Palencia para que el pívot morado encestara. Alicante dio la réplica desde el 6,75 de la mano de Geu, que no solo reboteaba.
Vrankic, emparejado con Larsen había mantenido alejado al sueco del aro y sacaba la primera personal de Geu. Seguía perdiendo balones el Alicante, o robándoselos el Palencia, para colocarse con un 9-3 consumidos 3,10 de partido. Cambio en el Palencia, entrada de Armus y Kamba por Ugochukwu y Oroz. Segunda falta del único anotador visitante. Ahora le tocaba a Armus partirse la cara con Larsen. Entrada para Wintering, relevando a Jakovics, y Muñoz, tomando el testigo de Vrankic. La intensidad que buscaba Lezkano necesitaba de esa sangre fresca y Kunkel culminó la renovación del equipo por Borg.
Kamba, en el primer intento del 6,75… hundido. Kunkel, en la siguiente provocó una lucha con… Larsen. 14-5. No era el equipo de Melilla el que estaba en Palencia aunque dos pérdidas de balón condenaron la ventaja local temporalmente, porque tras el relevo de Larsen tras recibir un golpe en la cabeza, los morados se colocaron 19-9.
Al final del cuarto, 21-14, volviendo a pecar el Súper Agropal en los errores de hace una semana, porque salvo el primer intento de tres, no entró ninguno más: 1 de 7.
Segundo cuarto.
Los morados enfilaron el segundo cuarto abriendo la ventaja. Jakovics, de triple y Ugochukwu de mate. Tiempo muerto de Perelló con el 26-16.
Durante unos minutos los aciertos defensivos impidieron al marcador moverse, pero Palencia, tirando de juego coral y defensas que sofocaban a los alicantinos, volvió a abrir hueco. 33-21 consumido la mitad del segundo cuarto. Larsen, encimado (y a veces agarrado según los árbitros) por Armus, por ahora, solo sumaba 2 puntos con más de 10 minutos en cancha.
Comenzó Wintering a marcar el camino: encestando, robando y reboteando. Tiempo muerto Perelló con el 39-25. Dos minutos para el descanso al que se llegó con un 41-31.
A destacar los más de 13 minutos de juego de Armus, clavando casi el tiempo de Larsen en cancha. En otro ámbito, 3 de 12 en tiros de tres de los morados. Se atisbaba la entrada al pasaje del terror.
Tercer cuarto.
Jakovics dio la primera al Súper Agropal Palencia. Larsen, en un 2+1, emparejado ahora con Ugochukwu, acercó un poco al Alicante y Torres redujo a 6 la ventaja para los palentinos. Jakovics se sacó de la manga uno de sus tres tiros libres, encestando dos de ellos. Remató con un triple desde donde le gusta, teletrabajando.
Le estaba tomando la medida el letón, tomando la responsabilidad de dirigir tanto en el ataque como en la anotación a los de Lezkano. Su segunda personal, ante Walker, le relegó al banquillo, sustituido por Wintering. Ya había encestado 16 puntos. A partir de ahí, al Palencia se le gripó un pistón.
La rigurosidad de los árbitros en las defensas de los palentinos comenzó a enervar al público local, pero lo cierto es que ahora el ataque tampoco funcionaba y los del HLA se colocaron a solo cuatro puntos. Tiempo muerto de Lezkano con 4 minutos por jugar del cuarto: 50-46.
Y siguiendo con el bloqueo en ataque (6 tiros seguidos errados por los morados), los visitantes empataron el encuentro, tras la cuarta falta de Muñoz. 50-50. Incluso le dieron la vuelta al marcador para ponerse con un +5: 51-56. Batería de cambios de Lezkano, sin remediar los temores morados. Al final del cuarto, 53-58, con 4 de 17 en tiros de tres y un 20 de 53 en tiros de campo para los palentinos. El parcial del cuarto, 12-27.
Último cuarto.
Sin acierto siguió el Palencia marrando dos posesiones seguidas. Ni Borg desde el 4,70 acertaba en la técnica por retener el balón que le pitaron a Coulibaly. Seguía negado el Palencia en ataque, sin acierto, perdiendo balones ante la presión del Alicante que se marchaba de 9 puntos. 55-64. Tiempo muerto de Lezkano para tratar de reconducir un partido que daba miedo. Que se había puesto cuesta arriba.
Tiempo para la calma, como la que demostró Vrankic en la primera que tuvo en una internada. O la siguiente en defensa para desbaratar la arremetida mediterránea. Un espejismo. La ventaja visitante se incrementó a los 10 puntos. 57-67 al mismo ritmo que el porcentaje de acierto de los palentinos caía. 21 de 61 en tiros de campo. Los rumores en las gradas eran ensordecedores. Alicante presionaba, y no dejaba más opción a los locales que tirar, no siempre cómodos, aunque lo cierto es que ni en los liberados había acierto.
En cambio, al Alicante le entraba ahora todo. Las rachas. Comenzaron a oírse pitos en las gradas con el +13 alicantino. Tercer tiempo muerto de Lezkano que no daba con la tecla.
Seguía el equipo optando por lo que no funcionaba y cuando se intentaba alguna cosa diferente, como una penetración, la confianza estaba ya tan mermada que suponía una oposición tan grande como una torre enfrente. Y defendiendo, si no literalmente, los de morado lo hacían ya con los brazos abajo.
Con menos de un minuto por jugar, algunos aficionados comenzaron a marcharse. Como Muñoz, por la quinta personal.
Al final, una abultada derrota de los morados (59-79), la más grande en mucho tiempo en su feudo, merced a un con un parcial tras el descanso de 18 (solo 6 puntos en el último cuarto) a 48. Por no hablar del acierto de los locales, con 21 de 68 en tiros de campo, de los que el triple arrojó un pírrico 4 de 26.
También la segunda derrota del Súper Agropal Palencia en la liga; y primera de la temporada en casa. Para ver a un equipo profanar el templo palentino habría que remontarse a febrero, con el San Pablo Burgos que finalmente ascendería. Una derrota con Luis Guil en el banquillo. Hoy estaba en la grada y, tras el encuentro, conversó con Lezkano.

Entre los palentinos, el mejor Jakovics, con 14 items, siendo también el máximo anotador (18 puntos). El jugador con mejor +/-, Oroz, con un +1. El peor en este aspecto, Wintering, con -21 con él en cancha.
Próximo encuentro del Súper Agropal Palencia, el sábado próximo en Zamora.


























































