Tarde de futuro e ilusión

Salida a hombros de Pedro Caminero, Iker de Virgilio e Iker Rodríguez. / Fernando Caballero Rojo

Por Fernando Caballero Rojo

Plaza de toros de Palencia. 29 de agosto de 2025. Un tercio de entrada.

  • Novillos de Yerbabuena, de presentación ajustada y juego variado. Cuarto y sexto premiados con la vuelta al ruedo, todos aplaudidos en el arrastre.
  • David Cob (escuela de Palencia), palmas.
  • Pedro Caminero (escuela de Salamanca), dos orejas.
  • Martín Mendoza (escuela de Camas), oreja.
  • Iker de Virgilio (escuela de Castellón), dos orejas.
  • Eduardo Chibanga (escuela de Moita), palmas.
  • Iker Rodríguez (escuela de Valencia), dos orejas.

A las 17:59 horas comenzaba a sonar en la plaza de Campos Góticos el primer pasodoble de esta feria de San Antolín para un paseíllo diferente. Lo hacía a los sones de “La Entrada”, en esta nueva normalidad de la plaza de toros de Palencia sin la Banda Municipal.

Como nueva normalidad es también para los novilleros actuales el concepto de clase práctica, una suerte de novilladas sin picadores, cuyo vacío legal aprovechan las escuelas y empresas para ofrecer un espectáculo “low cost”. Ésta fue con muerte.

Imagen que presentó la Plaza de Toros de Campos Góticos de Palencia. / Fernando Caballero Rojo

Hoy seis novilleros de diversas escuelas de España, y hasta una portuguesa, se han enfrentado a una novillada de la ganadería Yerbabuena, procedente de Sevilla.

Abrió plaza el único novillero de la escuela de Palencia, el burgalés de Roa, David Cob. Con una larga de rodillas recibió el raudense al primer novillo de la tarde, para seguir con unas estéticas verónicas sacándose al toro a los medios. Brindó a su público para proseguir con una ajustada faena, iniciada de rodillas, ante un novillo con complicaciones. Hasta dos sustos le dio, uno por cada pitón, hasta que le prendió durante unos segundos. El pinchazo y la estocada defectuosa que precedieron al acero definitivo le privaron de tocar pelo.

Poco lucimiento permitió en el capote el segundo novillo, lidiado por el alumno de la escuela de Salamanca Pedro Caminero. Tras brindar al público, comenzó la faena por la derecha, muy voluntarioso y estético con un novillo que embestía rebrincando. Estuvo firme ante las feas embestidas del animal por ambos pitones, pero a medida que avanzaba la faena, el eral se iba quedando corto y empezando a perder las manos.

En el tramo final del trasteo, cuando se volvió a llevar los trastos a la mano izquierda, dio dos extraordinarios naturales, antes de un gran pase de pecho. Un bonito final por ayudados, rodilla en tierra, seguidos de unos estéticos naturales abrocharon una faena culminada con una gran estocada, en todo lo alto, que valieron al joven salmantino las dos orejas.

Pedro Caminero con el acero. / Fernando Caballero Rojo

Complicado fue también el ejemplar que hizo de tercero, tocado en suerte al sevillano Martín Mendoza, que no pudo apenas lucirse con la capa. Brindó al público una difícil faena, ante un novillo con las fuerzas contadas, que hizo constantemente por el torero. El oponente, con buen embroque pero que salía desentendido de los trastos, resultó de los peores lotes de la tarde. No pudo Mendoza confiarse en ningún momento, el novillo no tenía nada de tonto, pese a lo cual se pudieron ver destellos del buen concepto del alumno de la escuela de Camas.

El mejor novillo de la tarde fue el cuarto. Así lo mostró desde el buen recibo por verónicas de Iker de Virgilio. Dejó el momento más aplaudido en un duelo de quites comenzado por Eduardo Chibanga, que levantó en el público los olés más sonoros de la tarde con cinco tafalleras y una bonita larga cordobesa. Por el mismo palo respondió el castellonense, que cerró con una larga cambiada de rodillas. Como de rodillas fue el emocionante inicio de faena, aprovechándose del buen pitón derecho de su oponente. Por la derecha fueron las siguientes tandas, con el novillo yéndose largo y embistiendo de manera extraordinaria. Peor condición tenía por el pitón izquierdo.

Natural por el pitón izquierdo de Iker de Virgilio. /Fernando Caballero Rojo

La faena, fundamentada en la mano derecha, dejó tandas emocionantes y de gran clase, culminadas con buenos pases de pecho. Una estocada a la primera y un descabello le permitieron cortar las dos orejas, ante el oponente de Yerbabuena que fue premiado con una excesiva vuelta al ruedo.

A porta gayola se fue Eduardo Chibanga en el quinto novillo, bien ejecutada, para luego seguir con dos largas de rodillas en los terrenos del 6. El valenciano Iker Rodríguez quedó a merced del toro, tras ser prendido en el quite. La faena, larga y fundamentada en la mano derecha, con un peculiar concepto, gustó a un amable público. Las manoletinas finales precedieron a un auténtico calvario con la espada. Hasta siete veces entró a matar el portugués, con todo tipo de pinchazos.

Tras el percance sufrido en el quite al quinto salió Iker Rodríguez a dar lidia y muerte al último de la tarde, en el que David Cob ejerció su derecho a un buen quite. En momentos de ausencia de toreros banderilleros, el valenciano tomó arrestos y cogió los palos, en un tercio que fue todo un despliegue de cualidades físicas, con tres vistosos pares en la cara, destacando el primero y el tercero, al quiebro.

El novillo, pronto y repetidor, permitió largas series con la mano derecha, que fueron del agrado del público. La faena, convertida en un constante juego de terrenos por la mansedumbre del novillo, transcurrió prácticamente al completo con la muleta en la mano derecha del valenciano. En cuanto intentó torear al natural, se encontró con una embestida corta e incierta. Las ajustadísimas manoletinas finales, en un palmo, junto a una estocada de buena ejecución, emocionaron al generoso público, que acabó pidiendo las dos orejas, que concedió el presidente, con otra generosa vuelta al ruedo al eral.

Tarde festiva en Campos Góticos que sirve como aperitivo para el abono, que se abre este sábado con la corrida de La Quinta.

Noticias más vistas: