Tras el éxito de la visita anterior, los alumnos de Maristas esperaban con ganas volver a compartir juegos y aprendizajes con los mayores
La magia del juego intergeneracional volvió a sentirse en el Colegio Marista Castilla, donde varios usuarios del Servicio de Ayuda a Domicilio (SAD) de Palencia participaron en una nueva edición de la actividad “Jugando entre Recuerdos”, organizada por Senior Servicios Integrales, filial de Clece. Pequeños y mayores compartieron los juegos de nuestros abuelos en un una mañana entrañable.
La jornada, que se repitió tras el éxito cosechado en marzo, demostró que la conexión entre generaciones no sólo es posible, sino profundamente enriquecedora. Los usuarios del SAD, Ignacio Alcaide, Carmen Pastor, Vidal Aristín y Julia Alonso, esta última nueva participante, compartieron una mañana de juegos tradicionales con el alumnado del colegio. Algunos de los estudiantes ya conocían los juegos del pasado encuentro y han podido perfeccionar durante este tiempo sus habilidades en los mismos.
Desde la gallina ciega hasta la rayuela, pasando por las chapas o el corro de la patata, mayores y pequeños volvieron a encontrarse en un espacio común de alegría y aprendizaje. Los niños y niñas, encantados con la primera experiencia, estaban deseando repetir, y aquellos que no tuvieron oportunidad de estar la primera vez con esta visita asistieron a una demostración de cómo jugaban sus abuelos y pasaban su tiempo libre.
Para los mayores, estas actividades suponen mucho más que una mañana de juegos. Son escuchados, valorados y disponen de una ocasión muy especial para ejercitar la memoria, compartir vivencias y sentirse parte activa de la comunidad. “Jugando entre Recuerdos” se afianza así como una propuesta que combina bienestar emocional, estimulación cognitiva y convivencia.
La continuidad de esta iniciativa pone de manifiesto el impacto positivo que tiene tanto en los usuarios del SAD como en el alumnado del colegio, generando vínculos reales que van más allá del aula o del domicilio. Porque cuando se juega con cariño, no hay generaciones: solo personas que comparten lo mejor de sí mismas.