Astudillo recibe la primera pareja del proyecto de reintroducción de la especie más icónica de la fauna ibérica. Después de estar a punto de desaparecer, hoy hay más de 2.000 ejemplares
Elegantes, veloces… Y un poquito asustados. Virgo y Vuelvepiedras eran recibidos esta mañana con honores de monarcas en pleno monte del Cerrato Palentino. La princesa y el príncipe del trono que ostentó en su momento el lince ibérico, la auténtica seña de identidad de la fauna ibérica, regresan a su reino legítimo, de donde nunca debieron haber salido, para reiniciar un linaje capaz de unir a la naturaleza con el desarrollo sostenible de Castilla y León.

El lince ibérico fue prácticamente exterminado por la población, hasta llegar a apenas 90 ejemplares. Hoy, gracias a los programas de conservación y a la mayor sensibilización de la sociedad, superan los 2.000. Así lo destacó el secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, en el acto institucional que Astudillo acogía esta mañana, tras la bienvenida a la pareja de linces, que han sido criados en el centro de El Acebuche, en Doñana (Huelva).

“En otro tiempo, especies como el lince eran consideradas alimañas, se pensaba que no aportaban nada positivo y se veían como un estorbo. Eso nos coloca en un país muy distinto al de hoy en día, donde la mayoría de los ciudadanos aspiran a habitar un territorio vivo, un territorio sano. Porque el equilibrio ecológico que aportan las distintas especies de la cadena trófica son las que definen la salud ambiental de un territorio”, imprescindible para tener también salud pública y calidad de vida en territorios como el mundo rural.
Los primeros pasos para el regreso del lince al Cerrato Palentino
“El lince forma parte de ese escaso grupo de especies que en nuestro país contribuyen a definir la calidad de un territorio. Y se ha convertido en un emblema de que, cuando una sociedad quiere, puede”, recordaba. Y coincidía el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, que lo calificaba como “símbolo de nuestra fauna”.

Un momento antes de levantar la trampilla que liberaría a la hembra Virgo, Fernández Mañueco recordaba que los vecinos de Astudillo no habían visto al lince de manera regular por los montes del Cerrato Palentino desde 1972. “Hoy nos acompañan niñas y niños de Astudillo y de toda la comarca”, que conectan, a través de Virgo y Vuelvepiedras, con un futuro que desea convivir mejor con su fauna y su flora. Y es que, según ponía en valor el presidente en su discurso en el Centro de Día de Astudillo, ha sido el consenso social el que ha permitido recuperar una especie que es “la mejor aliada para la agricultura y la ganadería extensiva”.

Entre otros aspectos, va a ayudar a controlar la población excesiva de conejos y potenciará la caza menor al controlar depredadores como el zorro, lo que redundará en un incremento de perdices. “Una fuente de riqueza”, como apuntaba el alcalde de Astudillo, que resaltaba también el potencial para el turismo de naturaleza en este territorio.
Suelta blanda
Virgo y Vuelvepiedras, que fueron recibidos por representantes de todas las instituciones, vecinos de la comarca y una representación de escolares del colegio Anacleto Orejón de Astudillo, vivirán durante un mes en el área acotada en el monte de esta localidad de una hectárea de extensión. Dado que han sido criados en cautividad, esta estancia intermedia les permitirá aclimatarse y aprender a cazar, mientras los técnicos de la Junta monitorizan su actividad las 24 horas del día. Cuando estén listos, serán liberados en el monte y será entonces cuando lleguen los cuatro restantes, de dos en dos.
A partir de ahí, según destacó el secretario de Estado de Medio Ambiente, el plan es que se vayan moviendo libremente por el territorio. “Habremos concluido cuando no tengan que llegar desde Doñana transportados en una furgoneta”, sino que se extiendan por el territorio de manera natural.

Este proyecto de reintroducción del lince en Castilla y León, según recordó Fernández Mañueco, comenzó hace dos años y conlleva una inversión de en torno a 2 millones de euros, principalmente en infraestructuras, equipos técnicos y materiales. El objetivo es proporcionar al lince ibérico un entorno adecuado para su supervivencia en la Comunidad, impulsando al mismo tiempo el desarrollo económico y social del territorio.
Mientras se va poniendo en marcha en los montes del Cerrato Palentino, el Ejecutivo autonómico está realizando los estudios técnicos previos para reintroducir esta especie en zonas ecológica y socialmente viables en la Comunidad, para lo que está buscando también financiación de los Fondos Next Generation de la Unión Europea. Asimismo, en 2024 logró la aprobación del Comité de Flora y Fauna y ha recabado la aceptación y el apoyo de ayuntamientos, vecinos, propietarios de terrenos, agricultores, ganaderos, cazadores y agentes locales afectados, a través del diálogo y el consenso.
Además de este programa en torno al lince ibérico, el Ejecutivo autonómico ha puesto en marcha distintos proyectos para la recuperación y conservación del águila imperial, el águila perdicera, el quebrantahuesos, el oso pardo, la cigüeña negra, el desmán ibérico, el visón europeo, la alondra ricotí y el urogallo.