El artista murciano actuó por primer vez en Palencia en el marco de las Fiestas de San Antolín
“Bienvenidos al mejor concierto de su vida”, soltó Walls en los primeros compases del concierto ofrecido en el Paseo del Salón. El murciano, a punto de cumplir 25 años, se estrenaba en Palencia, no en Castilla y León, y lo hizo con un directo de hora y veinte minutos en el que encadenó unas cuantas canciones de su repertorio sin apenas pausas, rodeado de un público joven fanático que lo acompañó de principio a fin.
Walls arrancó el concierto con Otra mitad, después llegó En los huesos y En Dos. Le siguieron Malos hábitos, Paralelas y Si me muero, cediendo al público varias líneas de esta última canción; después sonarían Una noche más, Cansado de estar triste y Haciendo na. Tras este repertorio, Ginés Paredes (su nombre real) llegó Reventar la ciudad (tema popular que tiene con Funzo y Baby Loud) y un instante más íntimo con guitarra para interpretar 9472.
El tramo final combinó baladas y éxitos: Mi mejor versión, Conmigo no lloras (tema que sacó este verano), Me encanta(s) y Haz lo que quieras conmigo, uno de sus temas más conocidos y personales, con el que aprovechó para lanzar un breve discurso sobre la libertad de ser uno mismo. Además, dedicó La Sole a su madre y metió un toque de rock con Malavida.
La traca final llegaría con Perro callejero (canción que comparte junto a Natos y Waor, y que fue de los más seguidos y vitoreados de la noche), cuando Walls también bajó al foso para cantar junto a los fans; y cerró con Nápoles y Mi Nena. Con este último tema, antes de terminar, presentó a sus músicos y al equipo técnico, y agradeció el apoyo del público esperando “y sabiendo” que había cumplido las expectativas. Finalmente, lanzó su vaso al público y, para cerrar, foto de familia mientras sonaba La donna è mobile.
Aunque no se llenó el Paseo del Salón, Walls dejó un directo sólido en el que estuvo muy arropado por sus fans, un público joven que disfrutó de cada tema y acompañó al artista en su debut en Palencia.
