Y se hizo la luz en Palencia… con la caña en la mano

Palentinos en una terraza, durante el apagón. / Óscar Herrero

Palencia ciudad y buena parte de la provincia, recuperan la electricidad tras horas de apagón a la luz del sol

La electricidad ha vuelto a fluir por la red eléctrica de la provincia. Los electrodomésticos han regresado a la vida, lo semáforos han vuelto a mostrar su cadencia y los generadores eléctricos han dejado de bufar para mantener el pulso en lugares como los centros sanitarios y los hospitales, donde solo se iluminaba lo imprescindible. El resto, tinieblas.

Pasillo del Hospital Río Carrión, esta tarde.

Ha sido sobre las 17,30 horas, cuando, tras cinco horas sin electricidad, se ha recuperado el suministro. Cinco horas en las que la preocupación tampoco es que se hubiera extendido entre la población palentina. En muchos pueblos, acostumbrados a que de vez en cuando deje de llegar la electricidad o las telecomunicaciones, tampoco se han sobresaltado demasiado, pensando que era algo local.

“Ah, que es general, ¿En toda España?”. Siguiente afirmación. Pues a preparar la comida en el fuego. Mama, ahora te lo llevo. Y si no, al horno de leña, que estará caliente aún de ayer (domingo)”, conversaban una madre y una hija en una localidad de La Vega de Saldaña este mediodía.

También era habitual personas bajándose del coche y dando con rabia al botón de la puerta automática de su garaje sin saber la razón por la que no se levantaba, carentes de la información de que la luz, a plena luz del día, se había ido.

En la ciudad, algún problema más. Especialmente con el tráfico, lo que obligó a la Policía Local a dirigir la circulación en cruces y glorietas donde al mediodía se concitan muchos conductores que no tenían las indicaciones de las señales luminosas.

Agentes de la Policía Local, controlando el tráfico en Palencia. /Óscar Herrero

Problemas también en la estación de ferrocarril. Hasta con lo trenes diésel que, debido al fallo en las comunicaciones y los aparatos eléctricos, tampoco podían circular con seguridad. Así que a las puertas de la terminal de Palencia, los pasajeros de algunos trenes esperaban a la sombra.

Otros trataban de buscar algo de información, mientras el maquinista de un tren que debía haber partido a las 13,30 horas de Palencia, hacía guardia a la 15 horas para ver si volvía la electricidad y podía encaminarse a su destino.

También atrapados, pero no en Palencia sino en sus ascensores, algunos palentinos embarcados en ellos cuando la electricidad se fue a cero absoluto. “Enseguida se pusieron los Bomberos en contacto con las empresas de ascensores para que les pasaran llaves maestras y han estado trabajando coordinados con esas empresas”, explican desde el Ayuntamiento de Palencia.

Hospitales.

Y lo verdaderamente complicado: los hospitales y residencias de ancianos, donde el suministro eléctrico es imprescindible. Y para momentos así cuentan con grupos electrógenos autónomos. Aunque su encendido no sea inmediato y necesiten una supervisión constante.

Aquí se han suspendido o aplazado las intervenciones no urgentes o programadas, haciéndose cargo de lo más perentorio.

Algunas gasolineras también tuvieron que cerrar, dado que sin bombas eléctricas funcionando o sin posibilidad de alimentarlas con generadores, poco podían servir.

Lo mismo que las tiendas. A carreras a proteger el género que no iban a vender porque no había forma de cobrar, e intentar cerrar las puertas o las verjas, que al ser eléctricas no se dejaban dominar por los impulsos manuales.

Por todo ello, se crearon dos puntos de control en la provincia de Palencia: uno en el Palacio Provincial de la Diputación, donde el subdelegado del Gobierno, Ángel Miguel, el delegado territorial de la Junta, José Antonio Rubio, y la presidenta de la Diputación, Ángeles Armisén, se reunieron en CECOPI en coordinación con el resto de administraciones, para abordar las necesidades que iban surgiendo. Desde este puesto de mando se envió una comunicación a todos los alcaldes de la provincia para que comprobaran el nivel de combustible de los grupos electrógenos de centros sanitarios y residencias de ancianos así como del suministro de agua, dado que muchos abastecimientos dependen también de la electricidad para captar el agua, purificarlo e incluso impulsarlo a la red, si no se cuenta con suministro por gravedad.

El otro punto de control fue el Cuartel de la Policía Local de la capital. Allí se reunió la alcaldesa de la ciudad, Miriam Andrés, el concejal de Seguridad Ciudadana, Toño Casas y los jefes de Policía Local, Bomberos y Protección Civil. Desde aquí se mantuvo la comunicación con los hospitales, centros de salud y residencias de ancianos de la ciudad. y se mantuvo un contacto “permanente con las empresas palentinas que poseen generadores y las gasolineras para que no haya problema de suministro y de abastecimiento”.

La cosa no ha ido a más, y a la 17,30 horas, a muchos les pilló la vuelta de la electricidad en la calle, en las terrazas de los bares que, de alguna forma, habían mantenido el género fresco. Con clientes disfrutando de unas horas sin electricidad, sin el estrés de tener que trabajar o realizar otras actividades. Sólo con el sol calentando la tarde y como mucho con el pensamiento de qué ocurriría si llegada la noche no hubiera electricidad. Duda ahogada con un trago de consumición, un desentumecimiento relajado  y la llegada de la electricidad. “Ha vuelto la luz”. Y con ella, la tele e internet.

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