El fotógrafo zamorano será distinguido por su inmersión en pueblos al borde del olvido y su defensa del proceso tradicional, en una ceremonia que une su trayectoria al legado etnográfico de Piedad Isla
Jesús García-Prieto / ICAL
El Teatro Ortega de Palencia se convertirá mañana en el epicentro de la fotografía etnográfica con la entrega del XVI Premio Nacional ‘Piedad Isla’ 2025 al zamorano Claudio de la Cal. El acto, organizado por la Diputación en el aniversario del fallecimiento de la pionera cerverana (1926-2009), incluirá el preestreno del largometraje documental ‘Isla Indómita’ y reunirá a amantes de la imagen, la memoria rural y el patrimonio inmaterial. Dotado con 6.000 euros, el galardón reconoce una carrera de más de tres décadas dedicada a documentar la despoblación, las mascaradas ibéricas y la dignidad de los últimos habitantes de la España interior.
Claudio de la Cal (Benavente, 1968), afincado en Salamanca, representa la rara avis de la fotografía contemporánea: un defensor acérrimo del analógico en tiempos de píxeles efímeros. “Me siento rural, literalmente”, declaró a Ical con voz serena pero firme. Su herramienta no es un smartphone ni un dron, sino una Hasselblad 6×6 de formato medio, carretes Ilford y un trípode que monta en bares cerrados o cocinas con lumbre. El jurado, presidido por el vicepresidente segundo de la Diputación, Urbano Alonso, valoró por unanimidad su “constante dedicación a temas sociales y el patrimonio etnográfico”, así como su capacidad para convertir la cámara en “herramienta de reflexión, testimonio y resistencia ante el olvido”.
La noticia le pilló desprevenido el pasado lunes 27 de octubre. “Al principio no me lo creía. Llevo más de 30 años en el oficio y que te llame la presidenta para decirte que estás entre Cristina García Rodero, Ramón Masats o Chema Madoz… da vértigo y una satisfacción inmensa”, confesó. Su trayectoria se suma a la de quince fotógrafos ilustres que ya ostentan el ‘Piedad Isla’: Ouka Leele, Colita, Castro Prieto, Tino Soriano, José Manuel Navia, Pilar Pequeño, Javier Baulúz, Sofía Moro o Benito Román, entre otros.
De la Cal inició su andadura en 1993 en el diario La Opinión-El Correo de Zamora, alternando el fotoperiodismo gráfico con reportajes sociales. Poseedor de un Máster PhotoEspaña, pronto derivó hacia la fotografía documental de largo recorrido. El zamorano expuso en Nueva York, Hamburgo y festivales como PhotoEspaña o Explorafoto Salamanca. Colabora con el Centro de Arte y Gestión (CAG) y el Ministerio de Cultura en proyectos de paisaje cultural, pero su esencia está en el terreno. “Recorro los pueblos en un Corsa gris, no en moto como Piedad Isla, pero con el mismo objetivo: captar lo que está a punto de desaparecer”.
Su método es radicalmente inmersivo. “Lo primero es integrarme. Me quedo a vivir, soy un habitante más. Espero días antes de sacar la cámara”. Rechaza el “disparo dominguero” y el turismo fotográfico. En Navares de las Cuevas (Segovia), invierno de 2018, pasó semanas. “Una vez éramos siete en el bar a las nueve y media de la noche. Saturnino, Felipe –que ya cerró–, Eugenio y yo. ‘¿Cuántos somos en el pueblo? Uno, dos, tres… ¿Y tú, Claudio? Siete’”. Hoy ese bar es un local vacío. “El bar es el ágora; hay que documentarlo antes de que muera”, señaló.
‘Menos de treinta’, el proyecto de su vida
Su proyecto emblemático, ‘Menos de treinta’, becado por el Instituto de la Juventud, nació de una convocatoria del Instituto de Estudios Segovianos González Herrero y se ha convertido en obra viva. “Empecé en Segovia, pero enlazo temas. Este año estuve en Porto Santo, cerca de Madeira, fotografiando lugares semiabandonados antes de la masificación”.
La despoblación no es estadística para De la Cal; es rostro, olor a leña, partida de mus. “Son orgullosos de su paisaje, mantienen un lugar duro. El tiempo se relaja allí; pides una mirada reflexiva al espectador. No soy sociólogo, pongo mi visión delante. Que actúe quien corresponda: políticos, inversores, vecinos”, aseguró. Su trabajo sobre mascaradas invernales entre Tras-os-Montes (Portugal) y Zamora-León le validó el reconocimiento internacional, aunque insiste que “la imagen debe hablar sola, sin filtros ni postureo”.
El acto de mañana adquiere dimensión cinematográfica con el preestreno exclusivo de ‘Isla Indómita’, dirigido por Pablo García Sanz y producido por el palentino Miguel Sánchez González (Visual Crea y Plan Secreto). Aún en fase de postproducción, el largometraje reúne testimonios de quienes compartieron vida con Piedad Isla –José María Pérez Peridis, Donato Torres Tejerina, Raquel Cabeza, Maximiliano Barrios– y de referentes culturales como Isabel Coixet (ocho Goyas), José Manuel Navia, Yayo Herrero, Castro Prieto, Publio López Mondéjar o Eduardo Margareto.
Rodado en la Montaña Palentina (Venta de La Cascarita, Museo Piedad Isla, Fuente del Cobre), Madrid, Barcelona, Valladolid y Santander, el equipo recreó en Calvo Sotelo el estudio callejero de Isla: vecinos posaron como en sus míticas fotos de los 50-60, algunas portada de El País Semanal o expuestas en PHotoEspaña y el Patio Herreriano. Este trabajo cuenta con apoyo de la Fundación Piedad Isla & Juan Torres, la Diputación, los ayuntamientos de Palencia y Cervera, la Junta de Castilla y León y CyLTV y su estreno comercial está previsto par ala primavera de 2026.


