El CDR Carrión de los Condes ofrece un curso gratuito para mejorar la atención a la población migrante en el medio rural

Cartel del curso sobre atención a población migrante en el medio rural

Profesionales de la sanidad, educación, tercer sector y administraciones públicas podrán formarse para construir comunidades más acogedoras e inclusivas

El Centro de Desarrollo Rural (CDR) Carrión de los Condes, en el marco del programa estatal “Miradas Diversas para Construir Comunidades Acogedoras”, impulsado por COCEDER, financiado por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones y cofinanciada por la Unión Europea a través del Programa FSE+ de Inclusión Social, Garantía Infantil y Lucha contra la Pobreza para el periodo 2021-2027, lanza una formación gratuita dirigida a profesionales del medio rural que trabajan en contacto con población migrante.

El curso tiene como objetivo mejorar la atención y la inclusión social de las personas migrantes que viven en los pueblos de la comarca de Carrión de los Condes, Saldaña, Paredes de Nava y alrededores, promoviendo una convivencia basada en el respeto, la diversidad y los derechos humanos.

Esta formación está especialmente dirigida a profesionales de sanidad, educación, servicios sociales, administraciones locales y entidades del tercer sector, cuya labor es clave para garantizar una acogida digna y la igualdad de oportunidades en el medio rural.
El curso se desarrollará antes del 15 de noviembre y la inscripción puede realizarse a través del formulario habilitado por COCEDER.

“Queremos dotar a los profesionales rurales de herramientas y conocimientos que les permitan entender mejor las realidades de la población migrante y contribuir a construir pueblos más abiertos, justos y cohesionados”, señalan desde el CDR Carrión de los Condes.

Este curso se enmarca en una estrategia más amplia de sensibilización contra el racismo y la xenofobia y forma parte de las acciones con las que COCEDER y los centros de desarrollo rural promueven un medio rural vivo e inclusivo, capaz de acoger la diversidad como una oportunidad frente al reto demográfico.

La población migrante, un factor clave para sostener la vida en el medio rural La provincia de Palencia, al igual que gran parte del medio rural de Castilla y León, vive desde hace años un intenso proceso de despoblación, envejecimiento y masculinización, especialmente en las zonas más pequeñas y aisladas. En este escenario, la población migrante se ha convertido en un factor clave para sostener la vida social y económica de muchos municipios.

Algunos datos que ilustran esta realidad:
• En la provincia residen más de 10.400 personas nacidas en el extranjero, lo que representa aproximadamente un 6 % de la población total.
• De ellas, el 54 % son mujeres, que desempeñan un papel esencial en los sectores de cuidados, atención a personas mayores y trabajo doméstico, mientras que los hombres se concentran en actividades agroganaderas y de servicios.
• La población migrante procede mayoritariamente de Marruecos, Rumanía, Bulgaria y países de América Latina, como Perú, Colombia, Venezuela o Brasil.
• En comarcas rurales como Carrión de los Condes, Saldaña, Osorno o Paredes de Nava, el porcentaje de personas de origen extranjero alcanza entre un 5 % y un 10 % del total de habitantes y, en algunos municipios, su presencia ha permitido mantener abiertos servicios básicos como escuelas o centros de salud.
• Las mujeres migrantes han contribuido de forma significativa a rejuvenecer el territorio: un 22 % tiene entre 25 y 34 años, frente al 8 % de las mujeres españolas en ese mismo tramo de edad.
• Según el Ministerio del Interior, la provincia de Palencia figura entre las diez de España con mayor tasa de delitos de odio por cada 100.000 habitantes (5,66 %), lo que pone de relieve la necesidad de seguir trabajando en educación, sensibilización y prevención de actitudes discriminatorias.

A pesar de las dificultades, la llegada de población migrante representa una oportunidad para frenar la despoblación, dinamizar la economía rural y diversificar el tejido social.
La clave está en acompañar a los profesionales y comunidades locales para que la integración se produzca desde el conocimiento, el respeto y la colaboración.

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