Reciclados de Estériles del Cerrato es una empresa familiar dedicada a la gestión y administración de una planta de valorización donde admiten RCD de toda la comarca del Cerrato, así como de otras localidades próximas, además de los generados por su empresa Contratas y Hormigones Baltanás S.L.

Ubicada esta planta en el polígono industrial de Torquemada, sus orígenes se remontan a finales del año 2019 y desde ese momento, y aunque el año 2020 “ha sido bastante raro por la pandemia y los altibajos en la construcción”, tal y como señala Roberto Tristán, -uno de los cuatro hermanos que gestiona este negocio- esta empresa, en plena crisis pandémica, adquiriró un camión para prestar de manera óptima sus servicios.

En este sentido, la principal actividad de Reciclados Estériles del Cerrato es reciclar residuos generados en la construcción y demolición. A la planta llega el material procedente de obra y es aquí donde se somete a una clasificación visual y, posteriormente, a una separación más minuciosa.

“Este proceso de reciclaje está ligado con el medio ambiente, debido a que los residuos se depositaban en vertederos incontrolados de los municipios antes de ser clausurados. Nosotros ofrecemos la posibilidad de que los albañiles, constructores, particulares, que realicen pequeñas o grandes obras lleven los residuos generados para su reciclaje. Y una vez procesado el material se puede volver a utilizar, para drenajes, tierras, firmes, rellenos…”

Proceso

Todo el material que entra en la planta pasa por una báscula que verifica el peso del material y desde la oficina se visualiza si el RCD es sucio o limpio.

El escaso material sucio que entra en planta se deja en la playa de descarga donde los impropios se separan de la fracción pétrea y se almacenan según su naturaleza. Contiguo a la playa de descarga se encuentran los contenedores que almacenan los productos por naturaleza hasta su retirada por sus respectivos gestores autorizados. Y el material limpio se manda a la playa de descarga o se envía directamente a su acopio donde se acumula hasta que se destina a la planta de valorización.

Para todo el proceso que se lleva a cabo en la planta se dispone de una criba móvil con tambores de imanes que limpian de material férreo la tierra y el árido de granulometría inferior a 20mm.

El rechazo de la criba móvil llega a una cabina de triaje y antes de su entrada se dispone de un soplador para conseguir la separación de plásticos, papeles, aislantes, materiales ligeros… Seguidamente se dispone de otro imán que separa el material férrico. Y por último, se procesa en el interior de la cabina de triaje, eliminando manualmente con operarios el material no férreo, maderas, cristales…

“La planta se sitúa en Torquemada. Lo normal es abarcar un radio de 30 km a la redonda, pero también se pueden ampliar fronteras”

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