Almendros junto al Lecrac, en la calle San José de la capital. / Google Street View

El Cuerpo de Seguridad de la capital palentina denuncia a tres mujeres por tratar de hacerse con el fruto de varios almendros de la ciudad a varazos

Hay un adagio muy pronunciado a veces, falso en la mayoría de las ocasiones, de que lo que hay en España es de los españoles. Algo que dice, en forma burlona y a modo de autojustificación, el que se apropia sin ningún derecho de algo que por azar cae a su alcance. 

No es de extrañar que lo digan aquellos que van por el campo y se encuentran con un zarzal lleno de moras, un árbol en medio de la nada cargado de manzanas o quienes en unas semanas se acerquen a determinadas zonas de la ciudad a recoger del suelo la ingente cantidad de castañas con las que los árboles de la ciudad premian (o castigan) a los habitantes.

Pero hay una diferencia notable entre los que van a agacharse a por las castañas del suelo y quienes pretenden hacerse con ellas por las bravas. De forma casi industrial. A unos se les deja cargar las bolsas y a los otros se llevan el castañazo de la multa.

El ejemplo de ello se ha dado ayer en la ciudad, cuando la Policía Local de Palencia ha denunciado a tres personas por tratar de conseguir el fruto de unos almendros del casco urbano antes de tiempo. Vareándolos. “A las 17:26 horas, en calle San José, son denunciadas tres mujeres por varear los almendros” dice lacónicamente el parte de la Policía Local de Palencia.

Porque está prohibido varear los árboles de la ciudad. Así lo establece la Ordenanza Reguladora para la promoción de la convivencia y la prevención de las drogodependencias en la ciudad de Palencia: “No está permitido zarandear árboles, cortar ramas y hojas, grabar o raspar su corteza”, arranca el punto 2 del artículo 38 de dicha Ordenanza que deja claro también algo obvio, o debiera serlo. “Se prohíbe talar, romper o arrancar árboles y arbustos”.  En otro punto de la Ordenanza se prohibe también  arrancar los frutos. ¿Y qué es varear? Básicamente todo lo anteriormente prohibido: “Derribar con los golpes y movimientos de la vara los frutos de algunos árboles”.

El castañazo

Así que en base a esa Ordenanza Municipal las tres implicadas podrían enfrentarse a un castañazo a la cartera. Porque dicho texto establece un régimen sancionador para quienes lo infrinjan.

En el caso de que su falta sea luego considera leve, la multa puede ir desde los 60 hasta 250 euros. En todo caso, sería la que se les aplicara a los menores de edad, aunque la Policía Local de Palencia no especifica si entre las tres mujeres había menores de 18 años.

De considerarse una infracción grave, la multa va desde los 251 euros a los 1.000. Y a ello, hay que añadir que “la imposición de las sanciones que correspondan por el incumplimiento de las normas previstas en esta Ordenanza no exonera a la persona infractora de la obligación de reparar los daños o perjuicios causados”. En definitiva, un buen castañazo, por ir a por almendras de la forma que no se debe.

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