Muestra gastronómica Naturpal Una caseta de dulces de las monjas de Paredes de Nava(Palencia). / Brágimo (ICAL)
Imagen de archivo de una caseta de dulces de las monjas de Paredes de Nava(Palencia). / Brágimo (ICAL)

La feria de repostería monacal abrió ayer su edición 2022 en el Claustro de la Catedral

El Claustro de la Catedral de Palencia es la nueva sede de la feria de repostería monacal ‘Dulzura en Clausura’, que abrió ayer al público y ofrecerá sus productos hasta mañana, domingo 11 de diciembre, en horario de 11:00 a 14:00 y de 16:30 a 20:00 horas.

La ya tradicional muestra de exposición y venta de los dulces que se elaboran en los conventos y monasterios de Vida Contemplativa de Palencia acoge en esta edición seis expositores: las Brígidas de Paredes de Nava; las Dominicas de Palencia; las Clarisas de Carrión de los Condes, de Calabazanos y de Astudillo; y las Carmelitas de Carrión de los Condes.

La elaboración de dulces es, para muchos de los conventos y monasterios de Vida Contemplativa, su medio de subsistencia y su principal fuente de ingresos. Y para la población en general “estos dulces representan una manera de disfrutar de productos, de recetas muchas veces centenarias, de primera calidad elaborados con mimo por nuestras monjas de clausura”, destacan desde la Diócesis palentina.

“En nuestro particular calendario ya se había hecho tradición la celebración de la muestra de “Dulzura en Clausura” en el hall de entrada del Seminario Mayor Diocesano. Este año Dulzura en Clausura cambia de ubicación y pasará a celebrarse en el Claustro de la Catedral de Palencia”, apuntan. Una manera de hacer coincidir la feria con la muestra “Renacer” dentro de los actos del VII Centenario de la seo.

“Dulzura en Clausura” nació en diciembre de 2016 a iniciativa del obispo de la Diócesis para dar a conocer la labor y el trabajo que de manera artesanal realizan las religiosas de vida contemplativa; para posibilitar adquirir estos productos que habitualmente se venden en los conventos; y para facilitar a las comunidades religiosas incrementar las ventas de estos productos, ya que para muchas de estas comunidades este es su principal medio de subsistencia.

Los conventos de clausura palentinos no han dejado de trabajar para que adelaidas, almendrados, amarguillos, bombones, ciegas, cocadas, cordiales, damianitas, glorias cañas, magdalenas, mantecados, mazapanes y mostachones, paciencias, pastas, perrunillas, polvorones, roscas y roscos, roscones, rosquillas, sacristanes, tejas de almendra, tortas y turrones… no falten en nuestras casas.

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