Trabajo de bordado de las monjas Carmelitas en Carrión de los Condes

Descubre la labor de las jóvenes monjas peruanas y españolas en el Convento de clausura de las Carmelitas de Carrión de los Condes

En el pintoresco Convento de la Trinidad de las Carmelitas de Carrión de los Condes, situado en el Camino de Santiago junto al Monasterio de San Zoilo, se encuentra un grupo de jóvenes monjas peruanas acompañadas por dos hermanas mayores españolas. Este monasterio de clausura se dedica principalmente a la repostería, elaborando una gran variedad de productos en su obrador. En estos momentos, están preparando los típicos buñuelos y el pan de los santos. Sin embargo, también se dedican a diversas labores, como la huerta y trabajos de bordado de alta calidad.

En el convento, la actividad es constante, cumpliendo fielmente el lema “ora et labora” de la orden de San Benito. Recientemente, han finalizado un hermoso manto bordado a mano para la Virgen Nuestra Señora de la Victoria de Lepanto, patrona de la localidad madrileña de Villarejo de Salvanés. Esta vestimenta, compuesta por un manto, una delantera y una toca, además del vestido del Niño Jesús, ha sido realizada íntegramente de manera artesanal. Cada puntada ha sido cuidadosamente trabajada durante dos años, resultando en unas piezas de gran belleza y calidad.

Además de los bordados habituales en este tipo de obras, se ha añadido en la delantera un detalle único: una cruz de Santiago. Este elemento especial vincula la imagen actual con su propia historia, aportando un toque distintivo y original. El color elegido para el manto, el granate, ha sido seleccionado con meticulosidad, ya que la imagen anterior ya poseía tonalidades similares. Así, se logra un enlace con la tradición existente, cumpliendo con el deseo de la benefactora que, en su testamento, dejó instrucciones y fondos para llevar a cabo esta obra tan significativa.

El trabajo conjunto de estas dedicadas monjas, provenientes de diferentes culturas y edades, demuestra la importancia de preservar y honrar el arte del bordado y la repostería tradicional. Su labor, realizada con paciencia y amor, da vida a auténticas creaciones que trascienden el tiempo y nos conectan con tradiciones centenarias. Desde el Convento de las Carmelitas de Carrión, nos maravillamos ante el talento y la dedicación que estas valientes mujeres depositan en cada pieza que elaboran, mostrándonos así la belleza de lo hecho a mano y la importancia de mantener vivas nuestras raíces históricas.

 

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