El proyecto ‘Raíces del Cerrato’ revitaliza la comarca palentina con huertas sostenibles y talleres creativos

Vanesa Urizarna ganó el II Concurso a la Mejor Emprendedora Rural de Castilla y León por su proyecto 'Raíces del Cerrato', que fusiona agricultura sostenible y talleres creativos, contribuyendo a combatir la despoblación y promover el desarrollo rural.
Mujer trabajando en una huerta sostenible en Cerrato Palentino
Vanesa Urizarna trabaja en su huerta, un proyecto que revitaliza la comarca.

La iniciativa de Vanesa Urizarna se ha convertido en ganadora del II Concurso a la Mejor Emprendedora Rural de Castilla y León 2025 e impulsa un proyecto que une tradición agrícola y artesanía innovadora contra la despoblación

 

Jesús García-Prieto / ICAL

En pleno Cerrato Palentino, Vanesa Urizarna Núñez ha plantado algo más que una huerta: ha sembrado esperanza. Con las manos en la tierra y la mirada puesta en un futuro que no obliga a marcharse, esta joven palentina ha convertido un terreno familiar en un espacio vivo que huele a tomillo fresco, a tintes naturales y a creatividad recién despierta. Su proyecto ‘Raíces del Cerrato’, ubicado en Baños de Cerrato, recibió esta semana el galardón del II Concurso a la Mejor Emprendedora Rural de Castilla y León 2025. Esta iniciativa, convenció al jurado por su solidez, impacto social y contribución al desarrollo rural.

La Asociación de Empresarias de Castilla y León (ADEME), organizadora del certamen, contó con el respaldo de la Junta de Castilla y León a través de la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades. Este premio destaca el papel de las mujeres en la revitalización de los pueblos, donde generan empleo, arraigo y sostenibilidad frente al reto demográfico.

Cuando Vanesa supo que había ganado, sintió “mucha alegría”. El año anterior acabó entre las primeras, aunque reconoce que este año su proyecto ha crecido exponencialmente. “Me presenté el año pasado y quedé finalista, y también es normal, pues en todo este año se ha madurado mucho el proyecto, pues se ha mejorado todo, ya soy más conocida sobre todo por aquí, por mi zona y también por toda Castilla y León, porque me muevo mucho”, explicó Vanesa a Ical.

Mujer sonriente en un entorno rural con huerta y herramientas
Vanesa Urizarna, fundadora del proyecto Raíces del Cerrato, en su huerta familiar.

‘Raíces del Cerrato’ nació en junio de 2023, aunque la idea germinó antes. Vanesa regresó a Palencia en 2022 tras vivir fuera de España, incluso en Australia durante tres años, impulsada por la pandemia y una crisis personal. Al volver, combinó periodos de paro con reflexión sobre su futuro. Su padre le propuso abrir al público la huerta familiar. Inicialmente, el plan limitaba el alcance a la venta directa de productos, mientras ella planeaba volver a la oficina y continuar sus estudios de ingeniería.

Sin embargo, la acogida superó las expectativas. En febrero de 2024 ganó el premio Cerrato Starter, organizado por Adri Cerrato y El Hueco. Ese galardón, junto a un sistema de ‘mentoring’, impulsó la transformación de la huerta en una marca integral. “Lo cierto es que estoy muy agradecida a toda la gente que me ha apoyado desde el principio y me ha ayudado en todo porque al final estoy yo sola y como autónoma”, reconoció.

El proyecto combina dos vertientes: agricultura sostenible y gestión cultural. La huerta cultiva variedades locales y productos de temporada sin químicos. Colabora con productores cercanos para ofrecer huevos camperos, miel y trufa negra del Cerrato Palentino. Esta red fomenta el consumo local y la economía circular. La segunda rama incluye talleres creativos que unen tradición y modernidad: tufting, bordado con aguja mágica, diseño de neones y tintes naturales. Algunos talleres utilizan plantas cultivadas en la propia huerta. “Siempre trato de buscar que sean lo más sostenible posible o que sean muy novedosos e innovadores o que estén relacionados con el territorio”, detalló Vanesa.

En 2024 y 2025, el proyecto experimentó ampliaciones importantes. Inversiones en infraestructuras y equipamiento permitieron crecer. Vanesa reinvertirá parte de los premios en más terreno y nuevos talleres. Además, planea crear una plataforma digital para la red de consumo, actualmente gestionada por WhatsApp y redes sociales. Aspira a una tienda online respaldada por instituciones.

La formación de Vanesa explica la versatilidad del proyecto. Estudió Diseño Industrial, Artes Aplicadas y Comunicación Visual. Acumuló experiencia en ingeniería industrial aeronáutica, gestión cultural y dinamización rural. Conocimientos en agroecología y producción sostenible completan su perfil. “La forma de pensar o de organizarte o todo te lleva a donde estás hoy”, asegura. Aunque no ejerce directamente como ingeniera, esa base estructuró su emprendimiento.

Mujer en huerta sostenible con vegetales frescos y pala
Vanesa Urizarna en su huerta, un proyecto que revitaliza la comarca palentina.

Vanesa participa en asociaciones como la Asociación de Defensa Palentina y La Perdiz Roja. Estas relaciones benefician tanto a nivel personal como empresarial. “Me viene muy bien este tipo de colaboraciones, no a nivel empresarial, sino a nivel personal”, admitió. Esta retroalimentación fortalece la comunidad y genera confianza en los consumidores, que conocen de primera mano las prácticas de los productores.

La esencia de ‘Raíces del Cerrato’ radica en la fusión de tradición y modernidad. “No puedo llevar algo tradicional, algo viejo, por así decirlo, a la gente nueva sin incorporarle un poco de modernidad. Y al revés, a la gente más mayor, a la gente que está más acostumbrada a las tradiciones, pues le puede hacer más atractivo”, explicó. Esta mezcla atrae públicos diversos. Los talleres convocan principalmente a personas de fuera, lo que impulsa el turismo rural, aunque los vecinos también participan, y el proyecto ofrece ocio sin necesidad de desplazarse a las ciudades.

Vanesa destaca la importancia de las redes sociales para la visibilidad de su proyecto. Utiliza Instagram y acaba de comenzar en TikTok para llegar a las generaciones jóvenes. El premio amplificará el alcance. “Este reconocimiento me ayudará a divulgar más este trabajo y me ayudará a llegar a otro tipo de públicos», indicó Vanesa. Aunque el emprendimiento rural también presenta desafíos. La burocracia ocupa tiempo, aunque Vanesa no la considera un impedimento insalvable. “Las sedes electrónicas no son muy intuitivas y es cierto que tampoco se nos ha explicado de primera mano cómo funciona el sistema”, comentó, pero añadió que “ojalá mejore con el tiempo” y que esa situación no impide emprender.

Para Vanesa su mayor reto es la soledad del autónomo, aunque el ‘mentoring’ y el apoyo local de sus vecinos y amigos compensan esa carga. Vanesa representa una tendencia contraria a la habitual. Muchos jóvenes estudian y trabajan fuera, pero ella regresó y apostó por el pueblo. “Al principio sí seguí esa corriente», admite. “Yo sí que cumplí lo de estudiar fuera, irte a vivir fuera y al final decidí que no, que eso, pues en mi caso, a mí no me hacía feliz”, relató. Prefiere la motivación diaria del proyecto propio al ”estrés urbano» y ve muchas más ventajas en la vida rural con redes cercanas, apoyo comunitario y menor competencia inicial.

Esta joven empresaria palentina admira a otros emprendedores jóvenes de la zona. El proyecto combate la despoblación de forma concreta. Genera empleo indirecto al colaborar con productores y atrae visitantes que descubren la comarca. “Sirve de referencia para gente que esté en dudas o que tenga la cosilla de que siempre ha querido emprender y no tenga un referente cerca al que pueda preguntar”, señaló. De hecho, Vanesa suele responder algunas consultas que le hacen en las redes sociales y ayuda a conectar a interesados con mentores.

Huerta con repollos verdes y morados en el Cerrato Palentino
La huerta del proyecto Raíces del Cerrato muestra variedades de repollo cultivadas de manera sostenible.

El consumo local forma parte de su ADN. Vanesa conoció proyectos como la Granja Pepín, en Alba de Cerrato, durante su regreso y hoy colabora con ellos. “Me gusta conocer los proyectos como son, si yo sé cómo son a nivel ético”, enfatizó. Esta transparencia genera lealtad.

Como mujer emprendedora rural, Vanesa anima a otras que quieran seguir su camino y les da un consejo. “Lo más importante es que no lo duden, que no tengan miedo», aseguró. Ella tardó en lanzarse por temor, pero ahora afirma que “todo sale” con confianza y actitud.

El futuro del emprendimiento rural femenino en el Cerrato luce prometedor. «Los datos recientes indican que más del noventa por ciento de los nuevos proyectos los lideran mujeres. Es una pasada. Es el noventa y tantos por ciento de mujeres las que emprenden”, aseguró Vanesa con orgullo, tras varias reuniones comarcales con compañeras de la zona.

‘Raíces del Cerrato’ ejemplifica cómo una idea personal y se convierte en motor de cambio en la comarca palentina. Une sostenibilidad agrícola, creatividad cultural y colaboración comunitaria y todo ese trabajo ha sido merecedor de un premio que reconoce no solo a Vanesa, sino al potencial de las mujeres para transformar el medio rural castellano y leonés. En un contexto de despoblación, iniciativas como esta demuestran que el arraigo, el empleo y la innovación nacen desde los pueblos, impulsados por quienes deciden quedarse y construir futuro.

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