Vamos encadenando problema tras problema, reto tras reto. Aún sin superar la pandemia mundial del Covid de la que todos, sin excepción, nos hemos visto malparados nos llegó la crisis de los microcomponentes y la escasez de materias primas tales como el hierro, madera, papel, y un largo etc., lo que impide que muchas empresas, algunas muy cercanas como FASA no puedan fabricar sus coches con normalidad, paralizando a otras empresas dependientes del sector, y lo que es más importante, a sus trabajadores, con lo que esto conlleva para la economía local.
Todo esto bajo una continua subida desproporcionada del precio del gas y del crudo que repercute directamente en la luz y el combustible, siendo energías esenciales que sufrimos todos nuevamente, especialmente las empresas en sus costes de producción, y que al perdurar en el tiempo provocan una subida generalizada de precios en cascada. La alta inflación continuada hace que perdamos poder adquisitivo y calidad de vida, hecho éste que sumado a la escasez de productos nos lleva a la tan temida estanflación, estancamiento de la economía junto a la alta inflación, lo que indudablemente se traducirá en más paro.
Por último, y para ponernos aún más difícil todo, el drama de la guerra tras la invasión de Ucrania provoca que las petroleras, sin escrúpulos, enmascaren e intenten justificar una subida rápida e inasumible de los precios del combustible, que nos deja al borde de la parálisis productiva total y que puede provocar una crisis sin precedentes que, repito, todos vamos a pagar.
La crisis del papel, cada vez más escaso y caro, algo que desde nuestra cabecera Palencia Invierte padecemos seriamente. Por daros un dato, esta edición que alguno tenéis en vuestras manos nos cuesta el doble que hace un año, y nos dicen que seguirá subiendo… ¿hasta cuándo podremos aguantarlo?
Ante este panorama nada alentador no entiendo cómo los gobernantes de turno permiten que, por ejemplo, las petroleras que tienen unas reservas para varios meses, suban sin piedad el precio a las pocas horas de haberse iniciado la guerra en Ucrania, si ese combustible se compró antes de la invasión, es inmoral no frenar esos atropellos especulativos que nos repercuten a todos, y cuando baje (si lo hace algún día) tarde en bajar porque alegarán que hay que gastar los remanentes comprados a un precio mayor.
Política aparte, veo atónito cómo teniendo un país tan propicio para la agricultura, nuestra PAC penalice el cultivo para que luego tengamos que comprarlo fuera y de peor calidad, en muchos casos, y sin controles exhaustivos de la normativa. Veo atónito cómo se permiten cerrar centrales térmicas, o se demoniza a las centrales nucleares para luego comprar la energía a nuestros vecinos franceses mucho más cara. Así que perdemos los puestos de trabajo, la energía y luego la compramos más cara fuera, sumado a que tenemos que pagar a los parado tras cerrar nuestras plantas… Si un día hay “un problema”, aquí también nos llegará la contaminación. Basta con ver hace escasos días la calima del Sáhara que nos cubrió desde Cádiz hasta Finisterre.
No aprendemos del pasado. ¿No será mejor que nuestros dirigentes fomenten y faciliten la producción local y nacional para así no tener tanta dependencia del exterior, y en épocas de crisis o escasez mundial ser exportadores y no importadores, generar riqueza y no pobreza, generar empleo y no paro…?
Las grandes empresas se van a países con mano de obra no cualificada, muy mal pagada e incluso “maltratada” y dado que los sindicatos, los derechos laborales y las normativas productivas y medioambientales no están en todo el mundo por igual, quizás se deberían poner “controles” a la importación de determinados productos para evitar la sangría de empresas, el abuso laboral, productivo y medioambiental en esos países y que exista así una competencia justa, en igualdad de oportunidades y derechos. En fin, deberíamos tener una hoja de ruta clara desde hace mucho tiempo para proteger nuestro país y ser autosuficientes en la medida de nuestras posibilidades, aprovechar nuestros recursos y potencialidades -que son muchas- y crecer con cabeza y equilibrio.
