La EDAR de Palencia alcanza el 54% de autoabastecimiento
La EDAR de Palencia se ha convertido en lo que los expertos llaman una biofactoría.

En el Día Mundial del Saneamiento, desde Aquona recuerdan que se debe hacer un uso responsable del retrete y no tirar materiales que puedan causar problemas al sistema municipal de saneamiento

El 19 de noviembre se conmemora el Día Mundial del Saneamiento, una celebración impulsada por Naciones Unidas con el objetivo de concienciar a la sociedad sobre la importancia del saneamiento y que este año lleva por lema ‘Hacer visible lo invisible’.

Para hacer frente al desafío climático y hacer más sostenible todo el proceso, la Aquona, empresa que se encarga del ciclo del agua en Palencia ha impulsado la evolución de las depuradoras tradicionales en ‘biofactorías’, un nuevo concepto basado en la economía circular. Estas instalaciones regeneran el agua que tratan, lo que permite su reutilización en nuevos usos, como el riego de zonas verdes o la agricultura. Además, mediante sistemas de tratamiento avanzado, valorizan todos los residuos generados durante la depuración y se autoabastecen de energía.

Y en Castilla y León la planta referente es, precisamente la de la capital, la biofactoría de Palencia. La EDAR palentina ha alcanzado ya una tasa del 54 por ciento de autoabastecimiento de energía, además de reutilizar el agua depurada para el riego de jardines y los lodos y las grasas generadas en el proceso de depuración.

Precisamente, la transformación de los lodos obtenidos en el proceso de depuración en productos de alto valor añadido para la industria es uno de los objetivos del proyecto europeo Interreg Ecoval. Cetaqua, el centro tecnológico del grupo de empresas a que Aquona pertenece, lidera este proyecto en el que participan la Junta de Castilla y León, el Ayuntamiento de Palencia y la propia Aquona, entre otros socios.

Uso inadecuado del retrete

De igual modo, con motivo del Día Mundial de Saneamiento, desde Aquona insisten en que “no hay que olvidar la importancia de no tirar residuos por el inodoro, como colillas, aceite, productos para el cuidado personal (toallitas higiénicas, pañales, bastoncillos, discos desmaquillantes…) ni medicamentos. Sin duda, supone un mal hábito que trae consigo no sólo una costosa factura económica, sino también medioambiental. Además, desechar este tipo de productos por el váter puede producir el atasco de tuberías”.

El impacto de usar el retrete como cubo de basura “conlleva a que muchos residuos puedan acabar en ríos y mares, degradado el medio ambiente y poniendo en peligro el ecosistema. Imaginar la ciudad del futuro pasa por hacer más sostenibles todos los servicios, empezando por algo tan esencial como es el saneamiento de agua”, indican desde Aquona.

La empresa gestiona en Castilla y León y en Castilla-La Mancha un total de 73 plantas depuradoras que durante el año 2021 trataron más de 45 hectómetros cúbicos.

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