La consejera de Movilidad y Transformación Digital, María González Corral; dialoga con el alcalde de Guardo, Juan Jesús Blanco, en el borde del viaducto de la variante de Guardo. / Brágimo (ICAL)

Lo realizará Puentes y Calzadas Infraestructuras, tendrá un coste de 12,7 millones de euros y será el más largo de todos los de la red autonómica

A los Moais de Guardo, esos grandes monolitos de hormigón con decenas de metros de altura que rasgan el valle del Carrión, les queda poco tiempo de presencia. Porque la Junta de Castilla y León ha firmado ayer la adjudicación del proyecto para tocarles, darles una cubierta y a la vez crear una calzada sobre ellos que permita culminar la variante de la localidad norteña una década después de que fueran izados hacia el cielo.

Imagen del viaducto desde el sur de Guardo. / Foto: Goldorak

La Consejera de Movilidad, María González Corral, se ha reunido hoy con el alcalde de la localidad, Juan Jesús Blanco, para transmitirle “que desde el área de Carreteras e Infraestructuras están trabajando ya para que las obras, que cuentan con un plazo de ejecución de 20 meses, puedan iniciarse en el último trimestre del presente ejercicio”.

Reunión entre la consejera, y el alcalde de Guardo.

La adjudicataria ha sido Puentes y Calzadas Infraestructuras, como ya avanzó Palencia en la Red, en un precio total de 12,7 millones de euros.

Grupo Puentes, la única empresa que podrá completar la Variante de Guardo

Pero este contrato para la culminación de la Variante de Guardo, y por tanto la unión de la CL-615 (Palencia-Guardo) con la CL-626 (eje subcantábrico) sin pasar por el centro de la localidad (hacia Cervera y Aguilar era posible desde hace un par de años) es particular y conlleva no solo la obra civil, sino también los estudios.

Si habitualmente, para las grandes obras públicas, primero se saca a concurso un contrato para redactar el proyecto en sí, esto es, establecer cómo debe hacerse la obra, y posteriormente se saca otro para la ejecución material de la misma, en la culminación de la Variante de Guardo se ha optado por que sea una única empresa la que lo haga todo, usando una de las excepciones que permite la normativa.

También la redacción del proyecto

Y es que se ha estipulado que la complejidad de la obra hace que es mejor que cada empresa constructora proponga las soluciones que mejor se ajustaran a su forma de trabajar.

“Hay que destacar la problemática de cálculo, modelización y comprobación de una estructura existente o parcialmente ejecutada, que no es exactamente igual que la correspondiente a los proyectos de puentes de nueva construcción. En efecto, reflejo de ello es que la mayoría de la Normativa vigente no contempla de forma específica la evaluación y recálculo de estructuras existentes. Por consiguiente, los licitadores deberán proponer, cuando así lo consideren oportuno, criterios alternativos de comprobación basados en sus propias experiencias y en normativas foráneas que puedan ser de aplicación”, explica la Junta para justificar que las empresas tengan que plantear el propio proyecto.

Porque “los medios auxiliares a utilizar, es decir, las propias características de la autocimbra y del sistema de guiado, condicionan el detalle concreto del procedimiento constructivo que será particular y propio de cada empresa por lo que esa definición es la que resulta determinante a la hora de la contratación, no quedando otras cuestiones sustanciales que fijar, de ahí que se precise que sean las empresas constructoras las que tengan que ofertarlo y que, posteriormente, el adjudicatario lo concrete y materialice en su propio proyecto constructivo”.

29 meses.

Más de dos años que han comenzado a contar y en los que se incluye el proceso de redacción del proyecto, si bien, buena parte del mismo ya está avanzado en la presentación de las ofertas. De hecho, se establece un plazo de 9 meses para la redacción del proyecto y otros 20 para su ejecución material.

“Este fue un compromiso que adquirí, un  compromiso de la Junta y de su presidente, Alfonso Fernández Mañueco, con Guardo y con todos los pueblos de su entorno, porque con esta obra se mejorarán sustancialmente las comunicaciones del denominado ‘eje subcantábrico’, además de la seguridad y comodidad tanto de los conductores que utilicen la carretera como de los vecinos del municipio”, apuntó la consejera de Movilidad.

El proyecto contempla varias actuaciones, siendo la primera y fundamental la finalización del viaducto, que en la actualidad cuenta con uno de los dos estribos, las 12 pilas y un tramo de 140 metros de tablero ya construidos. “Este viaducto, una vez finalizado, se convertirá en el más largo de toda la Red Autonómica de Carreteras, al contar con 882 metros de longitud, además de uno de los más altos de su tipología, al salvar un desnivel de 75 metros en su punto máximo”, señalaron desde la Consejería.

Entre las actuaciones restantes se encuentran la finalización del tronco principal en el acceso a uno de los estribos; la limpieza, saneo y eliminación de la parte contaminada de zahorra artificial y reposición con 10 cm de zahorra artificial en la parte no abierta al tráfico; la extensión de capas de rodadura e intermedia; la colocación de pantallas antirruido y antiventisqueros; la iluminación de accesos a glorietas; el cerramiento para impedir el acceso y cruce de fauna y ganado a la calzada; la señalización horizontal, vertical, balizamiento y sistemas de contención vial, y la conexión de las glorietas con el trazado actual de la CL-626.

Con todo, el viaducto podrá estar acabado para finales del año 2026.

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