El Castillo de Monzón de Campos se estrena como recinto de actividades más allá de los conciertos estivales con una cata y una observación astronómica
La electricidad le ha devuelto vida al Castillo de Monzón de Campos. Si bien es cierto que durante el verano el patio de la fortaleza medieval, propiedad de la Diputación de Palencia, ha sido escenario de cuatro actuaciones musicales dentro de Allegríssimo, esta tarde noche se ha estrenado como sede de otras actividades, y con la necesidad de la iluminación artificial ya conectada a la red.
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En concreto ha sido la cuarta y última de las catas de maridaje que la Diputación ha llevado a cabo en varios recintos turísticos de la provincia. Una forma de llevar a la provincia una actividad que en el verano de 2022 se realizó en el Palacio Provincial.
“Ha sido un éxito y a las pocas horas de abrirse la inscripción, estaba completa”, explicaba Mónica Delgado, jefa del Servicio de Turismo de la Diputación de Palencia. Las otras tres catas llevadas a cabo por el servicio de Turismo se desarrollaron en San Pedro Cultural, el Centro de Interpretación del Canal en Herrera de Pisuerga y en la Cueva de los Franceses. “Una buena forma de conocer los recursos turísticos y los Alimentos de Palencia”, propuso.
Castillo de Monzón
En la ‘bodega’ caldos de las denominaciones de Arlanza y Cigales, las dos con presencia en Palencia y de la IGP Vino de la Tierra de Castilla. En concreto, un blanco verdejo de Remigio de Salas Jalón (Dueñas DO Cigales), un rosado de la Bodega Carreprado de Alba de Cerrato (IGP Vinos Tierra de Castilla) y un tinto roble de Señorío de Valdesneros (Torquemada DO Arlanza).
Y entre traguito, degustación, y saboreo, Alimentos de Palencia con los que hacer casar la bebida: Tosta de pan sin gluten de Frómista con cebolla caramelizada de Palenzuela y cecina de Villarramiel; risotto de queso de cerrateño y croqueta de lechazo asado con pan crujiente.
Y para acabar la unión de todos los elementos, una observación astronómica. De la mano de la Asociación Astronómica Palentina, que desplazó hasta el promontorio donde se asienta el Castillo de Monzón tres telescopios desde los que los asistentes a la calta pudieron escrutar el cielo, donde las nubes no tapaban las estrellas y los planetas.

Una visión que no se vio entorpecida por la discreta iluminación ornamental que se ha instalado en el exterior de la torre del homenaje del Castillo, que aún necesita de la musealización para recuperar totalmente la actividad.







