rugby mario freyre

Entrenador categoría Sub-16 del Palencia Rugby Club es una persona totalmente comprometida con el Palencia Rugby Club, ha sido jugador, ha formado parte de la directiva y actualmente es entrenador de escuela

Tu paso por el club está siendo muy completo. Has sido jugador, has formado parte de la directiva y ahora eres entrenador de la Sub-16. Tres facetas diferentes… ¿con cuál te quedas?
Sin duda con la de entrenador de escuela, dedicar parte de tu tiempo de manera altruista haciendo lo que otros antes hicieron por ti es muy gratificante.
El equipo de la Sub-16 acaba de terminar la temporada y ha conseguido el cuarto puesto. ¿Qué valoración haces de este año?
Hemos conseguido el mismo puesto que la temporada pasada. Para mí los resultados son una consecuencia y no un objetivo, así se lo he trasmitido al equipo siempre. Lo que debemos evaluar es el trabajo y dedicación del grupo y eso ha sido sobresaliente.
Comienza ahora la campaña para reclutar a jóvenes para que se unan a las diferentes categorías, desde la Sub-14 a la Sub-18. ¿Se nota en los últimos años un incremento de jóvenes que se decantan por este deporte?
Se ha notado un incremento importante en el número de niños de edades tempranas que eligen el rugby como deporte.
Creo que ha dejado de ser un deporte tabú para los padres, que quizá antes lo percibían como lesivo o violento, para apreciar las muchas virtudes que tiene este ingrato juego donde el equipo es lo único importante.
¿Cuáles son los actos que se van a llevar a cabo dentro de esta campaña de captación?
Realizaremos una serie de entrenamientos abiertos junto con varios jugadores del primer equipo en Isla Dos aguas los miércoles a partir de las 20.00 horas. A ellos están invitados todos aquellos chicos y chicas que deseen probar el juego.
¿Qué palabras o ideas motivadoras se les transmiten a los chavales para que se animen a formar parte de esta ‘familia’?
Los atractivos del rugby no son otros que el trabajo, el esfuerzo y la superación personal. Esto se ve recompensado con un desarrollo del respeto por ti mismo y por tus compañeros y rivales que el propio juego se encarga de inculcarte.
Así mismo, creo que los jóvenes al competir fuera del ámbito local desarrollan un cierto orgullo de pertenecer a nuestra pequeña comunidad, lo que redunda en aumento de la confianza en sí mismos.

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