Los morados vencieron al Ciudad Rodrigo en una tarde pasada por agua y se mantienen empatados con La Virgen del Camino en la lucha por el play-off
Llovía sobre mojado en La Balastera. Literal y metafóricamente. Porque después del último mazazo en casa frente al Tordesillas, este sábado tocaba levantar la cara, remar entre charcos y demostrar que el Palencia Cristo Atlético sigue vivo. Y lo hizo: 3-1 ante un Ciudad Rodrigo que no lo puso nada fácil. Un partido trampa en el que los morados, esta vez, supieron cerrarlo a tiempo para evitar otro resbalón.
“No olvides de dónde vienes”, dice una canción que le gusta a Álex Izquierdo. Y puede que esa frase resuma bien lo que fue el partido: recordar el camino, sufrir cuando toca y no perder el norte. Porque si algo tuvo este duelo, fue barro. Literalmente. A partir del minuto 30, el campo se empapó, el balón se frenó y hubo que jugar más con el corazón que con los pies.
Rubo y Romano adelantaron antes de la tormenta
El inicio fue eléctrico. El PCA, como tantas veces, buscó los extremos. Y Hugo de Bustos volvió a ser esa chispa que enciende la mecha por la derecha. A los pocos minutos ya pudo haber llegado el primero tras una gran presión alta de Felipe que dejó solo a Cesitar, pero este la mandó fuera. A centímetros del alivio temprano.
No tardó en llegar, eso sí. Primero Rubo abrió la lata de cabeza tras una falta teledirigida de Romano (27’), y acto seguido el propio Romano desde los once metros (31’) tras una de esas jugadas eléctricas de Dani por la izquierda. En un suspiro, 2-0. Luego, lluvia. Y mucha.
El diluvio convirtió el verde en campo de minas. El balón no corría, los jugadores resbalaban, y el ritmo se fue diluyendo. El PCA encontró espacios, sí, pero también se encontró incómodo. Aún así, al descanso, ventaja cómoda y control.
La segunda parte empezó con un susto: Albertito tuvo el 2-1 nada más reanudarse, pero falló. Y aunque el campo no ayudaba, los morados no lograban mantener el pulso del partido. La circulación se atascaba, los desbordes ya no eran tan claros, y el Ciudad Rodrigo, sin nada que perder, empujó más.
El premio para los visitantes llegó desde el punto de penalti (68’) tras una acción gris de Dani. Albertito no falló esta vez. Y el miedo a dejar escapar puntos (otra vez) se instaló por momentos. Pero esta vez no. Esta vez el final no fue el de siempre.
Charly sentencia y el PCA se agarra al play-off
Porque cuando más apretaba el rival, el PCA supo reaccionar. No desde el brillo, sino desde la convicción. Desde el barro. El tanto de la tranquilidad lo firmó Charly (85’) tras una jugada efectiva en el área. Una aparición de las que valen puntos. Y en el descuento, incluso pudieron caer más: Felipe y Adeva rozaron el cuarto, pero no hizo falta. Tres puntos que saben a final ganada.
Con esta victoria, el Palencia Cristo Atlético se mantiene sexto con 47 puntos, empatado con La Virgen del Camino (quinto y con un partido menos). El jueves visita al Atlético Mansillés, en zona de descenso, y el sábado siguiente recibe al Mirandés B, rival directo por la promoción. Cinco partidos. Cinco finales.