Conocemos el proyecto viajero de una palentina por el mundo, Patricia Balbás, que cambió su trabajo en la banca por un billete solo de ida a Sri Lanka
La viajera y aventurera vocacional Patricia Balbás se siente feliz viajando por el mundo. Por eso, comparte aquello que descubre con las personas a las que acompaña desde sus viajes coordinados por paraísos naturales de Indonesia, India o Brasil, aunque también por España. Nos habla desde Rishikesh (India), donde prepara un viaje ‘Detox’ de yoga y medicina Ayurveda para el mes de abril.
Cambiaste la banca por el yoga y los viajes. ¿Qué te motivó a ello y cómo fue?
Desde joven he sido muy aventurera y me había gustado mucho viajar. A pesar de que estaba contenta en mi trabajo en un banco, hace unos años sentí que necesitaba un tiempo para mí, así que, después de sopesarlo bastante, me cogí un año de excedencia. Preparé una pequeña mochila de 8 kilos y me fui a Sri Lanka sin billete de vuelta. Creo que fue una decisión valiente, pese a que me costó tomarla. Estuve en Sri Lanka, Nueva Zelanda, Australia, Borneo (Malasia)…
Y terminé en Bali (Indonesia), aprovechando que mi hermana Elma venía a verme. Y ahí es donde empezó mi aventura con el yoga. Comencé a practicarlo en un retiro de silencio y me gustó tanto, que poco después me fui a la India a hacer mi primera formación Teacher Training Course en ashtanga yoga. A raíz de ahí regresé a España por Navidad y en cuanto pude, volví a la India, esta vez por seis meses, donde hice mi segunda formación en Hatha Yoga con Surinder, el que considero mi maestro.
Cuando estaba haciendo el segundo curso me invitaron a colaborar con una empresa de viajes de yoga… Y fue ahí donde empezó todo. Me di cuenta de que no quería volver al banco, así que fui ampliando la excedencia hasta el máximo, 5 años… Y ya no regresé. Al empezar con los viajes, primero con la empresa y después por mi cuenta, con mi proyecto Travel Karuna, comprendí de que lo que realmente me gustaba era mostrar a la gente lo que a mí me hacía feliz.
Has coordinado varios viajes a Bali, India, Brasil, combinando la cultura y el patrimonio con el turismo sostenible, el yoga, el descanso y el cuidado de la salud. ¿Qué te engancha de este trabajo?
La felicidad es doble porque es compartida. Si a mí me hace ilusión visitar un lugar, me hace muchísima más ilusión todavía cuando llevo a alguien y veo sus expresiones al llegar. Es un trabajo que cada vez me llena más: ver a los demás ser felices con aquello que a mí me ha hecho feliz.
La pandemia te obligó a alterar tus planes, pero de ella sacaste un segundo proyecto
Cuando llegó la pandemia tenía programado todo un año de viajes y tuve que parar de golpe, quedándome sin trabajo. Pero mi pareja es de Viveiro (Lugo) y allí nos surgió un proyecto muy bonito: la recuperación de una aldea abandonada en el Concello de Mañón. Y estamos luchando por ello, porque no es fácil: ya se ha empezado con la permacultura y estamos haciendo la primera casa, con un enfoque de bioconstrucción.
Y paralelamente hemos habilitado una casa de alquiler vacacional para familias en medio de la naturaleza y a 20 minutos de las playas, O Cadaval, en la que organizamos actividades y retiros. Hemos empezado con unas jornadas de micología y vamos a hacer retiros de yoga, talleres de cremas y jabones Ayurveda, etcétera.
Nos atiendes desde India, donde trabajas en tu próxima experiencia para esta Semana Santa. ¿Qué estás preparando?
No viajaba desde el inicio de la pandemia, que además coincidió con un año difícil en lo personal. Pero en cuanto subí al avión el pasado 11 de enero, ¡me cambió la cara! He venido para hacerme lo que en medicina Ayurveda llaman Panchakarma, una limpieza de cuerpo y mente… ¡Que todos deberíamos hacer al menos una vez al año!
Y por las mismas razones por las que llevo a la gente a visitar lugares, se me ocurrió hacer un viaje con este objetivo, porque mucha gente todavía tiene mucho estrés acumulado de estos años de pandemia. Así que la próxima aventura es un viaje ‘‘detox’’ que combina la visita a la India con el yoga y los tratamientos de su medicina milenaria, la Ayurveda. Ya estoy haciendo el grupo y estoy muy ilusionada.
Eres ciudadana del mundo, de origen y alma palentina. ¿Tan bonito como salir es también poder volver a tu tierra de vez en cuando?
Por supuesto. Más que palentina, me siento ‘de Torquemada’’. Me encanta volver porque es mi casa y mi familia. Y no descarto hacer alguna actividad aquí, porque me siento en deuda con mi tierra. Volver a Torquemada me hace sentir alivio, paz. Como duermo en mi cama de allí, no duermo en ningún sitio. Levantarme y oler la panadería de mi familia, mi madre, pasear en invierno con el olor de las chimeneas encendidas o sentarme en el puente y recordar momentos… Además, siempre que voy me encanta charlar con las señoras, que me han visto crecer y me reciben con todo el cariño. Para mí eso es entrañable.
+Info: travelkaruna.es | RRSS: @travelkaruna
