Agricultura 4.0

La revolución industrial llegó para todos los sectores sin excepción, también para el campo. De todas esas distintas etapas, donde la tecnología tiene un papel fundamental en los cambios de los modelos productivos, la más reciente es la 4.0

En ésta están siendo protagonistas herramientas como la Inteligencia Artificial (IA), el Big Data y el Internet of Things (IoT). Algo que se ha venido a llamar como Agricultura 4.0.

En este sentido, la digitalización del sector agroalimentario no solo aumenta la rentabilidad de la actividad agrícola, también posibilita la adaptación de ésta al cambio climático, algo que preocupa muy mucho a todos aquellos que enarbolan con fuerza la bandera de la Agenda 2030. Pero eso es harina de otro costal. Desde luego, gracias a estos sistemas, se consigue una importante reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y un uso más eficiente del agua y de los productos químicos, como fertilizantes y pesticidas.

El objetivo siempre es devolver al campo los nitratos que necesita, pero también lo es evitar filtraciones al agua que provoquen una contaminación indeseada.
En este nuevo modelo de agricultura digital en el que el agricultor combina el tractor con la tablet, entran en juego los análisis inteligentes de los datos de toda la cadena de suministro y que impulsa la agricultura de precisión, para transformarla en agricultura inteligente.

Una adaptación que se traduce, fundamentalmente, en la adquisición de nuevas maquinarias equipadas con sistemas que analizan el rendimiento de los cultivos para mejorar las explotaciones.

Desde luego, teniendo en cuenta la edad media de los agricultores de nuestro país, hablamos de unas tecnologías dirigidas a las nuevas generaciones. Registro de datos, diagnósticos, planificación de estrategias y actuación de las necesidades. Y, todo eso, sin necesidad de estar en las tierras, ya que todo se encuenta en el teléfono móvil o en la tablet.

La pelea actual de los agricultores se encuentra en incluir esos nuevos sistemas en las subvenciones asociadas a la PAC o Política Agraria Común europea. Claro que, los agricultores también tienen que asumir un importante coste derivado de esas subvenciones. Por ello es muy importante la adaptación completa a estos sistemas.

Por lo pronto, la Junta de CyL ya incluía el pasado octubre en una convocatoria de fondos europeos ayudas destinadas  al apoyo para la aplicación de agricultura de precisión y tecnologías 4.0 en el sector agrícola y ganadero.
Así que, la revolución 4.0 ha llegado para quedarse.

 

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