Una auxiliar de enfermería del Complejo Asistencial Universitario de Palencia logra que la Justicia reconozca que su baja por ansiedad no fue por contingencias comunes, sino derivada de las malas condiciones de trabajo durante años

“Hemos conseguido hacer visibles los riesgos, y gracias a ellos será más fácil prevenirlos”, afirma el secretario de Organización y Salud Laboral de CC.OO.-Palencia, Juan Carlos González Jiménez

Juan Carlos González CCOO Palencia

El agotamiento de los profesionales del sector sociosanitario se ha hecho patente desde la aparición de la pandemia de covid. Sin embargo, los orígenes de esta situación son anteriores: “tienen que ver con un problema de dimensionamiento de las plantillas con escasez de personal, y con la falta de recursos económicos y recursos técnicos“, afirma el secretario de Organización y Salud Laboral de Comisiones Obreras Palencia, Juan Carlos González, que lo enraíza en “una política de recortes durante mucho tiempo en la Comunidad en materia sanitaria, que no se pueden solucionar con medidas de maquillaje”.

Una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, con fecha del pasado 23 de diciembre, reconoce el origen laboral de la incapacidad temporal de una trabajadora del Complejo Asistencial Universitario de Palencia. Un hito “pionero” en Palencia y en Castilla y León que, para Comisiones Obreras, abre la puerta a que otros profesionales en la misma situación hagan valer sus derechos ante la Gerencia de Salud y el Instituto Nacional de la Seguridad Social.

Sobrecarga de trabajo, recortes y tensión

La historia de esta trabajadora, auxiliar de enfermería en el hospital palentino desde 1977, comienza en torno al año 2005, cuando decide denunciar ante la Gerencia de Salud “una situación de masificación en las consultas, lo que estaba contribuyendo a generar mucha tensión”, según relata González.

Desde ese momento, y hasta julio de 2016, “se suceden varios procesos de reorganización, cada seis meses más o menos, que lejos de mejorar la situación la empeoran” progresivamente, debido a la “política de recortes” y a la “falta de personal”.

Tal y como recoge el texto del Alto Tribunal y relata González, “desde 2004 hasta 2016, con el mismo personal, las consultas externas pasan de 20 o 30 diarias por especialista, a 60”, lo que supone “pacientes amontonados en la sala de espera y retrasos de dos y tres horas”. La situación “genera tensión entre pacientes y personal, llegando a los insultos e incluso a las agresiones en casos extremos”.

En septiembre de 2019, la trabajadora en cuestión acude a su médico de urgencias ante un cuadro de malestar general, que resulta en un primer diagnóstico de epigastralgia. Días después inicia un proceso de incapacidad temporal por contingencias comunes con diagnóstico de ansiedad. Según indica el secretario de Salud Laboral de CCOO Palencia, “el informe del Centro de Salud de Eras del Bosque de noviembre de 2019 constata que es una paciente de 62 años en aquel momento con trastorno adaptativo a situación laboral, por lo que se se inicia tratamiento con antidepresivo por no mejoría o situación de incapacidad laboral. Consta también que es una paciente sin antecedentes psiquiátricos con síntomas de ansiedad y depresivos en relación a la sobrecarga laboral”.

Un diagnóstico que se confirma desde el servicio de Psiquiatría en ese mismo mes, que destaca su estado de ansiedad con somatización en forma de sensación disneica, epigastralgia, astenia e insomnio, entre otros. “En varias ocasiones, esta compañera, junto con sus otras compañeras de consultas, habían presentado varios escritos a la dirección sin obtener ninguna respuesta positiva a la situación”, recuerda González.

Ante todo ello, el 17 de diciembre de 2019 la auxiliar de enfermería inició ante el INSS un expediente de determinación de contingencia, que tiene como finalidad determinar el origen profesional de una contingencia antes considerada común. La respuesta que obtuvo fue negativa, por lo que decidió continuar por la vía judicial, obteniendo una sentencia favorable por parte del Juzgado de lo Social.

Ratificación del TSJCyL.

Ahora, el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León ratifica aquel primer fallo judicial en una sentencia ante la que cabe recurso de casación por parte de la Gerencia de Salud, aunque desde los servicios jurídicos de CCOO no consta que esta se haya solicitado.

La única causa determinante de la incapacidad laboral es la exposición prolongada a una serie de factores psicosociales, como son la sobrecarga física y emocional, elevados niveles de estrés y ansiedad y una deficiente organización y planificación preventiva.

 

En particular, la sentencia del alto tribunal constata que “la única causa determinante de la incapacidad laboral es la exposición prolongada a una serie de factores psicosociales, como son la sobrecarga física y emocional, elevados niveles de estrés y ansiedad y una deficiente organización y planificación preventiva”, destaca González.

“Ninguna prueba se ha presentado en contrario que contenga un mínimo indicio de que la causa de la IT pudiera ser otra que la ansiedad generada por las condiciones en las que se desarrolla el trabajo, condiciones a las que la empresa debió haber puesto solución hace años, sin que nada haya cambiado o en todo caso ha empeorado con el tiempo: más masificación, más periodos de espera para los pacientes, más tensión generada entre esto e incluso más agresiones al personal. El estrés y la ansiedad que originaron la IT de la actora tuvieron como única causa su trabajo”, indica la sentencia.

A juicio de los responsables sindicales, se trata de un hito judicial en Palencia y en Castilla y León, ya que “en estos momentos nos consta que hay muchas bajas laborales con similares características y síntomas, que podrían también iniciar un expediente y llegar hasta el final, hasta el juzgado, como hizo esta compañera”, afirma González, quien considera que “mientras a la Gerencia no le cueste dinero, no le será rentable prevenir estas situaciones”, ya que “les bastará con sustituir la baja de un trabajador por otro”.

Y es que, según explica, “cuando se confirma el origen laboral de una contingencia, como es el caso, la trabajadora puede pedir un recargo de prestaciones de entre un 30 y un 50 % que tiene que pagar la empresa, no la Seguridad Social ni ningún seguro, tanto en la prestación de incapacidad laboral transitoria, como si al final acaba en una incapacidad permanente”, en cuyo caso debería abonar ese recargo durante toda su vida laboral. “Cuando a la Consejería esto le cueste dinero, empezará a considerar más rentable la prevención que no hacer nada, como hasta ahora”.

“Estamos agotados”.

Si bien esta sentencia corresponde a un periodo previo a la declaración de la pandemia, la sobrecarga laboral sobre las trabajadoras y trabajadores del sector sociosanitario no ha hecho más que empeorar en los últimos años, tal y como denunciaba CCOO en su campaña “Estamos agotados”, lanzada en febrero de 2021.

Pilar Sancho, coordinadora de Sanidad del sindicato en Palencia, considera que esta sentencia “es muy importante” porque pone el foco en una situación que “llevamos años denunciando tanto ante la Mesa Sectorial como en los Comités de Seguridad de Salud Laboral de las diferentes Áreas de Salud”, como es la “falta de previsión, pésima organización, plantillas mal dimensionadas, la falta de formación adecuada junto con un ritmo de trabajo que es muy elevado”, que “abocan a las personas trabajadoras del sector sanitario a padecer unas consecuencias que son nefastas para su seguridad y su salud”.

En un estudio de CCOO, más del 95 % de los sanitarios palentinos encuestados consideran que el desarrollo de su trabajo supone un desgaste emocional importante y que su jornada laboral tiene un ritmo de trabajo alto o muy alto

Sancho recuerda la encuesta realizada a trabajadores del sector en la provincia de Palencia con motivo de aquella campaña, según la cual “más del 95 % de las personas encuestadas afirmaron que durante su jornada laboral el ritmo de trabajo era alto o muy alto”. También el 95 % consideró que “el desarrollo de su trabajo supone un desgaste emocional importante”, mientras que siete de cada diez declararon sufrir ese desgaste “muchas veces o siempre”.

Ante ello, desde CCOO animan a los profesionales que se encuentren ante tal situación a denunciar y exigen a la Consejería de Sanidad la adopción de medidas como “una buena planificación del trabajo, una jornada laboral ajustada que permita conciliar la vida familiar y laboral, un ritmo de trabajo homogéneo durante toda la jornada fácilmente asumible, un ajuste adecuado de plantillas orgánicas, una estabilidad en el empleo en el turno y en el puesto de trabajo, una adecuada formación e información a los trabajadores sobre todo en materia preventiva y una exhaustiva selección de los mandos intermedios, con formación y habilidades adecuadas para la planificación”.

“Esta sentencia deja en muy mal lugar a la Gerencia de Salud, pero también al equipo de valoración de incapacidades del INSS, que viene manteniendo un criterio bastante restrictivo”, concluye Juan Carlos González.

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