El Alicante solo le aguanta el ritmo a los de Rivero un cuarto y medio (1-0 en la eliminatoria)

Primer escollo superado, con solvencia. El Zunder Palencia se impuso ayer con cierta facilidad, si eso es posible en baloncesto, al HLA Alicante por 88-57 con lo que deja encarrilada la eliminatoria que puede rematar el domingo, a las 19,30 horas también en el pabellón.

La igualdad se mantuvo apenas un cuarto. Aducía el entrenador de Alicante que tenía dudas con algunas jugadores. Y precisamente fue uno de los ‘dudosos’, McDonall, quien encestó la primera canasta del partido. También como referencia del equipo palentino, saltó al campo Kostadinov de inicio. Se mostraba así la confianza que ha ganado el equipo en él. Y suya fue la primera canasta de los morados. Un mate, para más señas.

Como en todo comienzo, con los ánimos estaban acelerados. Ganas de ganar el partido en los primeros momento, lo que conlleva demasiadas imperfecciones en el juego. Y tentando ambos equipos el camino de los tres puntos desde bien pronto. Afirmaba Monclova en la previa que si los suyos encontraban el camino por ahí, el partido sería diferente, más de cara. Pero no lo hicieron. Tampoco para los palentinos que abusaron y erraron demasiados tiros desde los 6,75. Solo un acierto en el primer cuarto, de 9 tirados. 11%. Pero los morados tenían otras armas, además, consagrando a Kasibabu como el máximo anotador del primer cuarto con 7 puntos. En la pintura o desde lo tiros libres..

Esas prisas por irse en el marcado procuraron fallos no provocados, malos pases entre los locales, aunque los visitantes tampoco iban mucho mejor. Con todo, lo mejor para los morados era el resultado: 20-14.

Segundo cuarto

Comenzó el segundo cuarto igual, abusando de los tiros de tres. Calma pedía Rivero pese a estar arriba en el marcador. Calma posiblemente no, pero arrestos para reencauzar el partido puso el capitán, con un robo y un mate. Incluso Manu Rodríguez se reencontró con el triple.

El dato menos positivo, que McGrew no estaba tan fino como antes de la lesión y en defensa se le veía sufrir. Pero es que sufrir tuvieron que sufrir todos, porque en atrás lo complicado era parar el juego interior. Kasibabu sobrepasado en varias ocasiones por las internadas de Gatell, máximo anotador de los visitantes mediado el segundo cuarto, con seis puntos.

Razón para que Rivero llamara a consultas a los suyos en pos de hacer los ajustes necesarios para detener el juego interior alicantino.

Ajustes hechos, otra vez a volar en el marcador: 35-22, máxima renta local hasta el momento, con 13 puntos.

Comenzaban los visitantes a no estar cómodos. Sin acierto. Ejemplo de ello es la jugada en la que robaron el balón en campo propio, contraatacaron, pero tras tres intentos no lograron encestar. Para desesperarse.

Con este panorama ante el Alicante, los locales empezaron a trenzar mejor las jugadas tomando a Kasibabu como referencia bajo el aro. Pero sin renunciar al triples que ahora si entraban. Un poco más. Y ante ello, el Alicante que ya comenzaba a pensar en entregar la cuchara y en lo larga larga (o corta) que se le va a hacer la eliminatoria si juega así.

Ejemplo de que el Palencia comenzaba a carburar fue la jugada con la que el Zunder cerró antes de irse al vestuario. Empacho de Schmidt de balón, que acaba por dársela a Wintering que tras varios amagos filtra un balón picado para Kasibabu, que remata con un mate, más tiro libre adicional. 47-24 y a vestuarios.

Tras el descanso, el trámite.

Tras el descanso, salió un Palencia quizá demasiado confiado… pero no era para menos. El partido tenía tintes parecidos a los del viernes pasado ante el Melilla. No por la capacidad anotadora, pero sí por la solvencia con la que los locales manejaron el encuentro.

Y además, a los cinco minutos, Gatell tuvo que salir ayudado por sus compañeros al lesionarse en un salto el tobillo derecho. Y sin su jugador más representativo, los alicantinos solo se mantuvieron a fogonazos. Pero de lejos. Siempre rondando o superando la barrera de los 20 puntos.

Esto le permitió a Rivero comenzar a repartir los minutos pensando en lo que queda de play off y final a 4. Incluso le dio cuatro minutos a Rozitis. Lo aprovechó Germán para reivindicarse, en la dirección el equipo, pero también en la faceta anotadora con seis puntos en el tercer cuarto que finalizó con el marcador de 66-46.

Último cuarto

La racha de German siguió encestando el triple que dio la réplica al acertado por los alicantinos en el arranque del postrero cuarto. Y con la victoria asegurada, McGrew, ganando minutos y sensaciones, que le van a venir muy bien de cara a lo que queda de temporada.

Pero ante un resultado tan abultado, los locales se relajaron, algo que no gustó a Pedro Rivero que pidió su segundo tiempo muerto del partido para tratar de mantener esa tensión.

Y a fe que lo consiguió, aunque tampoco era muy difícil ante un Alicante derrotado ya. Tan derrotado que Rivero incluso dio entrada a Mendi y Merlo, que anotó dos puntos.

Al final, un marcador muy amplio. 88-57. Demasiado para ser un play-off

Partido muy completo de Kasibabu. No solo por lo que dicen sus números, sino también por actitud. Defendiendo todo, superando el bache del segundo cuarto, y atreviéndose incluso a tirar desde los casi 6,75 (los árbitros entendieron que había pisado la línea y no concedieron triple). Fue el máximo anotador del partido con 18 puntos y el MVP.

En el resto de partidos, a la victoria de ayer del Valladolid ante el Lleida, se han sumado esta tarde las de Gipuzkoa en casa del Coruña y la del Burgos ante el Estudiante en Madrid.

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