Acb Photo / V. Quintana

Triunfo agónico de los locales, que lucharon hasta el final pese a los errores defensivos en momentos puntuales del partido

Palencia suma su segunda victoria en la primera temporada del equipo colegial en ACB

El ambiente era festivo, navideño. Con niños y niñas por doquier en las gradas del Pabellón Municipal de Deportes de Palencia. Por segundo año consecutivo, el club organizaba, a favor de Cruz Roja Palencia, una lluvia de peluches para los pequeños que más los necesitan. Una bonita iniciativa que llenó de muñecos de trapo todo el parqué del Municipal durante el tiempo de descanso.

En lo deportivo, Zunder Palencia recibía a Surne Bilbao Basket con la firme intención de añadir la segunda victoria al casillero local y tratar de alejarse lo más posible del farolillo rojo de la tabla. Un nuevo intento para el técnico Guil, que no quería desaprovechar. La afición de Bilbao Basket recibió con cariño a Ubal, a quien corearon en su presentación, pues fue jugador del conjunto vasco durante la pasada campaña.

ESTADÍSTICAS DEL PARTIDO

Así, salió mordiendo Zunder Palencia desde los primeros compases del partido, sabedor de la importancia de, al menos, competir, como ya hizo ante Zaragoza. Y lo hizo marcando el paso con dos triples de Benite y un rápido contragolpe de Chumi. Hacía muchos partidos que el conjunto capitalino no comenzaba ganando, y colocó un importante parcial de diez arriba a cinco minutos para el final del primer cuarto.

Siguió sin dar opción al rival, que solo ganaba en faltas, cinco por ninguna de Zunder Palencia. El técnico vasco retiró a Adam Smith de la organización para intentar cambiar la dinámica mala del equipo, que abultaba la derrota 24-9 a menos de un minuto de terminar el primer cuarto, con un Pabellón muy metido en el encuentro.

Sin duda, había ganas y hambre de triunfo en los locales, que estuvieron muy acertados, incluso en el tiro libre. Luis Guil daba entrada a González y a Van der Vuurst para bascular al equipo.

El segundo cuarto fue una de cal y una de arena para el conjunto local, que perdió la eficacia en el tiro cedió frente a la dupla de Pantzar y Killeya-Jones. 24-18 y se descomprimía la olla a presión del municipal palentino, al que se le aparecieron los fantasmas de las navidades pasadas. Otro triple de Venite sirvio para cortocircuitar la eficacia en el tiro vasco, que acumulaba un parcial de 9-0.

Así, Bilbao Basket recortaba distancias, 27-20, y evitaba una posible antideportiva, que se convirtió en falta en ataque para Xavi Rabaseda. A partir de ahí, el partido se volvió un toma y daca en el que los dos conjuntos mostraron seriedad en defensa. Pese a todo, Zunder Palencia mantuvo la ventaja nuevamente, con un resultado favorable de 40-29 a treinta segundos de ir al descanso.

Tras la “peluchada” solidaria a favor de Cruz Roja Palencia, en la que, por segundo año consecutivo, la afición palentina respondió con creces para lograr el objetivo de que ningún niño se quede sin su juguete estas navidades, el conjunto local recogió el 42-31 del descanso para tratar de mantener la ventaja y no perder la cara al partido.

Un imperial Pasecniks con 15 puntos y 21 de valoración sostuvo a su equipo los primeros compases de esta segunda mitad en la que, poco a poco, las sensaciones fueron cambiando a favor de los visitantes, que redujeron la distancia a cinco puntos con la mitad del tercer cuarto por jugarse. Destacó una increíble canasta a una mano de Killeya-Jones, el mejor de los bilbaínos en la tarde de hoy. Pese a ello, la eficacia desde la línea de tres puntos de Benite, el mejor del equipo palentino, sostuvo el resultado hasta que el técnico palentino pidió tiempo muerto con 48-46 en el luminoso.

Bilbao Basket se encomendó a Hlinanson, que con sus once puntos en su marcador particular, se dedicó a hacer mucho daño al conjunto local desde la pintura. A la fiesta de la anotación vasca también se sumó el extremeño con ascendencia palentina, Álex Reyes, con un triple que ponía el 55-52 en el luminoso al término del tercer cuarto, con todo por decidirse.

Las espadas estaban por todo lo alto en el último cuarto del partido. Bilbao sacaba la dupla Smith-Pantzar para dominar un encuentro en el que, cada canasta resultaba importante, cada rebote suponía dar aire a su equipo. En el Zunder aparecía Ubal para colocar el 61-57 en el marcador. No quiso perder la afición palentina la fe en la victoria, que reclamó hasta el final un arbitraje todo lo contrario a casero.

Por momentos, la superioridad del conjunto vasco dejaba sin ideas a los locales, momento en el que Guil movía el banquillo y sustituía a Benite por Franke. 63-59 a cinco minutos para el final del partido.

El holandés enchufó un triple fundamental para mantener el cuatro arriba en el marcador, aunque la amenaza del vuelco seguía estando presente. El ruido era ensordecedor mientras Pantzar entraba a canasta a placer, un fallo defensivo que podía condenar a Zunder Palencia con el 71-68 a falta de dos minutos para el final.

En un suspiro, como en la vida, un triple de Benite y un robo de Whittington dejaban el resultado 74-70 con 25 segundos para el pitido final. Agónico, sí, pero increíblemente satisfactorio el momento en que la afición del Pabellón Municipal sabía que tenía en el bolso la segunda victoria de la temporada en ACB.

Así las cosas, un partido intenso que terminó con un resultado de 78-72 que no se quiso perder la afición palentina en estas fechas señaladas con figuras incluso destacadas en la grada como las de Carles Bravo y Quique Garrido, ex jugadores de Palencia Baloncesto.

Queda esperanza, y, más que nunca en Navidad, nunca se pierde.

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