Un bombero abre una alcantarilla en la ciudad para evacuar el agua de una tormenta anterior. / Brágimo (ICAL)

La tormenta de esta tarde ha ido acompañada de rachas de casi 50 km/h

Suponen casi un tercio de lo caído en todo el año 2023

Dos zarpazos de agua. Dos lluvias con intensidad sobre la ciudad en menos de 24 horas y que sin ser torrenciales, sí se pueden considerar novedad después de semanas sin registrar precipitaciones de importancia.

Los registros de la Agencia Estatal de Meteorología han señalado que en la capital palentina, desde la tarde de ayer han caído 27 litros. Esto supone que, en 24 horas, han caído sobre la ciudad casi un tercio de lo registrado en todo lo que llevamos de 2023 y que en estos cinco meses se ha quedado en algo más de 90 litros.

El primer episodio, en la noche de ayer, cuando una tormenta descargó alrededor de 21 litros de agua por metro cuadrado sobre la capital. Fue en un período algo superior a la hora, por lo que, no generó demasiados problemas. El parte de actuaciones de la policía Local y Bomberos advertía de inundaciones a causa de estas precipitaciones: la primera a a las 23:40 horas de ayer, en un domicilio de C/ María de Molina por inundación en un ático. Los bomberos tuvieron que acceder a la azotea para evacuar el agua. Poco después se recibió otro aviso, en este caso en la calle Obispo Fonseca, y entonces por inundación de la zona de garajes y trasteros.

Esta tarde.

A eso de las 20 horas de hoy el cielo se encapotó y comenzaron los rayos sobre la ciudad, y posteriormente la lluvia. Acompañado de fuertes rachas de viento, el agua cayó sobre la ciudad con intensidad. Hasta los 48 km por hora llegaron algunas rachas, que acompañadas del agua, golpeaban la ciudad.

En este caso, las precipitaciones fueron más cortas en el tiempo y la cantidad de agua caída, siempre según los registro de la estación meteorológica de la Aemet en Viñalta, fue de unos 6 litros. Eso sí, en apenas 15 minutos, como confirman otras estaciones.

Esto provocó, varios avisos a Emergencias 112. Como el de la generación de una balsa de agua en el paso subterráneo de la avenida de Santander. Hasta ese punto acudieron los bomberos de la ciudad que, como confirmaron a Palencia en la Red, detectaron que el problema se encontraba no solo en la intensidad de las precipitaciones sino también en el hecho de que las bombas de achique del propio paso no se habían puesto en marcha de forma automática.

En todo caso, durante las horas posteriores se han afanado en realizar otras pequeñas intervenciones tanto para achicar agua, provocadas por alcantarillas cegadas o cortar ramas que no han aguantado el envite del viento y la lluvia.

Además, en la provincia, según Emergencias 112, también se dieron incidencias, como una balsa de agua en la N-610 a la altura de Villamartín que obligó a actuar a la Guardia Civil de Tráfico y a la empresa de mantenimiento de la carretera.

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