Imagen del inicio del camino rural entre San Llorente del Páramo y Bustillo del Páramo y que se pretende reconvertir en carretera provincial. GOOGLE STREET VIEW

Los municipios de Villarrabé y Bustillo del Páramo pretenden ganar una conexión directa de calidad y adaptada a las necesidades actuales con la reconversión, por parte de la Diputación, de un camino rural en una carretera

La Red Oficial de Carreteras de Palencia sumará en breve cinco kilómetros más. Pueden parecer pocos dentro de los 3.000 que hay en la provincia de Palencia (la Junta mantiene la mitad, la Diputación un tercio y el resto el Estado), pero para los vecinos y sobre todo las industrias de la zona a la que beneficiarán, esos cinco kilómetros serán muy agradecidos.

Se trata de la creación de una nueva carretera entre las localidades de San Llorente del Páramo y Bustillo del Páramo de Carrión en los municipios de Villarrabé y Bustillo.

La creación de esta infraestructura no parte de cero. Es decir, no habrá que abrir una senda nueva para comunicar estas dos localidades, sino que lo que se usará es un camino rural actual. “Es un camino rural, que sí, está asfaltado, pero que está limitado a 15 toneladas y están pasando muchos camiones. Quizá demasiados”, asegura el Juan María Miguel, alcalde de Bustillo del Páramo de Carrión, localidad que sirve de entrada sur para esos vehículos pesados que llegan desde la N-120.

Actualmente el proceso para la creación de la que será la primera carretera que se incorpora al plano de vías de Palencia desde que se terminó la A-67 hace ya más de una década, se encuentra en el procedimiento de expropiación de los terrenos necesarios. Porque, aunque se vaya a usar una antigua senda que ya recorren los vehículos, es necesario ganar e incorporar una franja de terrenos aledaña para ampliar la anchura de esta vía, que apenas tiene 4 metros.

Expropiaciones

En total se necesitarán expropiar terrenos de 49 parcelas, 24 en Bustillo del Páramo y 25 en Villarrabé, de las que la mayoría de los propietarios son los propios ayuntamientos o juntas vecinales.

Cabe recordar que hace unos años en la localidad de Villarrabé se levantó una factoría quesera que ocupa cerca de 4 hectáreas de terreno. Desde entonces, el flujo de camiones que mueve la misma ha provocado que muchos de los que tienen que desplazarse hacia el sur de la provincia utilicen esta pequeña y estrecha vía para acortar camino. Así no tienen que retroceder hasta Saldaña o desplazarse hacia Ledigos para luego volver a Carrión y tomar la CL-615. “Es un camino rural que está limitado a 15 toneladas, pero están pasando camiones de más peso”, se queja e insiste el alcalde de Bustillo del Páramo.

Así que esperan que el proyecto que promueve ahora la Diputación, denominado Adecuación del camino de San Llorente del Páramo a Bustillo del Páramo como carretera provincial permita que la vía se adecue al tipo de tráfico y al volumen que ha ganado en los últimos años.

Como en Villotilla

Se tratará de una actuación similar a la que se ejecutó el pasado año al ampliar, también por esta zona, la carretera que une la N-120 con Villotilla, aprovechando a la vez para ampliar la plataforma de la vía y también para crear un andadero en la zona en la que la carretera compartía recorrido con el Camino de Santiago.

La diferencia es que en Villotilla, la carretera ya existía como carretera provincial y entre Bustillo y San Llorente no. Por ello, también se tendrá que actuar en la base de la propia carretera, para que pueda soportar un mayor peso sin que se produzcan blandones.

Muchos caminos rurales asfaltados

Bajo los paraguas de caminos rurales, especialmente en la Comarca de la Vega de Saldaña, se teje una importante red de carreteras no regladas, de caminos asfaltados u hormigonados, que permiten una circulación fluida entre las localidades sin depender de las carreteras de administraciones como Junta, Diputación o Estado.

Estas dependen de los Ayuntamientos. El problema es que muchas de ellas son eso, caminos rurales con una capa de asfalto extendida hace incluso décadas, y que no están preparadas para el uso que se les da ahora con vehículos más pesados y un tránsito más continuo. Y su estado no deja de ser el de lo que son, caminos, porque, en el mejor de los casos, muy de vez en cuando sus ayuntamientos echan una plancha de hormigón donde la estructura colapsa, porque no son carreteras.

Y de camino a carretera es lo que se va a acometer en este caso por la Diputación: “Esperamos que las obras comiencen en verano”, aventura el regidor de Bustillo. Por tanto, para este año no, pero para el siguiente, los visitantes de las más que populares fiestas populares de San Llorente el Páramo, podrán usar la carretera más joven de la red de carreteras de Palencia.

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