Control de alcoholemia.
Control de alcoholemia.

Un hombre es detenido por hasta cuatro presuntos delitos al ser detectado conduciendo erráticamente y otro apunto está de seccionarse un dedo con los radios de una bicicleta

El tercer inquisidor de Castilla, Francisco Jiménez Cisneros, es quien da  nombre a una importante avenida en Palencia. Vía de comunicación que comunica los populosos barrios de El Carmen y el Campo de la Juventud con la zona de expansión de la ciudad, en Pan y Guindas y el Polígono. Pues en esa calle es donde comenzaron a acabarse las peripecias de un conductor que la pasada madrugada pasó del Tercer inquisidor de Castilla al vérselas con el Juez y el fiscal de Seguridad Vial, aunque sus delitos no solo fueron al volante.

Según informa la Policía Local de Palencia, en colaboración con Policía Nacional, se localiza un turismo que circula de forma anómala por la Avenida de Cardenal Cisneros. Vehículo tuvo que ser parado por las patrullas ya en la avenida de Brasilia (El Vial). En ese momento, los agentes aprecian que el conductor, un varón de 66 años, presenta síntomas de una importante intoxicación etílica.

Se niega a la prueba.

Siguiendo el protocolo, los policías requirieron al hombre para que se sometiera a la prueba de alcoholemia. Sin embargo, el hombre tenía otros planes y se negó a soplar en el etilómetro. Ya solo por eso, los agentes podrían haberle imputado los presuntos delitos de desobediencia a la autoridad y conducción bajo los efectos del alcohol. Delitos tipificados en el artículo 383 del Código Penal.  “El conductor que, requerido por un agente de la autoridad, se negare a someterse a las pruebas legalmente establecidas para la comprobación de las tasas de alcoholemia y la presencia de las drogas tóxicas, estupefacientes y sustancias psicotrópicas (…), será castigado con penas de prisión de seis meses a un año y privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por tiempo superior a uno y hasta cuatro años”.

Un juez puede incluso condenar por los dos delitos a la vez. Es decir, por un delito de alcoholemia, si a través de los síntomas físicos puede desprenderse la influencia etílica sobre la conducción, así como el delito de desobediencia, por no someterse a la prueba.

Alcoholemia y más.

Pero es que el conductor detenido anoche en la calle Brasilia se presentará ante el juez no solo con esas dos causas por responder, sino que, según los agentes, se enfrentó a ellos, por lo que finalmente tuvieron que detenerle por atentado y resistencia a la autoridad.

No ha sido el único conductor al que en Palencia le han imputado por un delito contra la seguridad vial. Porque en la noche de ayer martes, se produjo un accidente de tráfico con daños materiales entre dos turismos en Avenida Reyes Católicos. La Unidad de Atestados realizó la prueba de alcoholemia a los conductores de los vehículos arrojando uno de ellos, varón de 57 años, resultado positivo, con una tasa de 0,81 mg de alcohol por litro de aire expirado. Una cifra superior a 0,60 es constitutiva de un delito, por lo que se realizó un Atestado por Presunto Delito contra la Seguridad Vial.

Casi sin dedo.

Por otro lado, en la tarde del pasado lunes, los agentes de la Policía Local de Palencia auxiliaron a un hombre, de 29 años que presentaba lesiones en un dedo al habérselo casi amputado con los radios de una bicicleta. La atención se produjo en la calle Sagrada Familia, de la ciudad y una ambulancia trasladó al varón hasta el Hospital Río Carrión.

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