Dos ‘pasajeros’ muy peculiares

ICAL

Efectivos de la Guardia Civil de Burgos denunció a una cazadora que transportaba en el maletero de un vehículo dos cabezas de corzo macho -pertenecientes a dos ejemplares que supuestamente acababa de cazar en un coto de la provincia de Burgos-, al no llevar colocado los respectivos precintos obligatorios para su transporte, según informaron hoy fuentes del instituto armado.

Los hechos ocurrieron días atrás, a plena luz de día, en una localidad del Alfoz de Burgos cuando una patrulla del Seprona investigaba unas supuestas prácticas furtivas acaecidas durante la jornada anterior. Las pesquisas practicadas permitieron obtener información relevante sobre la posible autoría de los hechos y en el transcurso de las mismas observaron un vehículo todo terreno de características similares al utilizado por los supuestos infractores.

El mismo fue interceptado e identificados sus dos ocupantes, un hombre y una mujer. En el habitáculo portaban un arma de caza propiedad de ella, del calibre 7 milímetros REM, enfundado y debidamente documentado y en la zona de carga se localizaron dos bolsas de plástico que contenían sendas cabezas de corzo que carecían de los correspondientes precintos que autorizan su caza y posterior transporte.

Ambos ‘trofeos’ presentaban evidencias de que los ejemplares a los que pertenecían habían sido recientemente abatidos; sin embargo al ser preguntados por su origen entraron en contradicciones. En ningún momento pudieron dar una respuesta lógica de su lícita caza ni del motivo de carecer de los precintos, negándose a colaborar con los agentes para localizar en el campo los cuerpos de los animales de referencia.

Las infracciones observadas, por incumplimiento a la Ley de Caza de Castilla y León, fueron puestas en conocimiento de la Administración correspondiente. Por ellas se enfrenta a sanciones económicas que aplicadas en su grado máximo pueden suponer 10.000 euros de multa, sin menoscabo de la aplicación de otras accesorias como por ejemplo la pérdida de la Licencia de Caza hasta tres años y la indemnización por el valor a efectos cinegéticos de la especie abatida, tasado en el caso que nos ocupa en 5.000 euros por pieza.

Se ha intervenido un precinto para la caza del corzo, de la campaña actual, para un terreno cinegético de la provincia para el que tenían autorizada dicha actividad cinegética y las dos cabezas de los animales que fueron entregadas en el Centro de Recuperación de Animales Silvestres de Burgos.

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