Oso montaña palentina marcan con gps
Imagen de un oso en la Montaña Palentina.

El suceso tuvo lugar en el transcurso de una cacería al jabalí, en noviembre de 2020, en el cuartel de caza de Ventanilla

El juzgado de Cervera de Pisuerga celebro hoy una vista contra el cazador que “disparó y mató” a un ejemplar de oso pardo en la Reserva Regional de Caza de Fuentes Carrionas en el transcurso de una cacería al jabalí, que tuvo lugar en noviembre de 2020, en el cuartel de caza de Ventanilla, según un comunicado de Ecologistas en Acción.

Desde el colectivo lamentaron que, tres años después, aún se está a la espera de juicio y sentencia, quienes recordaron su petición de penas de dos años y seis meses de prisión, cinco años de inhabilitación para el ejercicio de la caza y las costas del proceso, así como una indemnización de 100.000 euros para la Junta de Castilla y León en concepto de responsabilidad civil.

En ese sentido, señalaron que el investigado pasó de reconocer los hechos en el atestado inicial a negar su responsabilidad en las declaraciones en sede judicial, lo que ha provocado una dilatación excesiva del proceso alargando la instrucción de “manera innecesaria” con escritos solicitando diferentes pruebas, algunas denegadas por estar fuera de los plazos reglamentarios. El último paso de la defensa fue presentar Recurso de Apelación contra un Auto del juzgado de instrucción, recurso que fue desestimado.

Al investigado se le impuso, en julio de 2022, una fianza de 63.865 euros para asegurar las responsabilidades pecuniarias del proceso, decisión que fue recurrida por la defensa y no aceptada por la jueza de instrucción, por lo que la imposición de la fianza es firme desde noviembre de 2022, aunque, más de un año después, “no se ha dado cumplimiento a esta decisión judicial alegando circunstancias económicas a pesar de tener varias vías para poder hacer frente al pago, entre ellas requiriendo al seguro de responsabilidad civil obligatorio de todos los cazadores o el recurso a financiación externa con avales de terceros que han mostrado su posible disposición en las diligencias judiciales”.

“No puede ser que tres años después no haya ningún responsable por la muerte de una especie estrictamente protegida, catalogada como en peligro de extinción y esto se debe en gran medida a un investigado que, como todos, es muy valiente para disparar y lo es muy poco para asumir las consecuencias de sus disparos”, aseguraron desde Ecologistas en Acción.

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