acbPhoto // Víctor Quintana

Los palentinos doblegan al Breogán gracias a un gran segundo cuarto y a saber mantener las ventajas (74-59)

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Sonó en el pabellón antes del partido el Flying free de Pont Aeri recordando que  “there is a club which is making history” ¿Sería premonitorio?. Porque la de hoy es la primera victoria del Zunder Palencia en la ACB. Haciendo Historia.

Si en Manresa uno de los problemas con los que se encontró el Zunder Palencia fueron los rebotes defensivos, esos problemas parecía que se iban a trasladar al partido de hoy. Porque en primera jugada, bien por rebote ofensivo o por pérdidas de balón de los palentinos, los lucenses gozaron de hasta cinco opciones de anotar. Lo hicieron a la quinta, con un 2 más uno.

El ritmo que quiso imponer de inicio el conjunto visitante fue, a pesar de que llegó a Palencia con una plantilla de solo 10 jugadores, fue un ritmo rápido, con muchos fallos. Como también los cometía el Zunder Palencia que para nada fue el de Manresa en los minutos iniciales.

(Galería) Las gradas vibran con la primera victoria del Zunder Palencia

En defensa, a Haarms le buscaban las cosquillas en las jugadas interiores, por lo que Marco Justo invitó a Pasecknic a saltar a cancha para aportar algo más de contundencia en defensa a base de memorables gorrazos. Pena que en ataque no estuviera tan acertado, fallando dos tercios de sus tiros, a mayores de dos tiros libres.

Al menos, en defensa el Zunder fue haciéndose dueño de los rebotes, pero el ataque se atascó, con jugadas precipitadas que no llegaban a tocar aro, por lo que Justo dio entrada a Van der Vuurst para dirigir el equipo.

También había dado entrada Ousmane, que le dio otro aire al equipo después de que los lucenses, moviendo al equipo palentino en defensa se fabricaran tiros liberados para irse en el marcador ante la ineficiencia del ataque palentino. Al final del primer cuarto, 12-17 para los visitantes. No pintaba bien la cosa para los palentinos.

El cambio se dio tras el paso por los banquillos. ¿Qué tecla tocaría Justo para que Palencia le tomara la cara al partido?. Con Van der Vuurst a los mandos y con Ousmane, los palentinos jugaron sus mejores momentos. Bien en ataque. Sobaban la bola, amasaban la   jugada, creaban huecos fuera para los tiros exteriores o dentro para las internadas de Pasecknic, más acertado en el segundo cuarto, o Haarms.

Atrás, era un muro con defensas fuertes, pegadas, de las que crean sudor. Con eso y un poco de suerte, los morados repelieron las acometidas del Breogán durante casi ocho minutos. Los que tardaron los visitantes en marcar entre su primera canasta y su segunda en el cuarto. Para entonces el martillo pilón del Zunder había puesto el marcador 30-19 con un parcial de 18-4.

A la fiesta se había sumado también Benite que sumaba ya 9 puntos como el máximo anotador de los palentinos, seguido de Ousmane.

Al descanso, 36-25, después de que Brown robara un balón y con el reloj pidiendo la hora, Kamba corriera para certificar el cuarto con un mate.

Tras el descanso

A la salida de vestuarios, los dos púgiles se enzarzaron en un intercambio de golpes en ataque. Porque las defensas no eran tan ajustadas en ninguna de las dos zonas. Eso y un fallo clamoroso en un pase de Van der Vuurst obligaron a  Marco Justo a pedir su primer tiempo muerto con apenas 1 minuto y 40 segundos consumidos tras la reanudación. 41-33

No mejoró el Zunder, con pérdidas de balón o ataques a la nada. En defensa tampoco estaba fresco y el marcador volvió a ajustarse: 41-39. Saltaban las alarmas. A solo dos puntos. El Breogán cerraba bien los ataques, los tiros de Benite con dos encima con las ayudas.

Alarmas que se disiparon cuando la rabia volvió a los palentinos. Cuando la sangre se les volvió a calentar. Robando, luchando cada balón, sacando dos veces tres tiros libres tras falta, amordazando a los gallegos. En un tris, el Palencia volvía a poner tierra de por medio: 56-41 a falta de tres minutos.

Distancia que se mantuvo el resto del cuarto, a cuyo pitido se llegó con el marcador de 60-45 y un parcial de 24-20 para los palentinos.

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El cuarto decisivo.

Se entraba en el cuarto decisivo. El en que el Palencia ha perdido cuatro encuentros. Pero esta vez no tocaba perder. No. Quizá sufrir un poco, pero solo al principio. Lo cierto es que los lucenses, sin bajar los brazos, y aprovechando los errores no forzados en ataque de los palentinos, que no se pierden, son marca de la casa, apenas inquietaron a los morados, cerrados, ferreos en defensa ante un enemigo venido a menos y cansado tras tres partidos en una semana.

Así el Zunder Palencia pudo ir ampliando su ventaja hasta los 20 puntos.

En esa tesitura, Justo dio entrada a los que menos juegan: a Ubal y a Manu. Esto hizo que la ventaja se quedara finalmente en 15 puntos. (74-59)

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Quien no disputó ni un solo minuto en e le encuentro fue Leissner, pese haber entrado en la convocatoria en detrimento de Chema González. La salida del americano parece más que clara.

Victoria, la primera de la temporada, la primera de la historia en la ACB del club palentino. Y con ella el Saludo vikingo:

Ante unos 200 aficionados lucenses que se dejaron notar todo el partido y que fueron aplaudidos por la afición palentina al final del partido.

De forma individual, el mejor del partido, Kamba, con 18 de valoración y el máximo anotador Franke.

acbPhoto // Víctor Quintana

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