Parte del antiguo Lavadero de Barruelo de Santullán. / ICAL

El permiso fue concedido a Crédito Mobiliario Español,  y pasó por Ferrocarriles del Norte, Minas de Barruelo, Renfe, Vasco Leonesa, Altos Hornos, Hubasa y Uminsa

Barruelo de Santullán y las minas de las cuencas de Orbó y Santullán mucho le deben al ferrocarril. Porque mucha de la producción de carbón que salía de las entrañas de sus montes y que hizo de la localidad de Barruelo la segunda en importancia de la provincia, servían para abastecer y alimentar las locomotoras que movían los trenes de la Compañía de los caminos de Hierro del Norte, o más comúnmente conocida como Norte.

Tanto, que Norte, se hizo con prácticamente toda la producción de las minas de esta zona palentina, cuando no para trasportarlo directamente a Madrid. Y para obtener carbón además de sacarlo de la tierra hay que lavarlo. Y para lavarlo se necesita agua. Y eso es lo que se acaba de perder.

Estación de Barruelo de Santullán, que perteneció a Norte. / ICAL

Porque la Confederación Hidrográfica del Duero acaba de revocar la concesión que en su día, un día muy lejano de 1860  le diera a Norte. Aunque como explica Fernando Cuevas, del Centro de Interpretación de la Minería de Barruelo de Santullán, “en ese año, no sería a Norte, sino a Crédito Mobiliario”, empresa que explotaba los yacimientos por aquellas fechas, por lo que posiblemente esa concesión cambiara de adjudicatario entonces. Cosa que no ocurrió después.

Concesión.

No sería hasta la década de los 1870 cuando Norte (filial de Crédito Mobiliario) adquirió las minas que, en torno a los años 20 del siglo pasado, traspasaría a una empresa subsidiaria, Minas de Barruelo para la explotación y suministro del mineral para su trenes. Y en 1941, el Estado nacionalizó todo el ferrocarril. Norte desapareció (o quedó integrada en Renfe) y Minas de Barruelo, las que lavaban el mineral con la concesión de 70 litros de agua por segundo, tomada del río Rubagón, pasaron a manos de la estatal Renfe, que las mantuvo en manos públicas hasta 1966. Entonces, las explotaciones mineras y la concesión de aguas, pasaron a manos de la Hullera Vasco Leonesa.

Esta empresa cerró las minas, las vendió a Altos Hornos, que no reanudaron su explotación hasta que en 1980 Hullas de Barruelo SA, las retomó, haciendo uso también de la concesión decimonónica de aguas. La última usuaria de la misma fue, desde finales del siglo pasado, Uminsa, que en el año 2021 sacó a subasta todas sus propiedades en Palencia.

En 2005, Uminsa cerró el último pozo minero en Barruelo de Santullán, el pozo Peragido. / ICAL

Y puesto que la explotación de las minas y los lavaderos hace tiempo que dejó de ser efectiva en Barruelo de Santullán, la Confederación Hidrográfica del Duero acaba de decidir la revocación de la concesión con número de inscripción en el registro general 11.374, procedente de las aguas del Rubagón, para usos industriales, a nombre de “Compañía F.C. del Norte” y en uso desde “1860”, debido a que se ha constatado que “el aprovechamiento de aguas referido destinado como lavadero de carbón ya no existe, pues no hay actividad minera en la zona y que el concesionario ha desaparecido”.

El fin de una concesión histórica, de más de 160 años, que confirma, certifica y rubrica el final de la época del carbón en la comarca de Orbó y Santullán y que dejará de tener derecho a robar agua al maltrecho Rubagón.

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