La Dorada ya 'descansa' en su parcela de Husillos.

Un joven palentino instala en Husillos un barco para cumplir su sueño de tener un espacio de libertad en un pueblo

Dicen que los humanos siempre hemos tenido el sueño de volar. Y entendamos humanos como el común de los mortales. Porque hay otros humanos para los que el principal sueño no es ese. Es sentirse libres. En el campo, en el agua, en un pueblo “y no en una pajarera en una ciudad, que eso son los pisos en las ciudades. O a caso ¿no te gustaría vivir en tu pueblo?”.

Quien pregunta es Luis Miguel Marcos. El artífice de una idea tan descabellada como genial y cercana a cumplir su sueño de estar cerca del agua en una tierra como la palentina. Acaba de hacer atracar a La Dorada en Husillos, a escasos metros del Carrión, pero en tierra firme.

Sin llegar a la treintena y sin relación directa con Husillos acaba de instalar allí su cuartel general. Su buque de mando. Su proyecto de vida a largo plazo con 13,5 metros de eslora y 3,4 de manga. Y lo ha llamado La Dorada. Sí, como el barco de Chanquete. “Es un guiño a la gente mayor, que son los que han levantado los pueblos”, asegura quien por edad, no vio las sempiternas reposiciones de Verano Azul en TVE.

Pero Luis Miguel no quiere La Dorada para vivir, sino para disfrutar del pueblo.

Un barco junto al Carrión

¿Pero cómo acaba un barco a orillas del Carrión? Amante de la naturaleza y del campo, Marcos afirma que durante su primera etapa de vida vivió en Ruesga. “Cerca del agua. Me encanta el agua. Por ahora el dulce”, afirma sonriendo. Pero eso es algo a lo que volveremos luego.

Por otro lado, el enamoramiento de Husillos llegó el verano pasado y eso que él desciende de Paredes de Nava. “Tengo un amigo de estudios que es de Husillos y el verano pasado, después de tirarme 40 días recepcionando cereal me dijo que era la Semana Cultural de su pueblo, de Husillos. Y allí fui”. Tan impresionado quedó por el ambiente del pueblo, que él, que actualmente vive en Los Olmillos, pocos meses después se había comprado una pequeña parcelita en Husillos.

Su primera idea era hacerse una casita o algo parecido. “Pero no llevo mucho trabajando y los ahorros los justos. Cuando viendo que tenía que retranquear, que papeles por aquí, por allá y que antes de poner un ladrillo tenía que gastarme 7.000 euros… deseché la idea”, recuerda, antes de apuntar que “deberían darse más facilidades”.

Por Wallapop

Así que viendo las nuevas tendencias constructivas y habitacionales pensó en un contenedor marítimo, en un tráiler frigorífico en… pero lo que encontraba no se correspondía con lo que quería, buscaba y podría permitirse. “Miraba en Wallapop y allí me apareció este barco”. Y no estaba precisamente en una gran potencia naval, sino en Pamplona, aunque el buque de recreo tenía su historia. “Era del sobrino de uno que se quedó tirado con un ballenero en la Antártida”, resume a vuelapluma Marcos. “Otro día te cuento la historia completa”, promete.

Tras adquirirlo, llegó el transporte, que se produjo ayer mismo, ante la expectación de los  vecinos de Husillos, que primero vieron llegar una gran góndola y luego observaron cómo La Dorada volaba por los aires sobre los tejados de otras viviendas hasta quedar depositada en la parcelita, dentro de la expansión del casco urbano.

Lo cierto es que, asegura, no usará su Dorada “a la que boté con botella de champán y todo” como vivienda. Sino como entretenimiento. “No se puede vivir en ella. Está un poco destrozada. Y no es grande. Tiene el camarote de debajo de dónde se dirige y una pequeña cocina, pero no tiene célula habitacional”, advierte.

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La Dorada, en la jornada de ayer, tras ser depositada.

Su intención, afirma, es “ir reparándola poco a poco. Como hormiguitas. No somos cigarras. Un lijado, un pintado, un arreglo esto de dentro para que quede mejor. Y mientras, disfrutar de estar en la calle, de saludar al vecino, de tomarse una cerveza con el amigo que le ayude al aire y cerca del agua. Sintiéndose libre como según él solo se siente libre uno en un pueblo, en este caso Husillos.

El final de la singladura de La Dorada en Husillos… “puede que algún día, navegar”. Y aquí volvemos a su gusto por el agua, dulce. “He sido de agua dulce, pero quien dice que no me eche a navegar a la mar?”, afirma ufano quien ha comenzado a cumplir su sueño dorado. Y no es volar, es navegar libre con La Dorada en Tierra de Campos.

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