Miles de palentinos han disfrutado de una preciosa Cabalgata de Reyes con motivos temáticos de la literatura y la fantasía, así como elementos tradicionales de la provincia
A la fiesta se sumaron las ocas de Miguelín; la mascota del Zunder Palencia, Chigui o los Campaneros Villaltanos que anunciaron la llegada de los Magos de Oriente
Puntuales a su cita con Palencia, Sus Majestades los Reyes Magos de Oriente comenzaron el recorrido por las calles de la ciudad en torno a las 18:30 horas de la tarde. Como ya es habitual, desde la calle Isaac Peral, siguiendo por la avenida Cardenal Cisneros y la avenida de Valladolid hasta continuar todo recto para terminar en la Plaza Mayor, donde les esperaban la alcaldesa de Palencia, Miriam Andrés y el concejal de Cultura, Fran Fernández quienes, tras recibirles como es debido, les entregaron las llaves de la ciudad con el objetivo de que, esta noche, puedan “colarse” en todos los hogares y así dejarnos solo aquellos regalos que los palentinos merecemos este año.
La cabalgata, compuesta por más de 600 figurantes, seis carrozas y quince espectáculos, empezó con los antiguos camiones del Parque de Bomberos de Palencia, conocidos como ‘El Abuelo’ y la ‘Abuela’ junto a Correos y el espectáculo de animación ‘La Princesa des Glases’.
A continuación, un elefante gigante y uno cría articulados dieron paso a Gepeto, el creador de pinocho. En este caso, se trataba de una marioneta gigante transportada por cuatro personas que sorprendió por su tamaño y realismo. “Todas sin contaminación y cero ruido”, porque “hay que cuidar el Medio Ambiente”, tal y como insistía en recordarnos la real presentadora de la cabalgata, Eva Calleja. Estas primeras comparsas sirvieron para dar paso a la primera de las carrozas, ambientada en el cuento del Mago de Oz.
Posteriormente, sería el turno de la segunda de las carrozas contando como protagonista a la Bella y la Bestia y a la que acompañaron un grupo de patinadores, una gran ballena y el grupo de teatro ‘Gran Sol’. Por último, la tercera de las carrozas con temática de cuento tuvo todo que ver en los Siete Enanitos de Blancanieves. La misma, estuvo acompañada del espectáculo de animación con música en directo ‘Ice Dream’, así como de varios grupos locales de gimnasia y danzas.
Junto a ellos se unieron el tren navideño, la mascota del Zunder Baloncesto ‘Chigui’, las ocas de Miguelín; el burro, la Virgen, el Niño y San José o una cuadriga romana acompañada por el sonido de varios tambores como si estuviésemos en las películas de ‘Gladiator’ o de ‘Ben-Hur’.
Además, el toque tradicional lo pusieron los pendones, los Coros y Danzas del Reino de Castilla y el carro de campanas a manos de los Campaneros Villaltanos de Villota del Páramo, para anunciar la llegada de Sus Majestades.
Y, por fin, hicieron su aparición las tres carrozas de Sus Majestades, ambientadas en un Castillo la de Gaspar, un Trineo Unicornio la de Melchor y tirada por un Elefante la de Baltasar, todas ellas junto a varios caballos. Los Reyes de Oriente portaban sus ropajes diseñados por el palentino José Martín.
Cerraron la comitiva del desfile, acompañando a los Magos, un elenco de diez artistas compuesto por zancudos, actores, bailarines y acróbatas, que montaban en unas bicicletas muy especiales para poder recoger las cartas de los niños más rezagados.
Una vez en el balcón del Ayuntamiento de Palencia, SSMM los Reyes Magos se dirigieron a los palentinos que abarrotaban la Plaza Mayor de la capital. El rey Melchor, que parecía ser un gran aficionado del Zunder Palencia, por su entusiasmo con la práctica del deporte y los hábitos saludables, preguntó a los niños de Palencia si se habían portado bien, mientras que, Gaspar, que todo apunta a que era más futbolero que otra cosa, agradeció el comportamiento de todos los niños de Palencia este año. Por último, Baltasar, mucho más sentimental, hizo una bonita oda al amor y pidió el fin de las guerras, así como que “aumente la generosidad entre todos”.
Finalmente, tuvo lugar una interpretación del villancico palentino, ‘Ea’ y la adoración al Niño Jesús por parte de los Reyes que le entregaron oro, incienso y mirra. Y nada más, a dormir todo el mundo. No querrán quedarse sin regalos.
