La evolución del mercado en la Comunidad es más negativa que en el conjunto del país, con una caída del 11,8%

Las matriculaciones de turismos en Castilla y León acumulan entre enero y abril un descenso del 18,8 por ciento, ya que se vendieron 5.911 vehículos. Esta reducción de la media autonómica es siete puntos superior a la nacional, donde lo hizo un 11,8 por ciento, con 233.509 vehículos, frente a los 264.649 del pasado año, según los datos facilitados por Faconauto, Anfac y Ganvam.

En abril, las matriculaciones en la Comunidad se quedaron en las 1.725, es decir, un 4,9 por ciento menos que hace un año, mientras en todo el país se produjo un retroceso del 12,1 por ciento en el cuarto mes del año, en comparación con el año anterior, con un total de 69.111 unidades.

La crisis de los microchips junto con la lenta recuperación económica, ahora acentuada por la incertidumbre derivada del contexto internacional, están siendo factores fundamentales para la evolución de la demanda de vehículos nuevos, manifestó el sector.

La directora del área de economía y logística de ANFAC, Aránzazu Mur, explico que “el último mes, aunque logra la mejor cifra de este año, sigue siendo inferior a la que el mercado español debería registrar”. “La lenta entrada de vehículos en los puntos de venta, causada por la crisis de los microchips y una demanda cada vez más condicionada por la incertidumbre económica están dificultando la recuperación. Atravesamos un contexto económico difícil para los consumidores, que se ha reflejado en el bajo crecimiento del canal de particular y de empresas, que apenas empujan la evolución de las ventas y retrasan su decisión de compra. La recuperación del mercado ha de ser una prioridad para evitar perder la relevancia que aporta el sector tanto al PIB como al empleo de nuestro país”.

El director de comunicación de Faconauto, Raúl Morales, indicó que “la Semana Santa ha dejado menos días de venta en abril, lo que ha intensificado los malos datos de matriculación de vehículos que ya veníamos arrastrando en el primer trimestre”. “Las sensaciones no son buenas, porque además de la falta de oferta, ya que sigue sin haber stock suficiente, en abril se ha visto claramente también una falta de demanda. Las familias sienten que el contexto, con una recuperación económica en suspenso por las consecuencias de la guerra de Ucrania, no es el mejor para adquirir un vehículo y retrasan su visita a los concesionarios. Hoy, con los datos de abril en la mano y si no se produce un cambio de tendencia, el mercado acabaría 2022 superando a duras penas las 800.000 matriculaciones, algo que todos debemos mirar con mucha preocupación, por las implicaciones que ya está teniendo para la competitividad de nuestro sector y para la recuperación del resto de la actividad económica, por la fuerza dinamizadora que tiene la automoción”, dijo.

Según la directora de comunicación de Ganvam, Tania Puche, “el mercado continúa sin levantar cabeza. De hecho, no veíamos un mes de abril con un volumen de matriculaciones similares desde la década pasada, con lo que volvemos a registros de la crisis económica de entonces. En un contexto de falta de oferta, en el que ya se están vendiendo más coches de más de 15 años que nuevos, la renovación del parque se convierte en punto clave para impulsar la descarbonización. En este sentido, además de impulsar la electrificación, hacen falta políticas mucho más activas y eficaces de achatarramiento, sobre todo, orientadas a estos vehículos de mayor antigüedad”.

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