El cantante madrileño cerró los conciertos de pago que el Consistorio había programado para estos sanantolines  con un lleno prácticamente absoluto

Sonaron los temas más conocidos del artista e incluso los de su etapa en el grupo Pereza, que hicieron las delicias del respetable

Era la atracción principal de las ferias y fiestas de San Antolín. La joya de la corona de un programa heredado de la anterior corporación y que acabó por rematar el nuevo Equipo de Gobierno del Ayuntamiento. Y no decepcionó. Leiva, una de las estrellas más caras a nivel de caché del panorama nacional, se subió al escenario del Pabellón Municipal de los Deportes ante miles de espectadores, los cuales, si no murieron de un golpe de calor o un desmayo, ya no creo que lo hagan en toda su vida. No sabemos si en el Pabellón el aire acondicionado no se enciende o, directamente, no existe. Pero, en cualquier caso, es para hacérselo mirar.

Leiva y su sombrero marcaron los primeros compases del concierto con temas muy conocidos incluso para los más profanos como ‘Sincericidio’ o ‘Terriblemente Cruel’. Saludó al tendido con mucha torería y deseo unas “buenísimas noches” a todos los palentinos que pudieron entrar en un Pabellón abarrotado, salvo por algunas pocas entradas en una zona de baja visibilidad.

El artista madrileño se mostró muy cariñoso con la ciudad de Palencia durante todo el concierto. Poco a poco, fue escribiendo una carta de amor a la ciudad que todos los asistentes leímos con fruición. Incluso hizo rápidamente alusión al tremendo calor que se vivía en el recinto, tanto, que algunos incluso sudaron para poder acceder por las puertas laterales.

“Es un súper lujo estar en Palencia, estamos muy ilusionados, hacía tiempo que no veníamos. Todos los que estamos aquí somos conscientes del esfuerzo de pagar una entrada”, comentó el ex de Pereza, que volvió a desear sus particulares “buenísimas noches” a un público ciertamente entregado a la causa que proponía Leiva y su brillante banda en esta etapa palentina de su gira ‘Cuando te muerdes el labio’.

Así, Leiva siguió con un recital que se prolongó hasta pasadas las 0:00 de la madrugada, tras empezar a tocar a eso de las 22:20. Más de hora y media de concierto en el que también sonaron otros temas reconocidos del artista como ‘La llamada’, al tiempo que los alternaba con otros de Pereza como ‘Estrella Polar’ o ‘Princesas’, que desataron a las más grupis del lugar.

Y siguió cambiando de guitarras y bajos, (tal vez también de camisa, aunque fuera la misma), para seguir deleitando a un público enfervorecido, que lo dio todo ‘Como si fuera a morir mañana’, mientras sonaban los acordes de esa archiconocida canción, con un sonido algo mejorable en general, todo hay que decirlo.

Llegó incluso a pedir unos minutos en silencio para poder entonar su bonita balada, ‘vis a vis’, y que Palencia pudiera sentir una experiencia “más potente que la de cualquier droga”, la de guardar los teléfonos en el bolsillo durante unos minutos y, sencillamente, descansar. Sabias palabras. Todos accedimos sin pestañear.

“Una gente muy maja”, la de Palencia, destacó el artista, que vibró hasta los extremos con los últimos coletazos del concierto derivados de ‘Lady Madrid’. Una experiencia sin precedentes con un Pabellón de los Deportes bellísimo, al que Leiva dedicó un bonito piropo: “Sois el mejor público que he tenido esta gira”. Seguro que eso se lo dices a todos, bribón. Pero da igual, ya nos tenías desde el primer hola. Vuelve pronto.

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