La Policía Local auxilia a una mujer que sangraba abundantemente a causa de una caída por el viento
Con los horarios que tienen últimamente los bancos, con periodos restringidos para determinadas actividades, varios vecinos de la capital, en concreto de la plaza de San Lázaro, se vieron sorprendidos de que a las 22,30 horas de ayer, hubiera actividad en una sucursal.
Y no solo que entrara y saliera gente, sino que su actividad fuera tan descarada que producían tal ruido que no permitía, aseguraban, el normal descanso de los vecinos. Por ello, varias personas avisaron a la Policía Local de Palencia de que en esa sucursal de la Plaza de San Lázaro se estaba dando una actividad sospechosa para esas horas.
Personados los agentes de la Policía Local, lo que se encontraron no fue, en principio, ni empleados de banca ni asaltadores de sucursales, sino una cuadrilla de trabajadores a los que, al parecer, la jornada se les había hecho corta y permanecían aún en el interior del local en labores de reforma. Los policías informaron a los operarios que no era el horario para realizar dichos trabajos abandonando la actividad voluntariamente en ese momento.
Sangre por el viento
Como ya publicamos en la noche de ayer, el fuerte viento registrado en la capital palentina durante la tarde provocó que los bomberos de la ciudad tuvieran que realizar 13 salidas para asegurar elementos que las ráfagas habían desprendido de fachadas, techos y de los árboles, además de a recolocar contenedores.
Sin embargo, este fuerte viento, con rachas cercanas a los 90 km/h en la ciudad también se cobraron daños personales. Según indica la Policía Local de Palencia, a las 13:20 horas, en avenida de los Derechos Humanos, se auxilió a una mujer de 78 años que sangraba abundantemente de la cabeza tras caerse por las fuertes rachas de viento.
