Pelea grupal
Imagen de archivo de una actuación policial como respuesta a una pelea. / ICAL

En el año 2022 se registraron 73 delitos graves de lesiones y riña tumultuaria, frente a los 34 del año 2019

A. Acitores / Agencia ICAL

Palencia no escapa a la dinámica general de aumento de peleas grupales con respecto a antes de la pandemia de covid: en el año 2022 se registraron 73 delitos graves o menos graves por lesiones y riñas tumultuarias en la provincia, lo que supone un aumento del 114,7 % respecto a 2019 y del 128,1 % en relación al año anterior, cuando se contabilizaron 32 agresiones de este tipo. Son datos recogidos por el Ministerio del Interior a partir de las estadísticas de las policías locales, la Policía Nacional y la Guardia Civil (además de los otros cuerpos de seguridad que operan en el resto de Comunidades Autónomas).

Del total de estos delitos, menos de la mitad corresponden a Palencia capital, por lo que los municipios de la provincia no están exentas de este tipo de sucesos, que tienen esta consideración cuando se producen de forma tumultuaria y utilizando medios o instrumentos que pongan en peligro la vida o la integridad de las personas. En concreto, el pasado año se registraron 27 delitos de esta índole en Palencia capital y los 46 restantes en la provincia. En 2019 habían sido 13 y, en 2021, 17 en total en la ciudad.

Delitos de lesiones y riña tumultuaria en Palencia y CyL
Delitos de lesiones y riña tumultuaria en Palencia y CyL – ICAL

En el conjunto de Castilla y León, la tendencia es similar: en los últimos años los delitos de lesiones leves y riñas tumultuarias se han incrementado notablemente, pasando de los 621 contabilizados en 2016, a los 1.034 con los que se cerró el pasado año, lo que supone un incremento del 66,5 por ciento. No obstante, este crecimiento se ha disparado tras la pandemia, dado que en 2019 se registraron 757 casos, un 36,6 por ciento menos que el pasado año.

David Cortejoso, secretario de la Junta de Gobierno del Colegio Oficial de Psicología de Castilla y León, explica, en declaraciones realizadas a la agencia Ical, que son muchos los factores que están detrás de este incremento de la violencia. Además del incremento del consumo de drogas y alcohol que se ha producido tras el confinamiento, Cortejoso también señala la falta generalizada de educación en valores entre los más jóvenes, lo que está provocando una sociedad más individualista y marcada por la falta de respeto y empatía.

El uso de internet y de la redes sociales, según Cortejoso, es otro de los motivos que está detrás de esta subida. La notoriedad y la popularidad que todos “necesitamos reforzar en una etapa de la vida”, ahora se traslada a las redes sociales, donde se buscan comportamientos extremos para llamar la atención, algo que provoca que muchas de las peleas se graben con los teléfonos y luego se suban a las redes sociales. En este sentido, también apunta que la sensación de impunidad que ofrecen las redes sociales, unida a la falta de empatía, genera una peligrosa falta de sentimiento de culpa.

Además, el psicólogo también argumenta que la situación social y el bombardeo de los medios de comunicación con noticias sobre guerras, crisis económicas, corrupción o crispación social, provoca que los más jóvenes vean su futuro con mucho pesimismo. Así, Cortejoso indicó que detrás de muchas conductas antisociales se puede aplicar la teoría de la indefensión aprendida, algo que lleva a pensar a muchas personas que no merece la pena esforzarse y luchar por el futuro.

Pérdida de autoridad

Los propios agentes policiales también constatan este aumento de la violencia entre los jóvenes. “Hay más irascibilidad”, percibe el secretario general del Sindicato Unificado de Policía de Castilla y León, José Robles, que insiste que “se está viendo mucha agresividad”, subraya. En este sentido, señala que “para nosotros la calle está siendo cada vez más un riesgo, porque estamos perdiendo autoridad”, a la vez que recalca el incremento de los delitos contra los agentes.

En términos similares se pronuncia la portavoz del sindicato Juspol en Castilla y León, Natalia Castán, quien apunta como posibles causas de este incremento de la peleas un mayor del consumo de drogas y el auge de los ‘after hours’, tal y como relata a Ical.

Además, desde ambos sindicatos policiales se reclama una actualización del catálogo de los puestos de trabajo del CNP, que lleva sin revisarse desde 2008, para incrementar el número de agentes en Seguridad Ciudadana, que es la mejor forma de prevenir este tipo de delitos. Además, Castán también coincide en destacar que se está perdiendo el principio de autoridad por parte de los agentes y se muestra contraria a cualquier revisión de la Ley de Seguridad Ciudadana.

Aunque en menor medida, estos datos también tienen su reflejo en las intervenciones por peleas del Servicio de Emergencias Castilla y León 1-1-2, dado que entre 2019 y 2022 los expedientes se han incrementado casi un 8 por ciento, hasta los 1.984 el pasado año.

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