Reinoso de Cerrato 2022 Foto: Asociación de Amigos de Reinoso
Reinoso de Cerrato 2022 Foto: Asociación de Amigos de Reinoso

El Ayuntamiento ha emitido un informe en que explica que la instalación contraviene la normativa urbanística del municipio

Reinoso de Cerrato ha cerrado la puerta a la instalación de una central de generación de biometano procedente del tratamiento de residuos alimentarios y animales que había sido planteada en el municipio.

El Cerrato de Palencia quiere ‘exportar’ gas

El proyecto que ha contado con una importante contestación por parte de los vecinos del municipio se ha borrado no por ello, o por las implicaciones medioambientales que se pudieran producir de su instalación a la vera del Gaseoducto Lerma-Palencia-Valladolid.

Reinoso de Cerrato crea una plataforma vecinal contra el biogás

Sin necesidad de presiones, el Ayuntamiento ha constatado que, simplemente, esa instalación no puede construirse ni funcionar donde está planificada. “Contraviene la Normativa Urbanística de Reinoso de Cerrato”, explica a Palencia en la Red la alcaldesa de Reinoso, Ana García.

En terreno rústico

Porque la planta de biogás, promovida por Biogás Cerrato, participada mayoritariamente por un grupo empresarial de Ponferrada especializado en energías verdes y renovables, estaba planificada junto a la Línea de Alta Velocidad Valladolid-Venta de Baños-Burgos, en terrenos rústicos. Y ahí está la clave. “Las Normas Urbanísticas de Reinoso no permiten la ubicación en terrenos rústicos de instalaciones para la generación de energía, en este caso gas”, apunta García.

Sobre cómo una empresa que pretende ubicar unas instalaciones de este tipo no se informa de las exclusiones urbanísticas, la alcaldesa desconoce las razones, y también desconoce si previamente al  cambio de ayuntamiento el pasado año se mantuvieron contactos con esta empresa.

En todo caso, con la normativa urbanística en la mano, el Artículo 6.3.0.6 de la Normas Urbanísticas de Reinoso de Cerrato de 2016 se establece las condiciones de edificación vinculada a producción industrial y de energía en terrenos rústicos, declarando “no autorizable por su elevado potencial contaminante”, un buen número de instalaciones.

Con el informe enviado por el Ayuntamiento de Reinoso a la Consejería de Medio Ambiente durante el período de Información Pública, este órgano ha dictado “poner fin al procedimiento de autorización ambiental iniciado por Biogas Cerrato, S.L., para el proyecto de una planta de producción de biometano a partir de la digestión anaerobia de residuos orgánicos en Reinoso de Cerrato (Palencia) y archivar las actuaciones relativas al mismo”.

Contra esta órden la empresa puede presentar un recurso potestativo de reposición o bien llevarlo a la Sala de lo Contencioso Administrativo del TSJCyL.

El proceso

El proceso para la consecución de gas comenzaría con la recepción de los materiales a digerir: restos de animales procedentes de mataderos o granjas, así como desperdicios de alimentación: “Los residuos sólidos y líquidos se recepcionarán en las plataformas de sólidos y balsas de residuos líquidos cubiertas, respectivamente. Los residuos sólidos se transportarán mediante tractor pala a un tanque donde se preparará la mezcla de residuos a ser alimentados al digestor. Los residuos líquidos por su parte, se bombearán a este mismo tanque, denominado tanque de alimentación”. La recepción de estos elementos se llevaría a cabo cinco días a la semana, explicaba el proyecto ahora rechazado.

Posteriormente se pasaría a los cuatro digestores, donde esas mezclas permanecerán durante 30 días generando biogás y digestato, la sustancia qué, descargada de su potencial gasístico queda como residuo. Este sería depositado en tres balsas cubiertas de 600 metros cuadrados de superficie y 2.400 m3 cada una. “Este digestato podrá ser destinado a procesos de valorización como compostaje para obtención de fertilizantes de alta calidad”, apunta el proyecto expuesto a información pública.

Parte del gas que se genera en los digestores se utilizará en una turbina de cogeneración que dotará de calor y electricidad a la propia planta y el resto se purificará separando el biometano del CO2 verde y de otros elementos. El gas biometano irá a la red mientras que el CO2 verde se puede vender para aplicaciones alimentarias, control de temperaturas, plagas...

La producción prevista, en lo referente al biometano que se inyectará en la red, era de 8.438.224,18 Nm3 que mediante el gasoducto se distribuirían por todo el país y llegara a casi cualquier hogar,  por las casi 8.000 toneladas de CO2 licuado previstas

 

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